El Fiscal de Distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, Jr., anunció la condena de Jayqwan Hamilton (37 años), Robert DeMaio (36 años) y Jacob Barroso (32 años) por el asesinato de dos hombres, así como por múltiples cargos de robo, conspiración y allanamiento de morada. Según informó la Fiscalía de Manhattan, el veredicto fue unánime en los 24 cargos imputados, incluyendo asesinato en segundo grado, tras un juicio que expuso cómo los acusados drogaban y robaban a clientes de bares LGBTQ+ en el barrio de Hell’s Kitchen, Nueva York.
El esquema delictivo quedó demostrado con pruebas contundentes. Los acusados acechaban a sus víctimas fuera de bares como The Q NYC y The Ritz Bar & Lounge, seleccionando a personas en estado de embriaguez. Según el New York Times, administraban drogas adulteradas con fentanilo para dejarlas inconscientes y, una vez incapacitadas, les robaban teléfonos móviles, tarjetas de crédito y vaciaban sus cuentas mediante aplicaciones como Cash App, Apple Pay y Zelle.
Durante el juicio, la fiscal Meghan Hast calificó la operación como un “negocio mortal”, destacando la frialdad con la que actuaban: “Si mueren por fentanilo, es un beneficio adicional, dándoles más tiempo para gastar el dinero”, afirmó frente al jurado.
Los asesinatos de Julio Ramírez y John Umberger
Uno de los casos más estremecedores fue el de Julio Ramírez, un trabajador social de 25 años. El 21 de abril de 2022, los acusados lo contactaron en The Ritz Bar. Tras administrarle drogas con fentanilo, lo abandonaron inconsciente en la parte trasera de un taxi. Según el New York Times, el conductor del vehículo, al notar la falta de respuesta del pasajero, pidió ayuda a la policía. Ramírez fue declarado muerto en el hospital.
Posteriormente, los acusados lograron gastar miles de dólares de sus cuentas bancarias en la compra de artículos de lujo, incluidos zapatos y ropa de marca. La familia de Ramírez, devastada, impulsó una investigación más profunda tras descubrir movimientos bancarios sospechosos.
Otro caso clave fue el de John Umberger, un consultor político de 33 años que visitaba Nueva York desde Washington, D.C. El 28 de mayo de 2022, Umberger fue visto por última vez saliendo de un bar junto a Hamilton y DeMaio. Según la Fiscalía de Manhattan, los hombres lo llevaron a su apartamento, donde le suministraron fentanilo y lo dejaron inconsciente en su cama.
Imágenes mostradas durante el juicio revelan a DeMaio sonriendo junto al cuerpo inmóvil de Umberger, mientras otro video muestra a Hamilton relajado con una bebida en la mano. Días después, su cadáver fue encontrado en la misma posición, mientras los acusados habían gastado más de 2,000 dólares de sus cuentas en tiendas de lujo.
Impacto en la comunidad LGBTQ+ y en la vida nocturna de Nueva York
El impacto de estos crímenes sacudió a la comunidad LGBTQ+ de Nueva York, especialmente porque ocurrieron en un contexto de reapertura de la vida nocturna tras la pandemia de COVID-19. Según el New York Times, más de una docena de hombres reportaron haber sido drogados y robados en bares LGBTQ+ de Manhattan, lo que generó una creciente preocupación por la seguridad en estos espacios.
El temor se extendió rápidamente, ya que las víctimas no solo eran atacadas por su vulnerabilidad tras una noche de fiesta, sino que también existía un patrón específico dirigido a este grupo. Carlos Camacho, amigo de Ramírez, testificó cómo se separaron esa noche trágica y nunca imaginó que sería la última vez que vería a su amigo con vida.
El veredicto generó reacciones emocionales en la sala del tribunal. Según el New York Times, cuando la presidenta del jurado anunció la culpabilidad de los acusados, los familiares de las víctimas soltaron suspiros y lágrimas. DeMaio, esposado, rompió en llanto al ser escoltado fuera de la sala, mientras algunos familiares de los acusados les gritaban: “Te amamos”. Por su parte, Linda Clary, madre de Umberger, expresó su alivio tras la sentencia: “Nadie más será lastimado por estos hombres, y estamos abrumados de gratitud y alegría”, dijo entre lágrimas.
Un fallo que impulsa nuevas medidas de seguridad
Inicialmente, las muertes de Ramírez y Umberger fueron tratadas como sobredosis accidentales. Sin embargo, la presión de las familias y la evidencia de retiros bancarios sospechosos impulsaron a la policía a reabrir el caso, lo que finalmente condujo a las condenas.
El Fiscal Bragg subrayó que la sentencia busca brindar justicia a las familias afectadas. Además, hizo un llamado a las empresas de tecnología financiera para reforzar la seguridad de sus aplicaciones, proponiendo medidas como:
- Verificación en dos pasos de forma predeterminada.
- Límites diarios de transferencias más bajos.
- Tiempos de espera y confirmación para transacciones grandes.
- Monitoreo de actividades inusuales en cuentas.
“Mi oficina continuará tomando todas las medidas posibles para proteger a los neoyorquinos de este tipo de conducta criminal”, afirmó Bragg en un comunicado oficial de la Fiscalía de Manhattan.