
Sunita Williams y Butch Wilmore, astronautas de la NASA, han permanecido en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde junio de 2024, mucho más tiempo del previsto inicialmente. Ambos despegaron en una misión experimental de ocho días a bordo de la cápsula Starliner, desarrollada por Boeing, pero problemas técnicos en la nave obligaron a la NASA a extender su estancia en el espacio.
Ahora, tras más de nueve meses en órbita, se preparan para regresar a la Tierra en una cápsula SpaceX Crew Dragon, con una fecha tentativa de retorno “no antes del 12 de marzo”, según informó la BBC.
La misión, que comenzó como una prueba para evaluar el desempeño de la cápsula Starliner, se complicó cuando se detectaron fallos en los propulsores y fugas de helio en el sistema de propulsión. Estos problemas llevaron a la NASA y a Boeing a decidir que no era seguro utilizar la nave para traer de vuelta a los astronautas. En septiembre de 2024, la Starliner regresó a la Tierra vacía, mientras Williams y Wilmore permanecieron en la EEI, adaptándose a una misión prolongada que no estaba en sus planes iniciales.

Durante una conferencia de prensa reciente desde la EEI, Wilmore destacó que, aunque la misión original era corta, ambos estaban preparados para una estancia prolongada. “Vinimos preparados para quedarnos mucho tiempo, aunque planeamos quedarnos poco”, afirmó. Según consignó el diario británico, el astronauta subrayó que los vuelos espaciales humanos siempre implican planificar para contingencias inesperadas.
Por su parte, Williams expresó que, a pesar de las dificultades, no lamenta el tiempo adicional en el espacio. “Extrañaré todo sobre el espacio”, comentó, aunque reconoció que la incertidumbre sobre su regreso ha sido un desafío emocional para sus familias en la Tierra. Ambos astronautas admitieron que extrañan a sus seres queridos, incluidos sus perros, pero han mantenido una actitud positiva frente a la situación.
El regreso a casa
El retorno de Williams y Wilmore está vinculado a la llegada de la tripulación 10 a la EEI, lo que permitirá un período de transición entre los equipos. Según detalló un portavoz de la NASA, este relevo marcará el inicio del proceso para que la tripulación 9, que incluye a los dos astronautas, regrese a la Tierra. Aunque no se ha especificado cuánto tiempo durará esta transición, se espera que el regreso se realice en la cápsula SpaceX Crew Dragon.

Wilmore describió el esperado regreso con entusiasmo: “volveremos a casa, atravesando el plasma y aterrizando en el océano. Eso es lo que esperamos”. La NASA no ha proporcionado un cronograma exacto, pero la fecha tentativa para el inicio del relevo es “no antes del 12 de marzo”.
Durante su estancia prolongada, Williams y Wilmore han contribuido significativamente a las investigaciones científicas y al mantenimiento de la EEI. Según informó la CBS News, los astronautas han participado en estudios sobre el crecimiento de plantas en el espacio, el impacto de la microgravedad en el cuerpo humano y experimentos relacionados con la producción de alimentos en el entorno espacial.
Además, ambos han destacado momentos únicos vividos en la EEI. Williams mencionó que uno de los aspectos más emocionantes de su misión fue observar las auroras desde el espacio, un fenómeno que describió como un recordatorio del poder del universo. Por su parte, Wilmore señaló que uno de sus momentos más orgullosos fue ayudar a otros astronautas durante caminatas espaciales, una tarea que calificó como una gran responsabilidad.

La prolongada estancia en la EEI también ha planteado preguntas sobre los efectos del tiempo en el espacio en los astronautas. Durante la conferencia de prensa, Wilmore comentó que la microgravedad ha aliviado dolores y molestias físicas, mientras que Williams destacó que dormir en el espacio es sorprendentemente fácil.
El vuelo inicial de la Starliner marcó el debut de Boeing como proveedor de transporte tripulado para la NASA, uniéndose a SpaceX en esta tarea. La NASA optó por contratar a ambas empresas privadas para reducir costos y fomentar la innovación tecnológica. Boeing recibió un contrato de 4.200 millones de dólares para seis misiones operativas, mientras que SpaceX obtuvo un contrato de 2.600 millones de dólares.
Sin embargo, los problemas técnicos de la Starliner han puesto de manifiesto los desafíos de desarrollar nuevas tecnologías para la exploración espacial. Boeing ha indicado que continuará revisando los datos de la misión para determinar los próximos pasos en el programa.