
Un análisis toxicológico reveló que los dos perros responsables de un ataque mortal en Ashville, Ohio, habían estado expuestos a cocaína, según reportó el medio USA TODAY. Este hallazgo, obtenido a través de necropsias realizadas por veterinarios de la Universidad Estatal de Ohio, complicó el caso judicial contra los dueños de los animales, Susan Withers y su hijo Adam Withers, quienes fueron condenados por homicidio involuntario y otros cargos relacionados con el ataque.
El incidente ocurrió el 17 de octubre de 2024, cuando los perros, identificados como Apollo y Echo, escaparon de su vivienda y atacaron a Jo Ann Echelbarger, una mujer de 73 años que vivía en el mismo complejo de condominios. La víctima se encontraba trabajando en el jardín de un espacio compartido entre su casa y la de los Withers cuando fue sorprendida por los animales. Según detalló USA TODAY, su esposo, Stanley Echelbarger, quien utiliza un andador y una silla de ruedas, presenció el ataque desde el porche de su casa y pidió desesperadamente ayuda a los oficiales que llegaron al lugar.
Cuando la policía arribó, Apollo intentó atacar a un oficial, quien disparó contra el animal. El otro perro, Echo, fue encontrado sobre el cuerpo de Echelbarger, cubierto de sangre. Ambos fueron abatidos en el lugar. La autopsia de la víctima confirmó que falleció pocos minutos después del ataque debido a las heridas sufridas.

Un historial de incidentes y negligencia
El caso de los perros no era un hecho aislado. Según documentos judiciales citados por USA TODAY, Apollo ya había sido clasificado como un “perro peligroso” tras un ataque previo en el mismo complejo de condominios. En ese incidente, ocurrido meses antes, el perro mordió a una vecina, Kimberlee Black, y a su cachorro Goldendoodle, llamado Nemo. Black sufrió fracturas y laceraciones, mientras que las heridas del cachorro fueron tan graves que tuvo que ser sacrificado.
La designación de “perro peligroso” en Ohio conlleva estrictas medidas de seguridad para los dueños. Entre ellas, mantener al animal en un recinto cerrado, utilizar bozal y una correa de no más de 1,8 metros (6 pies) al pasearlo, y garantizar que esté vacunado, esterilizado y microchipado. Además, los propietarios deben adquirir un seguro de responsabilidad civil. Sin embargo, los Withers no cumplieron con estas normativas, lo que contribuyó a la tragedia.
El complejo de condominios había intentado tomar medidas para evitar incidentes. Según una demanda civil presentada por la asociación de propietarios en abril de 2024, se enviaron múltiples advertencias a los Withers, exigiendo que mantuvieran a los perros bajo control y con correa. La demanda buscaba la remoción de los animales debido a su comportamiento agresivo y a los riesgos que representaban para los residentes.

El papel de la cocaína en el caso
Tras el ataque mortal, las autoridades enviaron muestras de tejido hepático de los perros a un laboratorio de la Universidad de California-Davis para detectar la presencia de sustancias. Los resultados confirmaron rastros de norcocaína, un metabolito de la cocaína, lo que indica que los animales estuvieron expuestos a la droga. “Esto confirma la exposición a cocaína en este caso”, señaló el informe toxicológico citado por USA TODAY.
El hallazgo de cocaína en los perros se relaciona con el comportamiento errático de Adam Withers, quien había sido arrestado tres semanas antes del ataque por alterar el orden público. En esa ocasión, la policía lo encontró actuando de manera extraña y permitió que los perros vagaran sueltos por el complejo. Durante su detención, Adam admitió haber consumido cocaína en su garaje, según los registros policiales.
En enero, Withers se declaró culpable del cargo de alteración del orden público, pero negó que los perros hubieran estado expuestos a la droga. Sin embargo, los resultados de las necropsias contradijeron esta afirmación, lo que fortaleció el caso en su contra durante el juicio por el ataque a Echelbarger.

Condenas y consecuencias legales
La semana pasada, un jurado encontró culpables a Susan y Adam Withers de cuatro cargos por no confinar a los perros y dos cargos de homicidio involuntario. Según USA TODAY, las condenas reflejan no solo la gravedad del ataque, sino también el historial de negligencia de los propietarios, quienes ignoraron repetidas advertencias y normativas diseñadas para prevenir tragedias como esta.
El caso ha generado un debate sobre la responsabilidad de los dueños de mascotas y las medidas necesarias para garantizar la seguridad pública. En Ohio, los propietarios de perros son legalmente responsables de las acciones de sus animales, especialmente si estos han sido clasificados como peligrosos o agresivos. La falta de cumplimiento de estas regulaciones puede derivar en consecuencias legales severas, como lo demuestra este caso.
Mientras tanto, la comunidad de Ashville sigue lidiando con el impacto de este trágico evento, que no solo cobró la vida de una vecina, sino que también expuso fallas en la supervisión y el control de animales potencialmente peligrosos.