
El Gobierno de Estados Unidos negó este jueves que los contactos directos mantenidos con el grupo terrorista Hamas constituyan una negociación, y reiteró su exigencia de que la organización extremista palestino desaparezca de la Franja de Gaza como condición para alcanzar una salida al conflicto.
La Casa Blanca confirmó el miércoles que funcionarios estadounidenses mantuvieron contactos directos con Hamas, un hecho sin precedentes, dado que Estados Unidos considera a la organización una entidad terrorista desde 1997. Sin embargo, la administración de Donald Trump aclaró que estas conversaciones no constituyen una negociación, sino una oportunidad para expresar su postura y reforzar su demanda de la liberación de los rehenes israelíes.
“Tener una conversación con alguien no significa necesariamente que sea una negociación”, afirmó Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, en su primera rueda de prensa.

Explicó que los contactos fueron únicamente un medio para comunicar la postura estadounidense, al igual que lo harían a través de un tuit o un cable diplomático.
“No hubo cambios de posición. Se transmitió la postura estadounidense existente sobre Hamas y su inexistencia en Gaza”, subrayó Bruce.
Entretanto, el secretario de Estado, Marco Rubio, reafirmó la postura del Gobierno al declarar que mientras Hamas siga presente en Gaza, con armas o sin ellas, no habrá una solución al conflicto.
El funcionario también insistió en que la administración estadounidense sigue comprometida con el respaldo a Israel y que no se contempla ninguna vía en la que el grupo terrorista mantenga algún tipo de control sobre la Franja de Gaza.
Las conversaciones han sido dirigidas por Adam Boehler, enviado presidencial para asuntos de rehenes, y se han realizado con el conocimiento de Israel.

Trump y su ultimátum a Hamas
El miércoles, el presidente Donald Trump emitió una firme advertencia a Hamas, exigiendo la liberación inmediata de los rehenes y señalando que, de no hacerlo, el grupo islamista enfrentará un “infierno”.
“Estamos ayudando a Israel en esas discusiones porque estamos hablando de rehenes israelíes“, afirmó Trump durante la firma de órdenes ejecutivas en la Casa Blanca.
El presidente también negó que su administración esté ofreciendo concesiones a Hamas.
“No estamos haciendo nada con Hamas. No estamos dando dinero”, subrayó. “Hay una diferencia entre negociar y pagar. Queremos sacar a estas personas de ahí”.
Trump también reveló que, durante una reunión con ocho rehenes liberados, le impactaron los relatos sobre las condiciones de su cautiverio.

Según la cadena Channel 13, el presidente preguntó reiteradamente si la opinión pública israelí apoyaba continuar con el acuerdo de rehenes, más allá de su primera fase.
Encuestas recientes indican que la mayoría de los israelíes respalda la liberación de los cautivos, aunque dentro de la coalición de gobierno hay menos apoyo a extender las negociaciones.
Antes de la investidura de Trump el pasado 20 de enero, Israel y Hamas alcanzaron un acuerdo de tregua que permitió la liberación de varios rehenes. Sin embargo, la segunda fase del plan sigue en peligro, ya que las negociaciones entre ambas partes se han estancado.
El estancamiento del proceso ha generado tensión en la comunidad internacional.
Israel mantiene su ofensiva en Gaza, con el objetivo de desmantelar a Hamas, mientras que el grupo islamista ha insistido en que cualquier nueva fase del acuerdo de rehenes debe incluir un alto el fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes de la Franja.
La administración Trump sigue manteniendo una postura inflexible respecto a Hamas, insistiendo en que su presencia en Gaza es un obstáculo para la paz. Mientras tanto, aumenta la presión diplomática para encontrar una solución que garantice la seguridad de los rehenes y ponga fin a la escalada del conflicto.
(Con información de EFE)