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Dos familias han denunciado la reclusión de sus seres queridos en la base militar de Guantánamo Bay, en Cuba, tras ser detenidos en Estados Unidos. De acuerdo con ABC News, los familiares aseguran que los migrantes no tienen antecedentes penales, a pesar de haber sido catalogados como “altamente peligrosos” por el gobierno estadounidense. La medida es parte de una política establecida por el presidente Donald Trump, quien ordenó la ampliación de las instalaciones de detención en Guantánamo para albergar a migrantes considerados de “alta prioridad”.
El primer vuelo con detenidos hacia la base aterrizó a principios de este mes, marcando un nuevo capítulo en la política migratoria de Estados Unidos, informó ABC News. La administración de Trump justificó la medida como una estrategia para endurecer las acciones contra la inmigración irregular. Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos humanos han cuestionado la legalidad de estas detenciones, denunciando que los migrantes han sido retenidos sin acceso a abogados ni comunicación con sus familias.
El uso de Guantánamo Bay como centro de detención para migrantes marca un cambio significativo en la estrategia de control fronterizo de Estados Unidos. Aunque la base ha sido históricamente utilizada para la reclusión de presuntos terroristas, su papel en la política migratoria había sido limitado. Expertos en derecho internacional han señalado que esta decisión podría generar implicaciones legales y diplomáticas, ya que la base opera bajo reglas distintas a las del sistema judicial estadounidense, lo que podría dificultar la supervisión de las condiciones de detención y el acceso de los migrantes a un debido proceso.

Guantánamo como centro de detención migratoria
En enero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que instruyó a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional a expandir el Centro de Operaciones para Migrantes en Guantánamo. Según declaraciones del propio Trump, el objetivo era utilizar las instalaciones de la base naval para albergar a migrantes catalogados como “criminales de alta prioridad”. La administración presentó la medida como una respuesta a lo que describió como una crisis de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que Guantánamo albergaría únicamente a los “peores de los peores”. Durante una conferencia de prensa, Noem mostró imágenes de migrantes subiendo a un avión militar en Texas y aseguró que la política tenía como fin proteger a la ciudadanía estadounidense de individuos peligrosos.
Sin embargo, un análisis de The New York Times reveló que, de los 53 migrantes trasladados a Guantánamo, solo 14 estaban vinculados a casos federales. Entre ellos, algunos enfrentaban cargos por ingreso ilegal al país, mientras que otros estaban acusados de agresión a oficiales o participación en redes de tráfico de personas.
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Denuncias de familiares y detenciones sin pruebas
Las familias de los migrantes detenidos han manifestado su indignación y preocupación. ABC News entrevistó a dos familiares que aseguran que sus seres queridos no tienen antecedentes penales ni vínculos con el crimen organizado.
Uno de los casos es el de José Rodríguez Simancas, un migrante venezolano que cruzó la frontera sur de Estados Unidos el año pasado y solicitó asilo. Su hermana, Bárbara Simancas, afirmó que José fue acusado de pertenecer a la banda criminal venezolana Tren de Aragua debido a sus tatuajes, a pesar de que estos solo representan los nombres de sus hijos.
Bárbara presentó un certificado de antecedentes penales emitido en Venezuela que confirma que su hermano no tiene historial delictivo. Además, señaló que José fue acusado únicamente de “entrada indebida” a Estados Unidos, cargo al que se declaró culpable en mayo de 2024. Desde su traslado a Guantánamo, la familia no ha podido comunicarse con él ni obtener información de las autoridades migratorias.
Otro caso es el de Jhoan Lee Bastidas Paz, también venezolano, quien fue detenido tras cruzar la frontera en noviembre de 2023. Su padre, Jhoan Lee Bastidas, relató que se enteró del traslado de su hijo a Guantánamo tras ver una fotografía en redes sociales. Según registros judiciales obtenidos por ABC News, Bastidas Paz tampoco tiene antecedentes penales más allá de su ingreso irregular al país.
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Críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos
La decisión de utilizar Guantánamo como centro de detención para migrantes ha sido duramente cuestionada por organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés). El abogado Lee Gelernt, representante de la ACLU, calificó la medida como “alarmante” y denunció que los detenidos están incomunicados, sin acceso a representación legal ni contacto con sus familias.
“Es suficientemente preocupante que estemos enviando migrantes a Guantánamo, pero es inaceptable que se les prive de derechos básicos como el acceso a abogados o a sus familias”, declaró Gelernt. La ACLU presentó una demanda en un tribunal federal en Washington, D.C., argumentando que esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que la base de Guantánamo se utiliza para detener personas por cargos civiles de inmigración.
Por su parte, un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) defendió la política, afirmando que la base no solo alberga a miembros de pandillas violentas y otros migrantes considerados de “alta amenaza”, sino también a aquellos con órdenes finales de deportación. Sin embargo, el funcionario no presentó pruebas concretas para justificar la clasificación de los detenidos como criminales peligrosos.
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Impacto en las familias y el debate legal
Para las familias de los migrantes, la incertidumbre y la falta de información han sido devastadoras. Bárbara Simancas expresó su angustia por los hijos de su hermano, quienes no han podido comunicarse con él desde su traslado. “Solo pido al gobierno que lo envíen de vuelta a Venezuela. Sus hijos están preocupados. Quieren ver a su papá”, declaró.
Jhoan Lee Bastidas describió la impotencia de ver a su hijo en una fotografía tomada en un avión militar rumbo a Guantánamo. “Estamos pensando lo peor porque en las redes sociales dicen que Guantánamo es lo peor, que es donde tienen a los terroristas”, afirmó.
La detención de migrantes en Guantánamo plantea cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos y el debido proceso en la política migratoria de Estados Unidos. Mientras las familias y los abogados buscan respuestas, el debate en torno a esta controvertida medida sigue intensificándose.