Así será la primer ejecución por fusilamiento después de años sin usarse en Carolina del Sur

El tipo de balas utilizadas por el pelotón de fusilamiento supone que la muerte del condenado sea más letal y con menos sufrimiento

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Brad Sigmon optó por el
Brad Sigmon optó por el fusilamiento en lugar de la electrocución o la inyección letal (South Carolina Department of Corrections vía AP)

Un método de ejecución que parecía relegado al pasado vuelve a ser noticia en Estados Unidos. Este viernes, Brad Sigmon, un hombre de 67 años condenado por el asesinato de los padres de su exnovia en 2001, será ejecutado en Carolina del Sur mediante un pelotón de fusilamiento.

Según informó Associated Press, este será el primer caso de este tipo en el país en 15 años y el primero en el estado desde que se restableció la pena de muerte en 1976.

La ejecución se llevará a cabo en la Institución Correccional Broad River, en Columbia, donde se ha construido un área específica para este propósito. El estado invirtió aproximadamente 54.000 dólares en 2022 para habilitar esta instalación, que se encuentra cerca de la silla eléctrica utilizada en ejecuciones anteriores. Este evento marca un cambio significativo en los métodos de pena capital en Carolina del Sur.

Un crimen que marcó un precedente

El caso de Brad Sigmon se remonta a 2001, cuando asesinó brutalmente a los padres de su exnovia en su hogar en el condado de Greenville. Según los investigadores, utilizó un bate de béisbol para golpear a las víctimas en habitaciones separadas, yendo de una a otra hasta causarles la muerte.

Posteriormente, secuestró a su exnovia a punta de pistola, aunque ella logró escapar del vehículo en el que la retenía. Durante su huida, Sigmon disparó contra ella, pero no logró herirla.

En su confesión, Sigmon declaró: “No podía tenerla. No iba a dejar que nadie más la tuviera”. Este crimen, que conmocionó a la comunidad, lo llevó a ser condenado a la pena de muerte, una sentencia que ahora se ejecutará mediante un método que ha generado controversia y debate en el ámbito judicial y social.

Detalles del procedimiento de ejecución

Se estipula que el pelotón
Se estipula que el pelotón de fusilamiento regrese para esta ejecución (South Carolina Department of Corrections vía AP, File)

De acuerdo con Associated Press, el protocolo para la ejecución de Sigmon está claramente definido. Antes del procedimiento, será trasladado a una celda individual cercana a la cámara de ejecución. Poco antes de las 6 de la tarde, el director de la prisión consultará al gobernador Henry McMaster y a la Fiscalía General para confirmar si existen impedimentos legales o si se ha concedido un indulto. Si ambas respuestas son negativas, se procederá con la ejecución.

En la cámara, Sigmon será atado a una silla de metal colocada sobre un recipiente colector. Su lado derecho estará orientado hacia los testigos, quienes observarán el proceso desde detrás de un cristal a prueba de balas.

Se le colocará una capucha en la cabeza y un profesional médico marcará una diana sobre su corazón. Tres voluntarios del Departamento de Prisiones, situados a unos 4.5 metros de distancia, dispararán rifles cargados con munición real desde una abertura oculta a la vista de los testigos.

Un médico verificará posteriormente la muerte de Sigmon, y los testigos deberán firmar un documento oficial que certifique su presencia durante el procedimiento. Según los protocolos estatales, si los disparos iniciales no resultan fatales, el pelotón de fusilamiento podría volver a disparar, aunque no se han divulgado detalles específicos sobre cómo se manejaría esta situación.

El regreso del pelotón de fusilamiento en Carolina del Sur

La decisión de Carolina del Sur de reintroducir el pelotón de fusilamiento como método de ejecución responde a dificultades para obtener los medicamentos necesarios para las inyecciones letales.

Según Associated Press, los proveedores de estos fármacos han rechazado venderlos si su identidad se hace pública, lo que llevó al estado a aprobar una ley de protección de la privacidad en 2023. Sin embargo, el pelotón de fusilamiento se mantuvo como una opción viable.

Desde 1985, Carolina del Sur ha ejecutado a 46 reclusos mediante inyección letal o electrocución. Sin embargo, la última ejecución por electrocución en el estado tuvo lugar en 2008.

En el caso de Sigmon, no eligió la inyección letal debido a preocupaciones sobre el protocolo estatal, que ha sido objeto de críticas por posibles complicaciones y sufrimiento prolongado.

Controversias en torno al método de ejecución

La Corte Suprema de Carolina
La Corte Suprema de Carolina del Sur señaló que este método no viola la prohibición constitucional de castigos crueles e inusuales (AP Foto/James Pollard, archivo)

Según Associated Press, el estado utilizará munición Winchester TAP Urban de 110 granos calibre .308, diseñada para fragmentarse al impactar contra superficies firmes, como la caja torácica.

La intención es causar un daño severo al corazón, lo que, según un experto médico estatal, provocaría una pérdida de conciencia casi inmediata y minimizaría el dolor. Sin embargo, otro médico que testificó en favor de los reclusos argumentó que el proceso podría ser más prolongado y doloroso, especialmente si los disparos no alcanzan el objetivo con precisión.

En 2022, la Corte Suprema de Carolina del Sur dictaminó que este método, junto con la silla eléctrica y la inyección letal, no viola la prohibición constitucional de castigos crueles e inusuales. Sin embargo, expertos médicos han expresado opiniones divididas sobre el impacto físico y psicológico de este procedimiento.

Un método que resurge en Estados Unidos

El caso de Sigmon será el primero en Carolina del Sur y el cuarto en todo el país desde 1976. Las ejecuciones previas mediante pelotón de fusilamiento ocurrieron en Utah, en 1977, 1996 y 2010.

Además, el estado de Idaho ha manifestado su disposición a utilizar este método en caso de que no se disponga de medicamentos para inyecciones letales.

La ejecución de Sigmon no solo marca un hito en la historia de la pena capital en Estados Unidos, sino que también reaviva el debate sobre los métodos de ejecución. Mientras tanto, los familiares de las víctimas, abogados y periodistas se preparan para presenciar un evento que, aunque legal sigue siendo profundamente controvertido.