Un vuelo de Frontier Airlines que cubría la ruta entre Punta Cana, en la República Dominicana, y el aeropuerto O’Hare de Chicago, tuvo que regresar a su punto de origen luego de que un cohete SpaceX Starship explotara durante una prueba no tripulada. El incidente tuvo lugar el jueves 6 de marzo, cuando la aeronave, lanzada desde Boca Chica, Texas, sufrió fallos en sus motores que provocaron una pérdida de control y, finalmente, un estallido en pleno vuelo. Los restos del cohete cayeron sobre el Caribe, lo que llevó a las autoridades de control aéreo a tomar medidas preventivas.

Mariah Davenport, una pasajera del vuelo, capturó el momento de la explosión desde su asiento junto a la ventana y lo compartió en un video en TikTok. En la publicación, que rápidamente ganó atención, escribió: “Imaginen estar a una hora y media de su vuelo saliendo de Punta Cana y tener que regresar porque el cohete de Elon explotó y estaban tan cerca de que sucediera”.

Davenport relató durante un diálogo con la revista People que el vuelo transcurría con normalidad hasta que el piloto informó a los pasajeros sobre la explosión del cohete. Según su testimonio, los pasajeros se apresuraron a mirar por las ventanas del lado derecho del avión, donde pudieron observar lo que describió como un espectáculo visual similar a un gran fuego artificial. En ese momento, no hubo señales de alarma entre los viajeros.

Sin embargo, la situación cambió aproximadamente veinte minutos después, cuando el piloto anunció que el avión debía regresar a Punta Cana por indicaciones de las autoridades de control aéreo. Esta decisión generó confusión y escepticismo entre algunos pasajeros, quienes cuestionaron la gravedad del evento. Según detalló Davenport, el desvío añadió tres horas adicionales al tiempo total del vuelo.

El Starship, desarrollado por SpaceX, es conocido por ser el más alto y poderoso del mundo. Diseñado por la compañía liderada por Elon Musk, este modelo es capaz de generar hasta 7.257 toneladas de empuje, más del doble de la potencia del Saturno 5 de la NASA. Según lo informado, el cohete comenzó a girar de manera descontrolada debido a problemas en sus motores, lo que finalmente derivó en su explosión.

Los restos del cohete cayeron en una zona amplia del Caribe, lo que obligó a las autoridades a tomar precauciones para garantizar la seguridad de los vuelos comerciales en la región.

Gracias a este retraso inesperado, Davenport y su pareja llegaron al aeropuerto de Chicago alrededor de la 1:45 horas, en vez de a las 22:11 horas, como se tenía planeado inicialmente.

A pesar de los inconvenientes, el piloto y toda la tripulación fueron celebrados por su profesionalismo y transparencia.

“Fueron muy honestos acerca de todo y nos dijeron lo que sabían”, explicó Davenport sobre la explosión del cohete que fue “demasiado cercana para sentirse cómodos”.

Cuando una aerolínea cancela el vuelo o realiza cambios significativos en la trayectoria, sin importar el motivo, deben proporcionar un reembolso al pasajero si deciden no continuar hacia su destino, tal y como reportó Fox Weather.

En caso de que sean cancelados por motivos externos a la compañía, estas mismas ofrecen comodidades como reubicar a sus pasajeros sin costo extra, vales de comida, transporte terrestre y alojamiento gratuito.

Sin embargo, los eventos como clima extremo, emergencias nacionales o sucesos impredecibles no se encuentran bajo el control de la aerolínea, la caída de escombros espaciales, como los del Starship, no están contemplados por el Departamento de Transporte de Estados Unidos, aunque el medio detalla que es posible que esta clase de incidentes caigan dentro de la categoría de “eventos incontrolables”.