Condenaron a un hombre y su novia por atar a su hija a un árbol durante 3 días: “Era la única opción”

El descubrimiento de una joven de 15 años en condiciones inhumanas destapó un incidente de maltrato extremo en el noreste de Estados Unidos

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Izquierda: Johnny James. Derecha: Kayla
Izquierda: Johnny James. Derecha: Kayla Clarke (Crédito: cárcel del condado de Washington)

Un juez de Oklahoma sentenció el miércoles 5 de febrero, a Johnny James, de 41 años, y a Kayla Clark, de 42, a penas de 35 y 30 años de prisión, respectivamente, por el brutal abuso de una niña de 15 años que fue encontrada atada con una correa de trinquete a un árbol. La joven había permanecido en ese estado por tres días. La pareja, que se declaró culpable, deberá cumplir al menos el 85% de sus condenas antes de ser elegible para la libertad condicional.

El caso, ocurrido en Vera, un pequeño pueblo en el noreste de Oklahoma, estremeció a la comunidad cuando la adolescente fue hallada en condiciones deplorables, con heridas en las piernas y los brazos, sentada sobre un trozo de alfombra en el patio trasero de la casa de James y Clark.

La víctima, que actualmente vive en un hogar de acogida, tuvo la oportunidad de testificar en la audiencia de sentencia y describió el impacto emocional y físico que sufrió. El fiscal a cargo del caso enfatizó la severidad del crimen y la necesidad de una sentencia ejemplar.

El descubrimiento: una niña atada y en estado crítico

La brutalidad del caso salió a la luz el 28 de julio, cuando una mujer llamó al 911 alertando que una niña estaba atada en el patio trasero de una vivienda en Vera y necesitaba atención médica urgente.

El brutal caso de abuso
El brutal caso de abuso infantil fue alertado por una vecina que llamó a emergencias tras presenciar la escena (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando los agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Washington llegaron al lugar, encontraron a la víctima en un estado alarmante. Según la declaración jurada, la niña estaba sentada en una alfombra rectangular, inclinada hacia adelante, con un vendaje debajo de la rodilla y una correa de trinquete atada a su cintura. También presentaba múltiples heridas en los brazos y un agujero en una de sus piernas.

La testigo que denunció el caso afirmó que la niña había estado allí durante tres días y que ella le robaba comida a escondidas para alimentarla.

Los agentes interrogaron a una testigo que la víctima identificó como su abuela. En un principio, la mujer negó saber lo que estaba pasando, pero después admitió que tenía miedo de James y por eso no había intervenido.

Poco después, Johnny James llegó a la casa y confesó de inmediato. “No se puede confiar en ella y le gusta mentir”, dijo a los oficiales, según el medio local, KOTV. James minimizó los hechos y sostuvo que la niña solo había estado atada durante una hora cada vez, pero la evidencia demostraba lo contrario.

En su declaración, intentó justificar sus acciones: “Era la única opción porque no sabía qué más hacer para ayudarla”, declaró a los agentes. Agregó que la niña tenía problemas para controlar sus necesidades fisiológicas y que por eso la dejaba afuera. “No quería que ensuciara la casa, así que la senté afuera para que no se ensuciara”, señaló, de acuerdo con la documentación judicial obtenida por Fox23.

Clark, por su parte, intentó distanciarse del caso y aseguró que no sabía lo que estaba pasando. “Me estaba duchando y no me di cuenta de que había pasado nada”, afirmó ante los investigadores, según News On 6. También dijo que no había visto a la niña atada cuando salieron para la iglesia porque estaba “agotada”.

Los servicios de emergencia trasladaron a la víctima a un hospital, donde recibió tratamiento por sus heridas. El Departamento de Servicios Humanos de Oklahoma tomó la custodia de la niña, junto con otros menores que vivían en el hogar.

Los documentos judiciales también revelaron que James y Clark habían renunciado a su derecho a un juicio con jurado en enero, lo que facilitó el fallo del tribunal.

Durante la audiencia de sentencia, la adolescente ofreció un testimonio sobre las secuelas del abuso. “Tuve que pasar por cosas que ningún niño debería vivir”, expresó. La fiscalía destacó el trauma físico y psicológico que sufrió y enfatizó la necesidad de una condena ejemplar.

El juez, en su fallo, condenó enérgicamente el trato inhumano que la pareja le dio a la niña y subrayó la gravedad del crimen. “Este tipo de abuso no puede ser tolerado en nuestra sociedad”, afirmó.

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