La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), creada para proteger a los consumidores financieros, se encuentra ahora en el centro de la tormenta. Según reportes de Bloomberg, Christopher Young, Nikhil Rajpal y Gavin Kliger, miembros del equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el empresario y asesor de Donald Trump, Elon Musk, ingresaron a la sede de la CFPB este viernes en Washington. “Esta es una señal de que podrían avecinarse recortes significativos en la agencia”, indicó un comunicado del sindicato NTEU 335 de empleados de la CFPB.
La llegada de Musk y su equipo ocurre luego de sus recurrentes críticas a la agencia. Según Politico, esta acción sigue a una publicación de Musk en su plataforma de redes sociales X (anteriormente Twitter) en noviembre, donde pidió explícitamente eliminar la agencia con el mensaje: “Delete CFPB”. Además, en línea con los cambios impulsados, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, asumió como director interino de la CFPB tras el despido de Rohit Chopra, ordenado por el expresidente Donald Trump. Poco después de asumir su cargo, Bessent dio la instrucción de detener las actividades de comunicación pública y reducir otras operaciones clave en la oficina.
El sindicato de empleados de la CFPB ha expresado su descontento de manera mordaz, calificando las acciones impulsadas por DOGE como perjudiciales para el futuro de la protección financiera del consumidor. Según el mencionado sindicato citado por Politico, “los miembros de la Unión CFPB dan la bienvenida a nuestros nuevos colegas y esperan con ansias el olor a desodorante Axe en nuestros ascensores… mientras Musk permite a sus operativos evadir políticas de ciberseguridad y sembrar el caos con sus habilidades primerizas de codificación”.
Por otra parte, WIRED informó que los empleados de DOGE están obteniendo acceso a sistemas críticos de la CFPB, incluyendo plataformas relacionadas con recursos humanos, adquisición y financiamiento. Según un correo electrónico interno citado por el medio, Adam Martínez, director operativo de la CFPB, confirmó en un correo el viernes por la mañana que los nuevos integrantes manejarán accesos en modalidad “de sólo lectura”. “DOGE anoche y estarán mañana de regreso. Necesitarán acceso de sólo lectura a nuestros sistemas HR Connect/NFC, PRISM y Discoverer”, escribió Martínez. El impacto potencial de este acceso suscita preocupaciones sobre el manejo de datos sensibles tanto de empleados como de operaciones.
La repercusión sobre el control de DOGE en otras agencias tampoco pasa desapercibida. Como señala Bloomberg, Nikhil Rajpal también se ha vinculado a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), mientras que Gavin Kliger desempeñó un papel clave en los esfuerzos para desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En este contexto, WIRED destacó que la acción de DOGE en la NOAA y el sistema de manejo de pagos del Departamento del Tesoro permite a dicho equipo extender sus capacidades dentro de la estructura gubernamental estadounidense.
Parte del debate sobre la legitimidad de estas incursiones se centra en la naturaleza y estructura de financiación de la CFPB, establecida bajo la Ley Dodd-Frank de 2010 tras la crisis financiera. Como destacó Politico, “el director único de la CFPB tiene amplia libertad para configurar la agencia, incluyendo la capacidad de reducir su presupuesto a cero si así lo decide”. Este diseño, según defensores y críticos, otorga tanto independencia como vulnerabilidad a la oficina.
En respuesta, algunos miembros del Congreso de los Estados Unidos, principalmente demócratas, han levantado la voz contra las acciones del DOGE. Bloomberg citó a voces del Capitolio señalando que “el Congreso es la única entidad que tiene la autoridad legal para desmantelar la agencia”, argumentando que el actuar unilateral del DOGE transgrede los procedimientos establecidos. Adicionalmente, sindicatos han interpuesto demandas para frenar el desmantelamiento de varias instituciones clave, como USAID, orquestadas por el equipo de Musk.
La llegada de Musk al panorama regulatorio profundiza las críticas ya existentes hacia la CFPB desde diversos sectores. Mientras el Partido Republicano y varias instituciones financieras cuestionan tradicionalmente el alcance amplio de sus regulaciones, otros observadores destacan los riesgos de que su debilitamiento afecte la protección del consumidor, en particular frente a prácticas bancarias desleales y riesgos financieros masivos.
En este sentido, la transición impulsada por Musk introduce interrogantes no solo operativas, sino también éticas, en torno al futuro de las protecciones financieras estadounidenses. Como enfatizó WIRED, este movimiento no es aislado, sino parte de una estrategia más amplia de reestructuración gubernamental que sigue teniendo implicaciones tanto políticas como sociales.