
En Ohio, una nueva ley estatal diseñada para regular el uso de los baños de ciertas instituciones educativas, ha generado controversia y preocupación por parte de algunas universidades reconocidas por su enfoque progresista, como Antioch College y Oberlin College.
La ley, que entrará en vigor este martes, exige que los baños, vestuarios y duchas de uso múltiple sean designados exclusivamente para hombres o mujeres según el sexo asignado al nacer. Según informó Associated Press, esta medida ha provocado tensiones entre estudiantes, exalumnos y administradores, quienes la perciben como un ataque directo a los derechos de las personas transgénero y no binarias.
La normativa, que también se aplica a universidades privadas, permite que cada institución decida cómo implementará estas disposiciones. Sin embargo, en campus como los de Antioch y Oberlin, donde la inclusión y la diversidad han sido pilares fundamentales, el cumplimiento de esta ley representa un dilema ético y práctico. Jane Fernandes, presidenta de Antioch College, expresó que la institución hará todo lo posible para garantizar que los estudiantes transgénero se sientan seguros y apoyados, aunque no se ha anunciado un plan detallado para abordar la situación.
El impacto en las comunidades estudiantiles
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El medio Associated Press destacó que en Antioch College, donde casi el 90% de los 120 estudiantes se identifican como LGBTQ+ y aproximadamente uno de cada seis como transgénero, la ley ha generado incertidumbre. Ahri Morales-Yoon, estudiante que se identifica como no binario, de primer año, señaló que la medida no solo afecta el acceso a los baños, sino que también crea un ambiente de miedo entre los estudiantes. “Siempre tienes en la cabeza que esta ley está sobre nosotros”, comentó.
Por su parte, en Oberlin College, que cuenta con cerca de 3.000 estudiantes, la administración ha optado por cumplir con la normativa estatal. Según un comunicado emitido por la universidad, esta decisión no disminuye su compromiso con la diversidad y el apoyo a todos los miembros de su comunidad. No obstante, esta postura ha generado críticas entre algunos exalumnos y profesores, quienes consideran que la institución debería adoptar una posición más firme en contra de la ley.
DeSales Harrison, profesor de inglés en Oberlin, afirmó que cumplir con la normativa contradice los valores históricos de la universidad, que ha sido pionera en derribar barreras sociales desde su fundación en 1833. “Va en contra de toda la idea de Oberlin”, declaró.
Propuestas y resistencias en los campus
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En Oberlin, la implementación de la ley ha incluido la colocación de nuevos letreros que designan los baños como exclusivos para hombres o mujeres. Sin embargo, algunos de estos letreros han sido retirados en actos de protesta, lo que ha llevado a la administración a reemplazarlos. Según Associated Press, la presidenta del cuerpo estudiantil, Natalie DuFour, señaló que, aunque los baños ahora están etiquetados por género, la ley no exige verificar quién los utiliza, lo que en teoría permite a los estudiantes seguir usando las instalaciones de su elección.
En Antioch, Fernandes también enfatizó que no se monitoreará quién utiliza qué baño, lo que refleja un intento de minimizar el impacto de la normativa en la vida cotidiana de los estudiantes.
A nivel nacional, las políticas hacia las personas transgénero han experimentado cambios significativos en los últimos años. Durante la administración de Donald Trump, se implementaron órdenes ejecutivas que restringieron los derechos de las personas transgénero, un giro drástico respecto a los esfuerzos de la administración de Joe Biden por incluirlas en las protecciones de derechos civiles.
Anterioridad y valores de las instituciones
Tanto Antioch como Oberlin tienen una larga tradición de activismo social y compromiso con la inclusión. Antioch College, fundado en 1850 por el reformador educativo y abolicionista Horace Mann, cerró temporalmente en 2008 debido a problemas financieros, pero reabrió tres años después con un enfoque renovado en la diversidad.
Por su parte, Oberlin College fue una de las primeras universidades en admitir mujeres y estudiantes negros, y en la década de 1970 se destacó por ofrecer dormitorios mixtos. En los años 90, los estudiantes votaban sobre las políticas de los baños, permitiendo que muchas instalaciones fueran abiertas a cualquier género.
Sin embargo, la nueva ley ha puesto a prueba estos valores históricos. Kathryn Troup Denney, exalumna de Oberlin y directora de teatro musical, expresó que la universidad debería desafiar la normativa estatal, incluso si eso implica arriesgar la financiación gubernamental.