El momento en que un conductor en estado de ebriedad choca de frente contra una patrulla en Texas

La cámara de la patrulla registró el momento en que el joven de 23 años impactó su auto directamente contra el vehículo de los oficiales

Guardar
El conductor se dirigía sobre la autopista en sentido contrario cuando impactó contra la patrulla de policía (Harris County Sheriff ´s Office)

Un incidente ocurrido en la madrugada del martes en la Interestatal 10, en el área de Highlands, Texas, dejó a dos agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Harris con heridas leves tras un choque frontal con un conductor que circulaba en sentido contrario. Según informó la Oficina del Sheriff, el conductor, identificado como Nathan Arévalo, de 23 años, fue detenido y acusado de conducir bajo los efectos del alcohol.

De acuerdo con las autoridades, el accidente tuvo lugar alrededor de la 1:30 a. m., cuando los agentes recibieron múltiples reportes sobre un vehículo que avanzaba en dirección contraria por los carriles principales de la East Freeway, cerca de North Main. Los agentes acudieron al lugar y, al intentar interceptar al conductor, se produjo la colisión frontal.

Detalles del accidente y estado de los involucrados

El vehículo de patrulla, que tenía las luces de emergencia encendidas, chocó de frente con el automóvil conducido por Arévalo. A pesar de la gravedad del impacto, tanto los agentes como el conductor resultaron ilesos, según detallaron las autoridades. Los policías, sin embargo, sufrieron heridas menores y están en proceso de recuperación.

Tras el choque, los oficiales intentaron asistir a Arévalo en el lugar de los hechos antes de proceder con su detención. Posteriormente, el conductor fue trasladado a la cárcel del condado de Harris, donde enfrenta cargos por conducir en estado de ebriedad.

Investigación y declaraciones oficiales

El sargento Bondurant, quien lidera la investigación, confirmó que el estado de ebriedad de Arévalo fue el factor determinante que lo llevó a conducir en sentido contrario por la autopista. Este comportamiento puso en riesgo no solo su vida, sino también la de otros conductores y los agentes que respondieron al llamado de emergencia.

En un video difundido por la Oficina del Sheriff del Condado de Harris, los dos agentes involucrados en el accidente compartieron detalles sobre el encuentro con el conductor. En sus declaraciones, destacaron la importancia de actuar rápidamente para evitar que el incidente tuviera consecuencias más graves.

Datos sobre la conducción en estado de ebriedad

En 2022, los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol cobraron la vida de 13,524 personas en los Estados Unidos, según informó la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés). Este dato alarmante refleja que, en promedio, una persona perdió la vida cada 39 minutos debido a choques provocados por conductores bajo los efectos del alcohol. Estas cifras subrayan la gravedad de un problema que, según la agencia, es completamente prevenible.

De acuerdo con la NHTSA, el consumo de alcohol afecta directamente al sistema nervioso central, lo que disminuye las capacidades necesarias para conducir de manera segura. El alcohol, una vez ingerido, se absorbe rápidamente a través de las paredes del estómago y el intestino delgado, ingresando al torrente sanguíneo.

Allí permanece hasta que el hígado lo metaboliza, un proceso que no ocurre de inmediato, lo que permite que el nivel de alcohol en la sangre, conocido como Concentración de Alcohol en la Sangre (BAC, por sus siglas en inglés), aumente progresivamente.

El riesgo de accidentes de tráfico se incrementa de manera exponencial cuando el BAC alcanza los 0.08 gramos de alcohol por decilitro de sangre (g/dL), el límite legal para conducir en los 50 estados de Estados Unidos, el Distrito de Columbia y Puerto Rico. Sin embargo, en Utah, este límite es más estricto, fijado en 0.05 g/dL.

Según detalló la NHTSA, incluso niveles más bajos de alcohol en la sangre pueden afectar las habilidades de conducción. En 2022, 2,337 personas fallecieron en accidentes en los que los conductores tenían un BAC de entre 0.01 y 0.07 g/dL, lo que demuestra que no es necesario estar legalmente ebrio para que el alcohol influya negativamente en la capacidad de manejar.