Migrante venezolano narró su difícil experiencia en Guantánamo: ‘Quedé traumatizado’

Kevin Rodríguez narró que, durante su estancia en la prisión cubana, la última comida del día a las 4 de la tarde, se bañaba cada tres días y las celdas tenían suciedad acumulada

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Estados Unidos inició las deportaciones
Estados Unidos inició las deportaciones de migrantes indocumentados a Guantánamo en febrero. (U.S. Navy/AFN Guantanamo Bay Public Affairs/Handout via REUTERS)

Después de 14 días de detención en Guantánamo, el venezolano Kevin Rodríguez regresó a su país. En entrevista con Telemundo, contó las condiciones infrahumanas en las que estuvo retenido junto a otros 177 migrantes venezolanos deportados por Estados Unidos.

Rodríguez formó parte de un grupo de venezolanos enviados a la base naval ubicada en Cuba, donde las autoridades estadounidenses mantienen a migrantes sujetos a órdenes finales de deportación. Según testimonios de los propios detenidos, muchos de ellos no tenían antecedentes criminales, pero fueron trasladados en las mismas condiciones que aquellos señalados por presuntos delitos.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó que de los 178 migrantes trasladados, 51 no tenían antecedentes, 126 sí, y 80 estaban presuntamente vinculados al Tren de Aragua. Sin embargo, Rodríguez aseguró que todos fueron tratados como criminales peligrosos, sin importar su historial.

Un encierro sin respuestas

Kevin Rodríguez relató su dura
Kevin Rodríguez relató su dura experiencia en Guantánamo. (Captura de pantalla Telemundo)

Rodríguez narró a Telemundo que, al llegar a Guantánamo, fueron alojados en celdas en mal estado, con suciedad acumulada. “Había telarañas y hormigas, la celda parecía que no la habían usado en mucho tiempo”, dijo. Su espacio de reclusión era de apenas tres metros por dos, con un colchón delgado sobre una cama de cemento.

Las condiciones alimenticias eran precarias. “La última comida del día era a las 4 de la tarde y después de eso había que aguantar hambre hasta la mañana siguiente", relató. En solo dos semanas, perdió cuatro kilogramos debido a la mala alimentación.

Además, la higiene era sumamente limitada. “Nos sacaban a bañarnos cada tres días y esposados. Al entrar y salir nos revisaban", contó. Según su testimonio, el frío, la escasez de alimentos y la incertidumbre marcaron su estadía en la base.

Pero lo más difícil, aseguró, fue no saber cuánto tiempo estaría allí ni qué pasaría con él. “Eso era lo que más me preocupaba: ¿Cuánto tiempo iba a estar ahí? ¿Cuánto tiempo mi familia iba a estar sin saber de mí?“, dijo.

Tras semanas sin información sobre su hijo, Nelson Rodríguez, padre de Kevin, sintió alivio al reconocer a Kevin en imágenes de su deportación a Venezuela. “Cuando vi su cara, supe que por fin estaba libre”, dijo en declaraciones a Telemundo. Para Kevin, sin embargo, su regreso a Venezuela significa un cierre definitivo en su intento de migrar. “Voy a comenzar desde cero en mi país, pero quedé traumatizado con todo lo que pasé“, confesó.

Traslados diarios desde Texas y reclusión en carpas

Los testimonios relatan que las
Los testimonios relatan que las celdas están sucias y la última comida es a las 4 de la tarde. (U.S. Navy/AFN Guantanamo Bay Public Affairs/Handout via REUTERS)

Según documentos oficiales obtenidos por ABC News, las deportaciones a Guantánamo comenzaron el 4 de febrero, con vuelos diarios desde una base del Ejército en Texas. A su llegada, los venezolanos fueron ubicados en dos tipos de instalaciones dentro de la base naval:

  • 51 migrantes fueron retenidos en carpas de baja seguridad.
  • 127 fueron enviados a un área de alta seguridad.

Mientras los detenidos vivían en el aislamiento de Guantánamo, sus familias pasaban días sin información. En un grupo de WhatsApp, madres de los migrantes intercambiaban mensajes buscando noticias. “Buenos días”, escribía alguna. Luego, otros respondían: "¿Han sabido algo de los detenidos?" o "No sé nada de mi hijo, por favor, si alguien sabe algo, avísenme“, según reportó NPR.

Algunas madres han presentado demandas contra el gobierno de Estados Unidos, denunciando que sus hijos fueron acusados injustamente de pertenecer a pandillas. Tal es el caso de Doris Arapé, madre de Mayfreed Durán Arapé, quien intentó entrar al país en 2024 mediante el programa CBP One. Fue arrestado y transferido a Guantánamo, aunque, según su madre, no tiene antecedentes criminales en Venezuela.

Otra madre, Angela Sequera, relató que su hijo Yoiker David Sequera fue trasladado a Guantánamo por haber reingresado a Estados Unidos después de ser deportado. “Me pregunto una y otra vez: ¿por qué lo enviaron allí si no es un criminal?“, dijo a NPR.

Sin acceso a abogados y con restricciones de comunicación

Las personas recluidas en Guantánamo
Las personas recluidas en Guantánamo tienen derechos procesales limitados. (AP Foto/Alex Brandon, Archivo)

Los migrantes detenidos en Guantánamo no tienen derecho a abogados, según argumentó el Departamento de Seguridad Nacional en documentos judiciales obtenidos por ABC News. Las autoridades estadounidenses sostienen que, al contar con una orden de deportación, los detenidos solo tienen derechos procesales limitados.

Pese a esto, una corte en Washington D.C. ordenó que los detenidos pudieran hablar por teléfono con sus abogados, pero no se permitió el acceso en persona ni la comunicación con sus familiares.

En su defensa, el gobierno de Estados Unidos aseguró que “por razones logísticas” no se pueden permitir visitas en Guantánamo. Sin embargo, activistas denuncian que el aislamiento forzado de los detenidos genera angustia y desesperación entre sus familias.

El gobierno venezolano ha comenzado a aceptar deportaciones tras negociaciones con Estados Unidos, algo que no ocurría con frecuencia en años anteriores. Según documentos citados por ABC News, esto ha requerido una “inversión de recursos significativa” por parte de ambos países.