Así es como Alabama ejecutó a un condenado a muerte con gas nitrógeno: tardó 18 minutos en morir

Demetrius Frazier era culpable de al menos dos homicidios y violaciones, por lo que alcanzó la pena capital; usó sus últimas palabras para decir que amaba a todos en corredor de la muerte

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Un hombre en Alabama, culpable
Un hombre en Alabama, culpable de dos homicidios y tres violaciones, fue ejecutado en Alabama con gas nitrógeno. (Alabama Department of Corrections)

Demetrius Frazier, condenado por el asesinato y violación de Pauline Brown en 1991, fue ejecutado el pasado 6 de febrero de 2025 en la prisión William C. Holman, en Atmore, Alabama. La ejecución se realizó mediante nitrógeno hipoxígeno, un método que ha generado intensos debates por su eficacia y humanidad. Según Associated Press (AP), Frazier fue declarado muerto a las 6:36 p.m., convirtiéndose en el cuarto preso en Estados Unidos en alcanzar la pena de muerte con este controvertido procedimiento.

La ejecución de Frazier comenzó alrededor de las 6:10 p.m., cuando fue colocado en una camilla con una máscara de gas que cubría su rostro por completo. Según AP, el gas comenzó a fluir tras una última revisión del equipo por parte de un oficial penitenciario. Frazier realizó movimientos circulares con las manos durante los primeros minutos, luego se observó que gesticulaba y respiraba de forma entrecortada antes de quedar inmóvil a las 6:21 p.m.

El comisionado de correccionales de Alabama, John Hamm, declaró que el flujo de gas duró unos 18 minutos y que los monitores indicaron la ausencia de latidos cardíacos 13 minutos después de iniciado el proceso. Hamm sostuvo que Frazier “perdió la conciencia rápidamente” y que los movimientos observados, como el levantamiento de sus piernas, fueron involuntarios.

Este método, conocido como hipoxia por nitrógeno, fue utilizado por primera vez en Alabama en enero de 2024. Consiste en reemplazar el oxígeno del aire por nitrógeno puro, provocando la muerte por falta de oxígeno. A pesar de que las autoridades estatales defienden el procedimiento como “painless and humane” (indoloro y humano), según NPR, organizaciones como la American Veterinary Medical Association lo consideran inaceptable incluso para la mayoría de los mamíferos, excepto para cerdos.

Los crímenes que llevaron a la pena de muerte

Frazier fue extraditado a Alabama
Frazier fue extraditado a Alabama y condenado a pena de muerte por el asesinato y violación de Pauline Brown, en 1991. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Frazier, de 52 años, fue condenado por el brutal asesinato de Pauline Brown, de 41 años, ocurrido el 27 de noviembre de 1991 en Birmingham, Alabama. De acuerdo con documentos judiciales citados por el Montgomery Advertiser, Frazier irrumpió en el apartamento de Brown mientras ella dormía, la despertó a punta de pistola, le exigió dinero y la violó después de que ella le entregara 80 dólares. Posteriormente, le disparó en la cabeza y regresó más tarde al lugar para buscar más dinero y comer un refrigerio.

Además de este crimen, Frazier fue condenado en Michigan por el asesinato de Crystal Kendrick, una adolescente de 14 años, y por la violación de Jacqueline Gresham. Según la oficina del fiscal general de Alabama, citado por People, Frazier recibió múltiples cadenas perpetuas por estos delitos. No fue sino hasta 2011 que las autoridades de Michigan lo entregaron a Alabama para enfrentar la pena de muerte por el caso de Brown.

En sus últimas palabras, Frazier pidió disculpas a la familia de Pauline Brown: “Lo que le pasó nunca debió haber ocurrido”, según AP. También criticó a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, por no intervenir en su caso, y cerró su mensaje con: “Detroit Strong. Amo a todos en el corredor de la muerte”.

La ejecución de Frazier reaviva el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos, especialmente con el uso de métodos considerados experimentales. Desde la reinstauración de la pena capital en la década de 1970, más de 1,600 personas han sido ejecutadas en el país, la mayoría mediante inyección letal, según datos de AP. Sin embargo, Alabama ha liderado el cambio hacia el uso del nitrógeno hipoxígeno, argumentando que es un método más humanitario.

Polémica interestatal: el papel de Michigan en el caso

Algunos activistas contra la pena
Algunos activistas contra la pena de muerte señalan a la ejecución con gas como "sofocación experimental". (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de los aspectos más controvertidos fue el traslado de Frazier desde Michigan, un estado sin pena de muerte, a Alabama. Su madre y varios activistas en contra de la pena de muerte habían solicitado a la gobernadora Whitmer que interviniera para que Frazier completara su cadena perpetua en Michigan. Según AP, Frazier había confesado el asesinato de Pauline Brown mientras estaba bajo custodia en Detroit, lo que generó un complejo entramado legal entre ambos estados.

Antes de la ejecución, Whitmer expresó su frustración por la decisión tomada por su predecesor, Rick Snyder, quien autorizó el traslado de Frazier a Alabama. En declaraciones al Detroit News, la gobernadora afirmó: “Entiendo las súplicas y preocupaciones. Michigan no es un estado con pena de muerte”, aunque admitió que la decisión final ya no estaba en sus manos.

Tras la ejecución, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, emitió un comunicado en el que defendió la medida: “En Alabama, hacemos cumplir la ley. No vienes a nuestro estado, dañas a nuestros ciudadanos y sales impune”, afirmó, subrayando que “se hizo justicia para Pauline Brown y sus seres queridos”.

Por su parte, el fiscal general de Alabama, Steve Marshall, también respaldó la ejecución y calificó a Frazier como “un monstruo que dejó un rastro de violencia indescriptible”, según People. Marshall defendió el uso del nitrógeno hipoxígeno, asegurando que ha demostrado ser “constitucional y efectivo”.

Sin embargo, Abraham Bonowitz, director de Death Penalty Action, criticó duramente el método, describiéndolo como “sofocación experimental”. Bonowitz instó a que se realice una mayor revisión judicial antes de que Alabama continúe utilizando este procedimiento, argumentando que su uso plantea “serias dudas sobre la humanidad del proceso”.

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