Stephen Glosser, un hombre de 38 años residente en Savannah, Georgia, fue sentenciado a 20 años de prisión federal tras declararse culpable de colocar una bomba en la casa de una mujer en Richmond Hill.
Según la Fiscalía del Distrito Sur de Georgia, el crimen formaba parte de un plan de acoso y violencia que incluía amenazas extremas contra la víctima y su familia.
Un juez federal ordenó además que Glosser pague $507.781 dólares en restitución a las víctimas y cumpla tres años de libertad supervisada al finalizar su condena. Debido a las normas del sistema penitenciario federal, no tendrá derecho a libertad condicional.
Explosión y víctimas
La madrugada del 13 de enero de 2023, las autoridades respondieron a un llamado de emergencia por una explosión en Richmond Hill. En la casa estaban una mujer y su hijo, quienes lograron escapar ilesos antes de que el fuego se extendiera.
La investigación reveló que el artefacto explosivo había sido colocado intencionalmente, lo que llevó a la detención de Glosser en febrero de 2023. Su presunto cómplice, Caleb Kinsey, fue arrestado poco después en Luisiana por otros cargos y está pendiente de juicio en Georgia.
La Fiscalía indicó que la víctima había conocido a Glosser a través de una aplicación de citas y que este obtuvo su dirección mediante búsquedas en internet, de acuerdo con información de CBS News.
El plan criminal
Según documentos judiciales, Glosser y Kinsey elaboraron un plan detallado para aterrorizar a la víctima antes de la explosión.
“Esto incluía conspirar para adquirir y disparar flechas a la puerta de entrada de la víctima, adquirir y liberar una gran serpiente pitón en la casa de la víctima para que se comiera a su hija, adquirir y enviar por correo heces de perro a la casa de la víctima, adquirir y enviar por correo ratas muertas a la casa de la víctima, arrancarle el cuero cabelludo a la víctima y hacer estallar la casa de la víctima”, se detalló la declaración de culpabilidad en un informe de United States Attorney’s Office.
Kinsey adquirió materiales explosivos online, incluyendo blancos explosivos, con los cuales construyeron la bomba. Tras la explosión, Glosser intentó ocultar evidencias al contratar un servicio de limpieza para eliminar rastros de los materiales utilizados.
El accionar de las autoridades
Las fuerzas del orden identificaron rápidamente a los sospechosos. Los vincularon con la compra de explosivos y la planificación previa. Glosser fue arrestado en febrero de 2023 y su cómplice en Luisiana.
Recién en marzo de 2024, la justicia federal formalizó la acusación contra ambos en el Distrito Sur de Georgia. El 20 de febrero de 2025 se condenó a Glosser.
El caso ha sido descrito como un ejemplo extremo de violencia y acoso. La fiscal federal interina Tara Lyons calificó el crimen como un acto de violencia maliciosa y destacó que fue una suerte que no hubiera víctimas mortales, de acuerdo con información de la revista People.
El agente especial de la ATF Beau Kolodka afirmó que el uso de explosivos para aterrorizar no será tolerado y que las autoridades perseguirán agresivamente a los responsables. “Este caso demuestra el impacto devastador de los criminales violentos que no se detienen ante nada para aterrorizar a sus víctimas”, agregó en el comunicado de United States Attorney’s Office.
Por su parte, Chris Hosey, director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, declaró que el caso demostró que: “Quienes recurren al terror y la violencia enfrentarán todo el peso de la ley”.
La investigación contó con la participación de la Oficina del Sheriff del Condado de Bryan, la ATF, la Oficina de Investigaciones de Georgia y otras agencias locales y federales de Estados Unidos.
