Estados Unidos desplegará más tropas en la frontera con México para ayudar en logística y apoyo

El Ejército estadounidense anunció este viernes el despliegue de 1.140 soldados adicionales en otro movimiento del Gobierno de Donald Trump para utilizar a las fuerzas armadas en su política migratoria

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Marines estadounidenses instalan alambre de
Marines estadounidenses instalan alambre de púas en la frontera entre Estados Unidos y México el 31 de enero del 2025 (AP/Jae C. Hong)

El Ejército estadounidense anunció este viernes el despliegue de 1.140 soldados adicionales en la frontera con México para brindar apoyo logístico, en otro movimiento del Gobierno de Donald Trump para utilizar a las fuerzas armadas en su política migratoria.

Las tropas provienen de Kentucky, Carolina del Norte y Virginia, y con su llegada el número total de efectivos en servicio activo en la frontera sur alcanzará los 4.200, según un comunicado del Departamento de Defensa.

“El Departamento de Defensa sigue colaborando con el Departamento de Seguridad Nacional para colmar las lagunas de capacidades críticas en la frontera sur”, señaló el documento. Un oficial, que habló bajo condición de anonimato, indicó que las tropas se desplegarán en Fort Huachuca, en Arizona.

El jueves, el Departamento de Seguridad Nacional informó que el número de migrantes detenidos tras cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México en febrero podría estar en un mínimo mensual récord o cercano a este.

Trump ha recurrido cada vez más al Ejército en su estrategia migratoria, enviando tropas adicionales a la frontera, utilizando aviones militares para deportaciones y habilitando bases militares para albergar a los migrantes.

Recorte de USD 50.000 millones en el presupuesto del Pentágono

Por otro lado, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó a las fuerzas armadas identificar USD 50.000 millones en programas recortables para el próximo año fiscal, con el fin de redirigir esos fondos a las prioridades del presidente Trump.

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El Secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth (REUTERS/Annabelle Gordon)

La reducción, equivalente al 8% del presupuesto militar, busca eliminar lo que la administración considera gasto innecesario, incluyendo programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y proyectos relacionados con el cambio climático.

Hegseth afirmó que el objetivo es reorientar el gasto del Pentágono para apoyar más directamente a las fuerzas militares en combate. En un comunicado emitido el miércoles, el subsecretario de Defensa, Robert Salesses, señaló que “el tiempo de preparación ha terminado” y que los recortes se centrarán en “excesiva burocracia, programas dirigidos al cambio climático y otras iniciativas ‘woke’”.

“Para cumplir con nuestro mandato del presidente Trump, nos guiamos por sus prioridades, incluyendo asegurar nuestras fronteras, construir el ‘Escudo de Hierro para Estados Unidos’ y poner fin a los programas gubernamentales radicales y derrochadores de DEI y preferencias”, declaró Salesses.

Uno de los proyectos clave que la administración busca financiar con estos recortes es la creación de un sistema de defensa que permitiría interceptar misiles desde el espacio.

Todavía no se han detallado qué áreas específicas del presupuesto del Pentágono serán afectadas ni qué programas concretos dentro de las iniciativas de DEI y cambio climático serán eliminados.

Sin embargo, entre las medidas que podrían recortarse se incluyen la compra de combustibles alternativos para aeronaves y la adaptación de bases militares al impacto del clima extremo, como ocurrió en 2018 con el huracán que dañó la Base Aérea de Tyndall, en Florida.

El plan de recorte de
El plan de recorte de USD 50.000 millones recuerda la reducción forzada de USD 56.000 millones impuesta en 2013 mediante la sequestration law, una medida del Congreso que buscaba reducir el déficit y obligó a las fuerzas armadas a aplicar reducciones significativas en pocos meses (REUTERS/Joshua Roberts)

El ajuste presupuestario se da en un contexto en el que el Departamento de Defensa está elaborando su solicitud para el año fiscal 2026, que comienza el 1 de octubre. La transición presidencial ha retrasado este proceso, lo que llevó a Hegseth a exigir que se identifiquen áreas donde se puedan hacer recortes para redirigir fondos a otras prioridades.

El plan de recorte de USD 50.000 millones recuerda la reducción forzada de USD 56.000 millones impuesta en 2013 mediante la sequestration law, una medida del Congreso que buscaba reducir el déficit y obligó a las fuerzas armadas a aplicar reducciones significativas en pocos meses.

En ese entonces, el presupuesto protegió programas de adquisición a largo plazo y beneficios militares como pensiones y atención médica, por lo que los recortes afectaron principalmente operaciones, mantenimiento y personal. Como consecuencia, se redujo el número de suboficiales altamente entrenados, disminuyeron las horas de vuelo para pilotos y aumentaron los accidentes en entrenamientos.

Desde entonces, el Congreso y el Pentágono han implementado medidas de protección para evitar que futuras reducciones presupuestarias afecten el mantenimiento y las operaciones.

(Con información de REUTERS y Associated Press)