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El cierre de una planta de producción en Liberty, Nueva York, ha generado preocupación en la comunidad local debido a su impacto económico y social. Según el Departamento de Trabajo del estado, PepsiCo notificó que analiza el despido de 287 empleados en su instalación de fabricación de snacks, un proceso que comenzará el 21 de mayo. La planta, con casi tres décadas de operación, ha sido un pilar del empleo en la región, lo que ha generado inquietud entre las autoridades locales y los residentes.
De acuerdo con información del medio Times Union, la fábrica en Liberty, donde se producen los populares snacks PopCorners, enfrenta dificultades para mantener su viabilidad a largo plazo. En un comunicado, PepsiCo explicó que el crecimiento de esta línea de productos y el ritmo general de la industria han vuelto insostenible la operación de la instalación. “Apreciamos profundamente las contribuciones de nuestros empleados en Liberty, y esta decisión no disminuye el valor de su arduo trabajo y dedicación”, señaló la empresa.
El cierre de la planta se enmarcaría en un contexto de transformación dentro de la industria de alimentos procesados, donde las empresas buscan optimizar sus operaciones y concentrar la producción en instalaciones más eficientes. Factores como el aumento en los costos de fabricación, la automatización y la evolución en las preferencias de los consumidores han llevado a las compañías a reorganizar sus cadenas de suministro, lo que en muchos casos ha resultado en el cierre de fábricas con años de trayectoria.
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Una planta con historia en la comunidad
La planta de Liberty tiene raíces profundas en la economía local. Fue fundada en 1997 bajo el nombre de Ideal Snacks y se expandió en 2003, consolidándose como un importante empleador en la región. Su historia reciente ha estado marcada por cambios significativos. En 2019, PepsiCo adquirió la fábrica junto con otra instalación en Middletown tras la compra de BFY Brands, el propietario anterior.
Antes de la adquisición, la planta ya había enfrentado desafíos. En 2017, se produjo el despido de 200 trabajadores, lo que derivó en una demanda interpuesta por dos empleados, según información del River Reporter. Además, en 2022, la instalación de Middletown sufrió recortes en su personal, eliminando un tercio de su fuerza laboral debido a dificultades económicas. Estos antecedentes reflejan una tendencia preocupante para el sector manufacturero en la región.
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Reacciones de las autoridades locales
El anuncio del cierre de la planta ha provocado una respuesta inmediata de las autoridades locales. En un comunicado conjunto, la presidenta de la Legislatura del Condado de Sullivan, Nadia Rajsz, el supervisor del pueblo de Liberty, Frank DeMayo, y la alcaldesa de la villa de Liberty, Joan Stoddard, expresaron su preocupación por las repercusiones de esta decisión. “Esta planta ha sido una parte integral de nuestra comunidad durante décadas”, afirmaron, subrayando la necesidad de trabajar en conjunto para mitigar el impacto del cierre.
Las autoridades han indicado que colaborarán con PepsiCo, la Cámara de Comercio y la Asociación para el Desarrollo Económico del Condado de Sullivan para ofrecer apoyo a los trabajadores despedidos. Entre las iniciativas que se han propuesto se encuentra la intervención del Centro de Desarrollo de la Fuerza Laboral, que buscará facilitar la recolocación de los empleados en otras industrias de la región.
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El impacto económico y social en Liberty
El cierre de la fábrica en Liberty ocurre en un momento de transformación económica en la región. De acuerdo con el Departamento de Trabajo del estado de Nueva York, en 2024, el condado de Sullivan registró el mayor crecimiento del empleo en el sector privado dentro del Hudson Valley, acompañado de una ligera disminución en la tasa de desempleo. Sin embargo, a pesar de estos avances, la situación sigue siendo frágil.
En 2023, el 14,8% de la población del condado vivía en condiciones de pobreza, una cifra superior al promedio nacional del 12,5%, según datos del Censo de los Estados Unidos. Esta realidad socioeconómica ha generado preocupaciones sobre el futuro de los empleados despedidos y sus familias.
El legislador del condado de Sullivan, Louie Álvarez, expresó su inquietud sobre el impacto que esta decisión tendrá en la comunidad, especialmente en la población hispana de Liberty, que constituye una parte significativa de la fuerza laboral de la planta. “Esto nos afectará de manera muy dura”, declaró Alvarez a WJFF Radio Catskill, destacando la urgencia de implementar medidas de apoyo para las familias afectadas.
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Un futuro incierto para los trabajadores
Más allá de la pérdida de empleos, el cierre de la planta de Liberty representa un golpe emocional para la comunidad, que ha dependido de esta fuente de trabajo durante casi 30 años. Aunque PepsiCo ha asegurado que trabajará con los empleados y las autoridades locales para garantizar una transición lo más fluida posible, el futuro de los 287 trabajadores afectados sigue siendo incierto.
Las autoridades locales han reafirmado su compromiso de buscar soluciones a largo plazo. “Aunque esta noticia parece devastadora en este momento, todos nosotros, como una comunidad unida, trabajaremos arduamente para enfrentar este desafío y construir un futuro mejor”, afirmaron Rajsz, DeMayo y Stoddard en su declaración conjunta.
El cierre de la planta en Liberty pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las comunidades rurales ante un entorno económico cambiante, donde las decisiones corporativas pueden generar efectos profundos y duraderos.