Arrestan a cuatro dominicanos por tráfico de especies; arrojaron al mar más de 100 aves enjauladas y todas murieron

Al llegar la Guardia Costera de EEUU, los delincuentes arrojaron varias jaulas de madera con ejemplares de loros de corona blanca, periquitos de cabeza dorada y cotorras de mejillas verdes

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Dos de cuatro dominicanos fueron
Dos de cuatro dominicanos fueron sentenciados por tráfico de animales, luego de intentar contrabandear aves tropicales desde Puerto Rico a República Dominicana. (DOJ)

Un intento de contrabando de más de 100 aves tropicales protegidas terminó con la condena de cuatro ciudadanos dominicanos, quienes enfrentaron cargos por violaciones a la Ley Lacey y tráfico de vida silvestre. Según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), los hechos ocurrieron el 3 de mayo de 2024, cuando los acusados fueron interceptados a bordo de una embarcación sin bandera a unos 56 kilómetros al norte de Puerto Rico.

De acuerdo con los documentos judiciales, Frankluis Carela De Jesús, Domingo Heureau Altagracia, Waner Balbuena y Juan Graviel Ramírez Cedano transportaban aves de diversas especies, muchas de ellas protegidas internacionalmente debido a su vulnerabilidad frente al comercio ilegal y el riesgo de extinción. Entre las especies identificadas se encontraban loros de corona blanca, periquitos de cabeza dorada y cotorras de mejillas verdes.

Además, se hallaron ejemplares de loros de cabeza roja, una especie que goza del más alto nivel de protección internacional debido a su explotación en el comercio de mascotas.

Cuatro dominicanos sentenciados por contrabando en PR

Este es un delito ambiental
Este es un delito ambiental y una amenaza a la salud pública, la estabilidad económica y la biodiversidad global. (DOJ)

El Departamento de Justicia detalló en un comunicado de prensa reciente que los acusados no contaban con licencias de exportación de vida silvestre ni realizaron las declaraciones requeridas para el transporte de estas especies. Durante la operación, la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG) interceptó la embarcación y observó cómo los tripulantes arrojaban objetos al agua, lo que llevó a las autoridades a detener y abordar el navío.

La USCG recuperó del agua múltiples jaulas de madera con aves tropicales dentro. En total, se recuperaron 113 pájaros, todos murieron ahogados cuando las cajas fueron arrojadas al océano.

El caso concluyó con sentencias de prisión para los cuatro implicados. Según informó el DOJ, Frankluis Carela De Jesús y Waner Balbuena recibieron cada uno una condena de 12 meses y un día de prisión. Por su parte, Domingo Heureau Altagracia fue sentenciado a 8 meses de cárcel, mientras que Juan Graviel Ramírez Cedano también cumplirá 12 meses y un día tras las rejas.

“Los acusados fueron atrapados en el acto de de contrabando de aves tropicales desde Puerto Rico y luego los ahogaron para encubrir su delito”, declaró Adam Gustafson, fiscal general adjunto interino de la división de Medio Ambiente y Recursos Naturales (ENRD) del DOJ.

Gustafson subrayó que el contrabando es ilegal, sin importar que se trate de vida silvestre, recursos o bienes naturales, al mismo tiempo que aseguró que procesarán a todas aquellas personas que intenten eludir las leyes.

El impacto del comercio ilegal de vida silvestre

Todas las aves murieron tras
Todas las aves murieron tras ser arrojadas al océano. (Imagen ilustrativa Infobae)

El tráfico de aves tropicales es una problemática global que amenaza la supervivencia de numerosas especies. En este caso, las aves transportadas incluían ejemplares altamente valorados en el mercado negro debido a su rareza y atractivo como mascotas exóticas. La explotación de estas especies no solo afecta a las poblaciones silvestres, sino que también fomenta redes de contrabando que operan al margen de la ley.

Doug Ault, subdirector de la Oficina de Aplicación de la Ley del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU (USFWS) señaló que tanto el proceso como la condena revelan las “graves consecuencias del tráfico de fauna silvestre”, así como el devastador impacto que tiene sobre los recursos naturales.

“El contrabando ilegal de aves tropicales no solo amenaza a las poblaciones vulnerables, sino que también socava los esfuerzos de conservación y plantea riesgos importantes, ya que los traficantes de fauna silvestre intentan explotar nuestras fronteras”, enfatizó Ault.

Roberto Vaquero, director de Operaciones de Campo de San Juan de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), dijo que el tráfico ilegal es una amenaza directa a la salud pública, estabilidad económica y la biodiversidad local, además de ser un delito ambiental.