
El pasado 10 de febrero de 2025, un momento histórico tuvo lugar en el cielo sobre el desierto de Mojave, California, cuando el avión de demostración XB-1, desarrollado por Boom Supersonic, rompió la barrera del sonido durante su segundo vuelo supersónico. Este evento marcó un hito no solo por la velocidad alcanzada, sino también por la captura de una imagen única de las ondas de choque generadas por el avión, gracias a una colaboración con la NASA. Además, los datos recopilados confirmaron que el vuelo no produjo un estruendo sónico audible en tierra.
La sorprendente imagen fue obtenida mediante una técnica avanzada conocida como fotografía Schlieren, que permite visualizar las ondas de choque resultantes del avión atravesando el aire a velocidades supersónicas, según informó la compañía en un comunicado de prensa.
Este método fue ejecutado por equipos de NASA desde tierra. El piloto de pruebas principal de Boom, Tristan “Geppetto” Brandenburg, tuvo un papel crucial al posicionar el XB-1 en el lugar y momento exactos para que la aeronave pudiera ser fotografiada frente al sol, capturando así las ondas de choque generadas al superar Mach 1.
El desafío técnico detrás de la impresionante fotografía

El XB-1 no solo es un demostrador tecnológico, sino también un símbolo de innovación en la aviación civil. En enero de 2025, esta aeronave se convirtió en el primer avión supersónico civil construido en Estados Unidos y el primero desarrollado de forma independiente que logra volar más rápido que la velocidad del sonido, según declaró Boom Supersonic.
El fundador y director ejecutivo de la compañía, Blake Scholl, destacó la relevancia de este avance al afirmar: “Esta imagen hace visible lo invisible: el primer avión supersónico civil de fabricación estadounidense que rompe la barrera del sonido. Gracias al excepcional vuelo de Geppetto y a nuestra colaboración con la NASA, pudimos capturar esta imagen icónica”.
Scholl también subrayó la importancia de confirmar que el vuelo no generó un estruendo sónico audible en tierra, lo que “allana el camino para vuelos de costa a costa hasta un 50% más rápidos”.
La obtención de imágenes Schlieren durante un vuelo supersónico es un proceso altamente complejo que requiere una gran sincronización entre el avión, las condiciones ambientales y los equipos de captura en tierra. Según explicó la empresa en su comunicado, el piloto tuvo que maniobrar el XB-1 con extrema precisión para alinearlo con el sol en el momento exacto mientras pasaba sobre el desierto de Mojave, permitiendo que las cámaras de NASA capturaran las ondas de choque.
De igual manera, los datos de la explosión sónica generada durante el vuelo fueron capturados utilizando micrófonos y otros dispositivos de registro de nivel de presión sonora que estaban ubicados en sitios estratégicos.
Allanando el camino para crear vuelos de larga distancia más veloces

Los datos demostraron que es posible realizar vuelos supersónicos sin crear una explosión sónica, hecho que, según informaron en el comunicado de prensa, coincide con una investigación de la NASA “en un esfuerzo por acercar los viajes comerciales supersónicos al público”.
Los datos recopilados durante el vuelo del XB-1 serán utilizados para incorporar el “Boomless Criuse” al avión supersónico Overture. Esta capacidad le permitirá a la aeronave volar a velocidades de hasta Mach 1.3 sin un estallido audible, “lo que reduce los tiempos de vuelo de costa a costa de EEUU en hasta 90 minutos”.
“El segundo vuelo supersónico del XB-1 marcó la conclusión de su innovador programa de pruebas de vuelo, y la histórica aeronave regresará ahora a su lugar de nacimiento en Denver, Colorado”, según se lee en el comunicado de prensa.
Miembros de la compañía revelaron que centrarán sus esfuerzos para construir el avión Overture, mismo que cuenta con “pedidos anticipados de United Airlines, American Airlines y Japan Airlines”.