“Perdí la cuenta”: la macabra confesión de una madre que mató a su hijo tras causarle 1.172 lesiones

Denaya Young confesó a la policía que golpeó a su hijo hasta que colapsó, una tragedia que ha encendido alarmas sobre la violencia doméstica en Seattle

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Denaya Young admitió haber golpeado
Denaya Young admitió haber golpeado a su hijo con un cable HDMI. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un caso estremecedor ha conmocionado a la ciudad de Seattle, donde una madre de 29 años enfrenta cargos por el asesinato de su hijo de 14 años, quien murió tras recibir una golpiza que le provocó 1.172 lesiones en todo el cuerpo. Según informó The Seattle Times, la agresión ocurrió el pasado 30 de enero, cuando Denaya Young castigó al adolescente por no haber completado sus tareas domésticas.

La brutalidad del ataque, que se prolongó durante horas, terminó con la vida del menor, quien falleció debido a un síndrome inflamatorio severo causado por los múltiples traumatismos.

De acuerdo con el informe del médico forense citado por los medios, el adolescente sufrió lesiones en la cabeza, cuello, torso, brazos y piernas. La causa de muerte fue atribuida al Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica Súbita, una condición en la que el cuerpo, al intentar enviar sangre a las áreas lesionadas, no logra mantener el funcionamiento del corazón. Este diagnóstico subraya la magnitud de las heridas infligidas durante el ataque.

“Perdí la cuenta”: la confesión de la madre tras la agresión

Según los documentos judiciales revisados por The Independent, Denaya Young admitió ante las autoridades que golpeó a su hijo con un cable HDMI después de descubrir que no había limpiado la cocina ni realizado otras tareas asignadas. En su declaración, Young relató que continuó golpeándolo incluso cuando el menor le dijo que se sentía mareado y no podía levantarse.

“Pensé que estaba fingiendo”, afirmó la mujer, quien también confesó que “perdió la cuenta” de la cantidad de veces que lo golpeó.

El ataque, que se extendió por aproximadamente tres horas, culminó cuando el adolescente colapsó. Según los reportes, Young llamó al 911 al darse cuenta de que su hijo no respondía. En su declaración a la policía, la madre reconoció que había “ido demasiado lejos” durante el castigo.

Presencia de otros familiares durante el incidente

El caso generó aún más indignación al revelarse que, durante la agresión, otros miembros de la familia se encontraban en la vivienda. Según informó KIRO, los tres hermanos menores del adolescente estaban presentes en el hogar mientras ocurría la golpiza. Además, el padrastro del menor también estaba en la casa, aunque no se ha especificado si intervino o tuvo algún papel en los hechos.

La situación de los otros niños no fue detallada en los informes, pero su presencia durante el ataque plantea interrogantes sobre el impacto psicológico que este evento podría tener en ellos. Las autoridades no han informado si se han tomado medidas de protección para los niños.

Denaya Young fue arrestada y
Denaya Young fue arrestada y enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cargos y situación legal de la madre

Denaya Young fue arrestada el mismo día de la muerte de su hijo y enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado. Según los documentos judiciales citados por The Seattle Times, la mujer permanece detenida en la cárcel del condado de King con una fianza fijada en 3 millones de dólares. Hasta el momento, no se ha confirmado si contrató un abogado o si ha presentado una declaración formal de culpabilidad o inocencia.

El cargo de asesinato en segundo grado implica que las autoridades consideran que la madre no planeó intencionalmente la muerte de su hijo, pero que su conducta fue lo suficientemente grave como para causar su fallecimiento. Este tipo de acusación podría conllevar una pena significativa de prisión si se le encuentra culpable.

Impacto y reacciones ante el caso

Organizaciones locales de protección infantil han destacado la importancia de denunciar cualquier señal de maltrato en el hogar, subrayando que este tipo de tragedias pueden prevenirse si se detectan a tiempo. Aunque no se han revelado antecedentes de abuso en la familia, el caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de apoyo y vigilancia para proteger a los menores en situaciones de riesgo.

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