
En 1997, Walter Johnson, un conocido criminal de Nueva York apodado “King Tut”, recibió cinco cadenas perpetuas por robo, manipulación de testigos y posesión de drogas con intención de distribución. Su destino parecía sellado bajo la estricta ley de “tres strikes”, que imponía sentencias de por vida a reincidentes. Sin embargo, 27 años después, el mismo juez que lo condenó, Frederic Block, reconsideró su fallo y ordenó su liberación.
“Mi única expectativa era salir de prisión con una etiqueta en el dedo del pie”, dijo Johnson en una entrevista con CBS News, mientras compartía mesa con el juez que le devolvió la libertad. El magistrado Frederic Block, de 90 años, decidió en 2024 que Johnson merecía una segunda oportunidad.
Su fallo representó un giro inusual en el sistema judicial, ya que un juez rara vez revoca su propia sentencia. Según CBS News, Block reconoció que en la década de 1990 era inexperto en ciertos aspectos del derecho penal y que la aplicación de la ley de “tres strikes” había sido excesivamente rígida.
“Nosotros no liberamos a todos”, declaró Block a CBS News, “pero hay personas que han demostrado su rehabilitación y merecen una oportunidad”. Para el magistrado, Johnson era una de esas personas. Durante sus casi tres décadas en prisión, el exconvicto mantuvo un historial impecable, participó en programas de mentoría y contribuyó a la reinserción de otros reclusos.
El papel de la First Step Act en su liberación
La condena de Walter Johnson en 1997 se basó en la estricta ley de “tres strikes”, una norma aprobada en la década de 1990 con el objetivo de endurecer las penas contra delincuentes reincidentes. La legislación establecía que cualquier persona condenada por tres delitos graves recibiría automáticamente cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La decisión de Block se apoyó en la First Step Act, una ley de reforma penal promulgada en 2018 por el presidente Donald Trump. Esta legislación flexibilizó ciertas sentencias y promovió mecanismos para reducir la población carcelaria sin afectar la seguridad pública.

Según el Federal Bureau of Prisons, la First Step Act permitió a presos con buen comportamiento y bajo riesgo de reincidencia acceder a programas de reducción de condena. En el caso de Johnson, esta ley sirvió como base para la revisión de su sentencia y su eventual liberación en octubre de 2024.
No obstante, su excarcelación enfrentó resistencia. El Departamento de Justicia de Eatados Unidos se opuso a la medida, argumentando que su rehabilitación no era “extraordinaria y convincente”. Sin embargo, Block desestimó esos argumentos y animó a otros jueces y estados a considerar leyes de segunda oportunidad.
Un regreso inesperado a la libertad
Tras recuperar su libertad, Johnson se encontró con un mundo que había cambiado drásticamente. En declaraciones a CBS News, confesó que utilizó un teléfono celular por primera vez hace apenas unos meses y que ahora es un influyente en redes sociales.
“Estoy tratando de hacer que la gente entienda la importancia de su libertad”, dijo Johnson. “Un solo error puede arruinar sus vidas”. A pesar de su nueva vida, Johnson sigue bajo supervisión judicial. Cualquier reincidencia lo devolvería a prisión, pero él asegura estar enfocado en aprovechar esta segunda oportunidad.
Block, quien en su momento aplicó la norma sin cuestionarla, hoy la considera anticuada y demasiado severa. “Sin esperanza, la gente no tiene razón para seguir adelante”, expresó el juez. El caso de Johnson no es único, pero sí es inusual que un juez reconozca su error después de casi tres décadas. Su liberación abre un debate sobre la rigidez de las sentencias y la posibilidad de redención dentro del sistema penitenciario.