La temporada de huracanes del Atlántico 2025 se acerca y los meteorólogos han comenzado a emitir sus primeras proyecciones. Según USA Today y Greenville News, este año se espera una actividad ciclónica cercana al promedio, con 15 tormentas nombradas, siete huracanes y tres huracanes mayores.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) ha destacado avances en la precisión de sus pronósticos, lo que ha permitido mejorar la preparación y respuesta ante estos fenómenos meteorológicos. Sin embargo, las condiciones oceánicas y atmosféricas continúan jugando un papel clave en la formación e intensidad de los ciclones tropicales.
A pesar de las mejoras en los modelos de predicción, los expertos advierten que las aguas cálidas en el Atlántico y factores climáticos como la Oscilación del Sur (ENSO) podrían influir en la actividad ciclónica, lo que hace necesario mantener la vigilancia y preparación en las comunidades costeras.
Resumen de la temporada de huracanes del Atlántico 2024
El Centro Nacional de Huracanes destacó que su precisión en la predicción de trayectorias fue la mejor registrada hasta la fecha, gracias a mejoras en los modelos de pronóstico. Sin embargo, los errores en la predicción de la intensidad de los ciclones fueron mayores que en años anteriores, debido a condiciones oceánicas excepcionalmente cálidas que favorecieron la rápida intensificación de tormentas.
La temporada de 2024 registró 18 tormentas nombradas, 16 huracanes, de los cuales cinco fueron muy fuertes. Entre los más destructivos estuvieron:
- Huracán Milton: Alcanzó la categoría 5 con vientos de hasta 290 km/h antes de tocar tierra en Florida. Provocó graves inundaciones, dejó más de 3,4 millones de personas sin electricidad y causó daños estimados en 50 mil millones de dólares.
- Huracán Beryl: Con vientos de hasta 267 km/h se convirtió en el huracán más intenso registrado en el Atlántico antes de agosto. Devastó islas del Caribe y causó 48 muertes en EE.UU., además de generar 65 tornados tras tocar tierra en Texas.
- Huracán Debby: Tocó tierra en Florida y posteriormente en Carolina del Sur, dejando lluvias de hasta 55.88 cm y provocando 18 muertes y daños por USD 4 mil millones.
- Huracán Helene: Impactó gravemente a Carolina del Norte y Carolina del Sur, con un saldo de 155 muertes.
¿Cómo será la temporada de huracanes en 2025?
La previsión extendida de Tropical Storm Risk sugiere una temporada promedio, con patrones climáticos dominados por temperaturas oceánicas cálidas y condiciones neutrales de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Sin embargo, los meteorólogos advierten que cualquier fluctuación en estos factores podría alterar significativamente la actividad ciclónica.
Los expertos destacan que la tecnología y la investigación han permitido mejorar la precisión de los pronósticos. En los últimos años, los modelos han reducido los márgenes de error en la predicción de trayectoria, lo que permite evacuar zonas de riesgo con mayor precisión y evitar desplazamientos innecesarios.
Sin embargo, la predicción de la intensidad de los huracanes sigue siendo un reto. Fenómenos como la rápida intensificación de las tormentas pueden dificultar las medidas de prevención. En 2024, el huracán Beryl experimentó un fortalecimiento inesperado que tomó por sorpresa a varias comunidades costeras, lo que resalta la importancia de mantenerse informado y preparado.
Lista de nombres de tormentas para 2025
La Organización Meteorológica Mundial ha seleccionado los siguientes nombres para las tormentas de este año: Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Nestor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.
Consejos para prepararse ante la temporada de huracanes
Dado que la actividad ciclónica podría ser significativa, los expertos recomiendan a las comunidades costeras preparar planes de emergencia y kits de suministros. En 2024, algunas zonas fueron golpeadas por múltiples huracanes en un corto periodo de tiempo, lo que resalta la importancia de la preparación anticipada.
Las autoridades sugieren tener un plan de evacuación bien definido y conocer las rutas de escape en caso de emergencia. También es fundamental contar con un kit de emergencia que incluya agua potable, alimentos no perecederos, medicamentos esenciales, linternas y baterías adicionales.
Además, se recomienda seguir las actualizaciones del Centro Nacional de Huracanes y los avisos locales para actuar con rapidez en caso de alerta. La planificación adecuada puede hacer la diferencia en la seguridad de las personas y la protección de propiedades durante un evento ciclónico.
Impacto del cambio climático en la formación de huracanes
El cambio climático sigue siendo un factor determinante en la actividad ciclónica. Los estudios indican que el aumento de la temperatura del océano puede intensificar la fuerza de los huracanes, generando tormentas más destructivas. Además, el incremento del nivel del mar agrava los efectos de las marejadas ciclónicas, lo que pone en riesgo a comunidades costeras.
Investigaciones recientes han demostrado que los huracanes modernos tienden a desplazarse más lentamente, lo que prolonga los periodos de lluvias extremas y aumenta el riesgo de inundaciones. Este fenómeno se observó en 2024 con el huracán Debby, que dejó acumulaciones de agua récord en varias regiones de Florida y Georgia.
Los expertos subrayan la necesidad de continuar invirtiendo en investigación y tecnología para mejorar los modelos de pronóstico y desarrollar estrategias de mitigación más efectivas. Las comunidades costeras, por su parte, deben adaptarse a estos cambios y fortalecer sus infraestructuras para enfrentar futuras tormentas.
La temporada de huracanes del Atlántico 2025 se perfila como un periodo de actividad promedio, aunque la variabilidad climática podría alterar las proyecciones. La experiencia de 2024 ha demostrado que la preparación es clave para reducir los impactos de estos eventos naturales.
Mantenerse informado, seguir las recomendaciones de las autoridades y contar con un plan de emergencia pueden marcar la diferencia ante la llegada de un huracán. La vigilancia y la prevención siguen siendo las mejores herramientas para proteger vidas y propiedades en las zonas vulnerables del Atlántico.
