La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este martes por un estrecho margen una resolución presupuestaria que respalda la agenda del presidente Donald Trump, enfocada en endurecer la política migratoria, extender recortes fiscales y reducir drásticamente el gasto público.
La votación resultó en 217 votos a favor y 215 en contra, con un único republicano uniéndose a la bancada demócrata en el rechazo del plan.
La resolución traza la hoja de ruta para el presupuesto federal de 2025, encomendando a los comités legislativos la tarea de reducir 1,5 billones de dólares en gasto y extender 4,5 billones en recortes de impuestos durante la próxima década.
Los demócratas alertaron que los recortes afectarán programas de asistencia social, como Medicaid, del cual dependen millones de familias de bajos ingresos. En contraste, los republicanos argumentaron que la medida es necesaria para financiar la visión económica de Trump.
“Quiero ser claro: los demócratas de la Cámara de Representantes no aportarán ni un solo voto a este presupuesto republicano imprudente. Ni uno solo”, dijo el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, afirmó que la aprobación de la resolución es un paso clave para avanzar en la “agenda América Primero” de Trump.
No obstante, el proceso no fue sencillo, ya que Johnson tuvo que negociar con miembros de su propio partido para asegurar los votos necesarios.
La votación estuvo marcada por intensas negociaciones y un intento de última hora por parte de los republicanos de alinear posturas dentro de su bancada. Aunque algunos legisladores exigían mayores recortes para frenar el crecimiento de la deuda nacional, otros manifestaron preocupación por el impacto en Medicaid.
El debate también estuvo influenciado por la fecha límite del 14 de marzo, momento en el que el Congreso debe definir un presupuesto o enfrentar un cierre del gobierno. Los demócratas, liderados por Hakeem Jeffries, se mantuvieron firmes en su oposición y se negaron a respaldar la medida.
Además del debate sobre los recortes, los demócratas exigían garantías de que los fondos aprobados por el Congreso se ejecutarían y no serían bloqueados por el empresario Elon Musk, asesor de Trump y jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, quien ha propuesto eliminar grandes partidas del gasto federal.
A pesar de la oposición demócrata, al menos tres republicanos que inicialmente se mostraban en contra cambiaron su voto, permitiendo la aprobación del proyecto. Solo el congresista Thomas Massie mantuvo su rechazo, al considerar que la resolución no reducía suficientemente el déficit presupuestario.
“Según sus propias cifras, si el plan republicano se aprueba, bajo las suposiciones más optimistas que ni siquiera son ciertas, vamos a añadir 328 mil millones de dólares al déficit este año”, dijo Massie antes de la votación.
El plan incluye hasta 880.000 millones de dólares en recortes a Medicaid y otros programas de asistencia, como cupones de alimentos, para financiar la extensión de los recortes fiscales aprobados durante el primer mandato de Trump y que expiran a finales de 2024.
Estas reducciones podrían generar dificultades para los republicanos en distritos clave en las elecciones de mitad de mandato.
Johnson sugirió que parte del déficit podría compensarse con los recortes promovidos por Musk y los ingresos derivados de los aranceles comerciales impulsados por Trump. Sin embargo, el Senado aprobó una versión alternativa del presupuesto sin incluir las reducciones fiscales, lo que podría generar tensiones en las próximas negociaciones.
Trump había instado a los republicanos a aprobar “una gran y hermosa ley”, aunque el martes pareció flexibilizar su postura.
(Con información de AFP)
