
(Desde Washington, Estados Unidos) Donald Trump tuvo un gesto conciliador con Volodimir Zelensky, ratificó la imposición de aranceles a Canadá, México y China y defendió su política migratoria, durante su discurso de cien minutos en el Capitolio.
El presidente de Estados Unidos elogió al multimillonario sudafricano Elon Musk, que ejecuta una drástica reducción de los fondos públicos, y cuestionó con sistemática dureza a su antecesor Joe Biden, que lo mencionó 16 veces en su alocución en el recinto de la Cámara de Representantes.


En su discurso, Trump hizo mención a la guerra que Ucrania libra con Rusia. El líder republicano reveló que había recibido una carta de Volodimir Zelensky, adonde anunciaba su decisión de aceptar la estrategia diplomática de la Casa Blanca para lograr una tregua entre Kyiv y Moscú.
“Valoramos realmente todo lo que Estados Unidos ha hecho para ayudar a Ucrania a mantener su soberanía e independencia. En cuanto al acuerdo sobre minerales y seguridad, Ucrania está lista para firmarlo en cualquier momento que le sea conveniente”, leyó Trump de la carta que le envió el mandatario ucraniano.
Y agregó el jefe de Estado, con evidente satisfacción política: “simultáneamente, hemos mantenido discusiones serias con Rusia y hemos recibido señales fuertes de que están listos para la paz”.


Trump hizo un discurso que implicó una defensa cerrada de sus primeros días en el Salón Oval. Toda la pieza oratoria tuvo como eje sus disruptivas medidas de gobierno y su intención política de cambiar la agenda mundial desde la Casa Blanca.
“Hace seis semanas, me paré bajo la cúpula de este Capitolio y proclamé el amanecer de la Edad de Oro de Estados Unidos”, señaló el presidente de Estados Unidos, y completo: “Desde ese momento, no ha habido más que acciones rápidas e implacables para marcar el comienzo de la era más grande y exitosa en la historia de nuestro país”.

Durante su presentación en el Capitolio, Trump elogió a Musk y rescató al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Musk y DOGE se han transformado en el blanco móvil de los miles de empleados de la administración americana que rechazan sus planes de ajuste y sus mails oficiales exigiendo explicaciones acerca de sus trabajos cotidianos.
“Mi administración recuperará el poder de esta burocracia irresponsable y restauraremos la verdadera democracia en Estados Unidos. Cualquier burócrata federal que resista este cambio será removido inmediatamente”, advirtió Trump.
Y agregó mirando al recinto de sesiones: “Estamos drenando el pantano. Es muy simple. Los días del gobierno dirigido por burócratas no elegidos han terminado”.

Trump abrió su mano a Zelensky, y mostró sus puños al premier canadiense Justin Trudeau y a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que decidieron replicar la guerra de aranceles que inició la administración republicana para contener la inmigración indocumentada y combatir el tráfico de fentanilo que asola a los Estados Unidos.
“Se ha dicho mucho en los últimos tres meses acerca de México y Canadá, pero tenemos enórmes deficits con ambos países. Pero lo más importante es que han permitido que el fentanilo entre a nuestro país a niveles sin precedentes matando a cientos de miles de nuestros ciudadanos”, describió el jefe de Estado.
Y amenazó: “Si quieren usar los aranceles para sacarnos de los mercados, nosotros vamos a establecer barreras para que ellos no entren a nuestros mercados. El mismo arancel que nos imponen, lo vamos a imponer nosotros”.
Trump utilizó largos minutos de su discurso para describir la agenda internacional que lidera desde la Casa Blanca.
El presidente reivindicó su decisión geopolítica de renunciar al tratado de Cambio Climático de París y a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Elogió al secretario de Estado, Marco Rubio, cuando aludió al Canal de Panamá y su decisión de desplazar a China, que controlaba esa vía clave de transporte naval. Y reiteró su decisión política de sumar a Groenlandia a los límites de Estados Unidos.
“Creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir”, dijo Trump en alusión al territorio semi autónomo que pertenece a Dinamarca.

Antes que concluyera su presentación, Trump defendió su hoja de ruta en Medio Oriente.
“Estamos recuperando a los rehenes en Gaza. En mi primer gobierno, logré uno de los acuerdos más significativos en décadas: Los Acuerdos de Abraham. Y ahora vamos a edificar sobre eso”.
Y anunció que pondrá en marcha una estrategia propia respecto a los minerales críticos y a las denominadas tierras raras. Se trata de insumos claves para la instalación de redes eléctricas, armas sofisticadas y ciertos productos electrónicos. Hasta ahora, China controla el 90 por ciento de las reservas de las tierras raras.
“A finales de esta semana, también tomaré medidas históricas para expandir drásticamente la producción de minerales críticos y tierras raras aquí en Estados Unidos”, declaró Trump.

Trump coronó un extenso discurso ratificando las líneas básicas de su segundo mandato.
Y en una frase sintetizó su aspiración presidencial: “Este es un momento para grandes sueños y acciones audaces”, dijo.