Las claves que llevaron al arresto del asesino de la “abuela del vecindario” 20 años después del crimen

Edna Schubert fue asesinada en 2003. Dos décadas después, la ciencia logró identificar al autor con pruebas clave de ADN y huellas reexaminadas

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En la casa de Edna
En la casa de Edna se recolectaron muestras de ADN que sirvieron para atrapar al asesino. (Suffolk County District Attorney's Office)

Más de veinte años después del brutal asesinato de Edna Schubert, una viuda de 88 años conocida como “la abuela del vecindario”, las autoridades han realizado un arresto clave en el caso. Raul Ayala, un exvecino de la víctima que ahora tiene 51 años, fue imputado por el homicidio ocurrido en diciembre de 2003 en la vivienda de Schubert, ubicada en Bay Shore, en Long Island. “Este caso ha perseguido al condado de Suffolk durante más de dos décadas”, declaró Ray Tierney, fiscal del distrito del condado de Suffolk, según reportó CNN.

El caso se mantuvo sin resolver durante todo este tiempo, pero el avance de la tecnología forense y la dedicación de un detective retirado llevaron al esclarecimiento del crimen. CBS destacó que el detective jubilado Pat Albergo “nunca dejó de pensar en este caso tan atroz, incluso después de retirarse, esperando que los avances tecnológicos permitieran resolverlo”.

En la noche del crimen, Schubert, una mujer apreciada por los niños del vecindario, fue encontrada muerta en su casa con múltiples heridas. Según New York Post, “la impresión de una suela de zapato en un patrón de espina de pescado era visible en el cuello y rostro de Schubert”, mientras que la autopsia reveló fracturas en el rostro, esternón, costillas y cartílago tiroideo, así como un trauma contundente que causó una laceración en su arteria colateral.

Las pruebas en contra de Ayala

Raul Ayala fue detenido en
Raul Ayala fue detenido en Georgia y trasladado a Nueva York por el caso. (Suffolk County District Attorney's Office)

Las pruebas recolectadas en la escena del crimen incluyeron huellas digitales y rastros de ADN en objetos como pantimedias y una camisa blanca, pero en 2003 no existían métodos avanzados suficientes para identificar al asesino. “Los detectives tomaron una fotografía borrosa de una huella en una persiana de la ventana rota por donde ingresó el culpable, pero en aquel entonces no era posible un análisis exhaustivo”, explicó el fiscal Tierney, en una conferencia de prensa.

Sin embargo, en 2023, Pat Albergo, un detective retirado, impulsó una reexaminación de las evidencias con tecnología moderna. Con el uso de fotografías de alta definición, los investigadores lograron obtener una imagen nítida de aquella foto antigua, lo que permitió identificar la huella como el pulgar izquierdo de Ayala. “Con esta tecnología, pudieron tomar una foto de esa vieja fotografía, lo que llevó finalmente a Ayala”, reiteró Tierney.

Además, se encontraron más pruebas incriminatorias. CBS informó que las autoridades descubrieron que el ADN que estaba en las prendas de la víctima coincidía con el de Ayala, tras analizar muestras obtenidas de objetos desechados, como boletos de lotería y una botella de Gatorade. “El ADN encontrado en la tapa de esa botella confirmó que el sospechoso era la fuente del perfil genético”, explicó el fiscal auxiliar Eric Abouladfia.

Ayala, quien tenía 29 años en el momento del crimen y vivía a menos de 200 metros de la casa de Schubert, fue arrestado el 16 de enero de 2024 en Talmo, Georgia, donde residía actualmente. En su traslado a Suffolk, el sospechoso se mostró visiblemente sorprendido al ser confrontado con los cargos. Según CBS, en el juicio preliminar utilizó un intérprete de lenguaje de señas debido a una discapacidad auditiva, y se declaró no culpable. Su abogado, Christopher Gioe, dijo a CNN que “la única evidencia presentada hasta ahora son las huellas digitales y una muestra de ADN”.

La paz para una comunidad

La casa de Schubert, en
La casa de Schubert, en el círculo rojo, y la casa de Ayala, en el amarillo. (Suffolk County District Attorney's Office)

La historia de Schubert conmocionó al vecindario, donde era conocida como una figura maternal amorosa. “No tenía hijos propios, pero trataba a los niños de la zona como si fueran suyos”, señaló el fiscal Tierney, citado por CBS. Ayudaba a los pequeños con su tarea de matemáticas, les daba refrigerios y los dejaba jugar en su entrada. “Era la abuela del vecindario”, afirmó Tierney.

En el juicio, los familiares de la víctima expresaron alivio por los avances significativos en el caso. “Nunca pensamos que se resolvería”, mencionó uno de sus sobrinos a CBS, mientras que otra sobrina añadió: “Estamos agradecidos con todo el departamento por lo que han hecho”.

El arresto también subraya el impacto del equipo recientemente establecido de casos sin resolver en el condado de Suffolk, el cual también resultó crucial en la captura del presunto asesino de Gilgo Beach. Ray Tierney destacó: “Esto demuestra que la justicia no tiene fecha de caducidad”.

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