Avión desaparecido en Alaska: cronología de su ruta y últimos momentos antes de ser encontrado

El avión Cessna 208B Grand Caravan EX, operado por la aerolínea regional Bering Air, fue hallado tras varias horas de intensa búsqueda en una de las regiones más inhóspitas de Alaska. La aeronave, que transportaba a nueve pasajeros y un piloto, desapareció el pasado jueves por la tarde mientras cubría la ruta entre Unalakleet y Nome, en el oeste del estado. Según USA TODAY, el último contacto con el avión se produjo sobre las aguas del Norton Sound, aproximadamente 48 kilómetros (30 millas) al sureste de Nome. En el lugar del hallazgo, los equipos de rescate encontraron restos de la aeronave y también los cuerpos de tres de las diez personas que viajaban a bordo, mientras continúa la búsqueda de los demás ocupantes.

El avión despegó de Unalakleet a las 14:37 horas del jueves, en medio de condiciones climáticas adversas, incluyendo nieve ligera, niebla y una temperatura de -8,3℃ (17℉), según informó AP. Menos de una hora después del despegue, se perdió todo contacto con la aeronave. La última señal registrada por el sitio de rastreo de vuelos FlightRadar24 indicó que el avión volaba a baja altitud sobre el mar helado del Norton Sound, un área particularmente vulnerable debido a la falta de puntos de referencia visuales y los frecuentes cambios climáticos.

La desaparición desencadenó una operación de búsqueda y rescate a gran escala, coordinada por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG), la Guardia Nacional Aérea de Alaska y diversas agencias estatales y federales. Equipos de rescate en motonieves, aviones de reconocimiento HC-130 Hercules y helicópteros MH-60 Jayhawk participaron en la operación, enfrentando temperaturas extremas de hasta -8,9℃ (16℉) y visibilidad limitada, según el Servicio Meteorológico Nacional.

El viernes por la mañana, los equipos de la Guardia Costera de Estados Unidos confirmaron que aún no habían detectado señales del avión desaparecido, según USA TODAY. Un avión HC-130 Hercules de la Estación Aérea de Kodiak realizó barridos aéreos intensivos en el área comprendida entre Nome, el destino final previsto, y White Mountain, cubriendo una distancia de aproximadamente 96 kilómetros (60 millas).

Además, un helicóptero MH-60 Jayhawk fue desplegado desde Cold Bay para unirse a los esfuerzos de búsqueda, ampliando el alcance de la operación en una región caracterizada por la falta de infraestructura vial. La aeronave operaba entre localidades que solo son accesibles por vía aérea, una realidad común en Alaska, donde muchas comunidades remotas dependen exclusivamente del transporte aéreo para su conectividad y abastecimiento.

La última ubicación conocida del avión, según FlightRadar24, se registró 38 minutos después de su despegue desde Unalakleet, sobrevolando aguas del mar de Bering. Normalmente, el vuelo entre Unalakleet y Nome dura menos de una hora, lo que subraya la rapidez con la que se produjo el incidente tras el despegue.

La participación de la Base Aérea Elmendorf en Anchorage también fue confirmada, proporcionando apoyo aéreo adicional en la búsqueda. Mientras tanto, la Guardia Costera anunció planes para desplegar boyas especiales en el hielo marino, con el objetivo de rastrear movimientos que pudieran ofrecer pistas sobre el paradero de la aeronave.

El vuelo desaparecido seguía una de las rutas más críticas en el oeste de Alaska, conectando dos comunidades que dependen en gran medida de la aviación. Nome, famosa por su historia ligada a la fiebre del oro y por ser la meta de la icónica carrera de trineos con perros Iditarod, alberga a unos 3.700 habitantes y solo es accesible por trineo, motonieve, barco o avión, según el Nome Convention and Visitors Bureau.

Por su parte, Unalakleet, una aldea de alrededor de 800 personas, es descrita por Travel Alaska como la comunidad Iñupiaq más al sur de Alaska. Similar a Nome, Unalakleet carece de carreteras de conexión y solo es accesible por vía aérea, lo que hace que el transporte en pequeños aviones sea esencial para la vida diaria de sus habitantes.

El avión siniestrado, un Cessna 208B Grand Caravan EX con matrícula N321BA, es conocido por su fiabilidad en operaciones en climas extremos y pistas no pavimentadas. Según el fabricante Cessna, este modelo está diseñado para “misiones desafiantes, con alta capacidad de carga útil y apto para pistas cortas y accidentadas, manteniendo la simplicidad y economía de un motor único”.

Bering Air, la aerolínea responsable del vuelo, opera desde 1979 y es una empresa familiar con sede en Nome. La compañía ofrece vuelos regulares, chárter y transporte de carga en el oeste de Alaska, atendiendo rutas entre Nome, Unalakleet y otras 32 comunidades. Según FlightRadar24, cuenta con una flota de 39 aviones y helicópteros adaptados para operar en entornos extremos.

La desaparición del avión provocó una respuesta inmediata de la comunidad local y de las autoridades estatales. El Departamento de Bomberos Voluntarios de Nome instó a la población a no organizar búsquedas independientes debido a las condiciones climáticas peligrosas, señalando: “Pedimos al público que piense en quienes están desaparecidos en este momento. Recomendamos a las familias buscar apoyo en la Norton Sound Health Corp.”

El senador de Alaska, Dan Sullivan, declaró en redes sociales que había hablado con la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, quien planeaba viajar a Alaska para coordinar la investigación del incidente y brindar asistencia a las familias afectadas. “Nuestras oraciones están con los desaparecidos, sus familias y los equipos de rescate que realizan un trabajo heroico en condiciones climáticas muy difíciles”, escribió Sullivan.

Por su parte, la senadora Lisa Murkowski expresó en la red social X: “Nuestras oraciones están con todos los que están en el avión desaparecido en el oeste de Alaska, la familia de Bering Air y toda la comunidad de Nome”.

Este incidente se suma a una larga lista de accidentes aéreos en Alaska, un estado que, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), registra una proporción desproporcionadamente alta de accidentes de taxi aéreo y vuelos comerciales en comparación con el resto de Estados Unidos. Las difíciles condiciones climáticas, la geografía montañosa y la falta de infraestructura vial son factores que aumentan el riesgo para la aviación en la región.

El incidente también ocurre en un contexto de varios accidentes aéreos recientes en Estados Unidos. En los últimos días de enero se registraron dos colisiones fatales: una entre un avión comercial y un helicóptero del Ejército cerca de Washington, D.C., que dejó 67 muertos, y otra de un avión de transporte médico en Filadelfia, con siete fallecidos y más de 20 heridos.

Además, se han reportado incidentes en aeropuertos importantes de Chicago, Seattle y Houston, incluyendo la colisión de un avión de Japan Airlines con una aeronave de Delta Air Lines en tierra en el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma.