El Departamento de Justicia demandó a Illinois y Chicago por no cooperar en las detenciones de migrantes

La acción legal busca anular normativas locales que, según el gobierno federal, dificultan la cooperación entre las autoridades estatales y los agentes de inmigración, en medio de una creciente disputa sobre el alcance de las políticas migratorias en Estados Unidos

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El logo del Departamento de
El logo del Departamento de Justicia de Estados Unidos en la sede de esa agencia en Washington el 23 de agosto del 2024. (AP foto/Mark Schiefelbein)

En un nuevo episodio de tensiones entre el gobierno federal y las autoridades locales, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, presentó una demanda contra el estado de Illinois, la ciudad de Chicago, el condado de Cook y la oficina del sheriff de este último. Según CBS News, la demanda, interpuesta el jueves, acusa a estas jurisdicciones de obstaculizar la aplicación de las leyes federales de inmigración mediante normativas locales diseñadas para proteger a los migrantes. Este recurso legal marca el primer intento formal de la administración Trump para contrarrestar las políticas locales que, según sostiene, dificultan las operaciones migratorias federales.

El documento presentado por el Departamento de Justicia alega que las leyes estatales y locales en Illinois y Chicago no solo interfieren con la implementación de la normativa migratoria federal, sino que también discriminan al propio gobierno federal. Según la demanda, estas regulaciones habrían facilitado la liberación de “innumerables criminales” que, de otro modo, habrían sido retenidos para su posterior deportación.

El Departamento argumenta que esta situación ha complicado la detención de migrantes indocumentados y ha puesto en riesgo la seguridad pública. En respuesta, las autoridades locales defendieron sus políticas, asegurando que cumplen con la legislación federal y están diseñadas para priorizar la seguridad de sus comunidades.

Esta acción judicial se produce en un contexto de creciente fricción entre el gobierno de Trump y ciudades que se han declarado “santuarios” para migrantes, un conflicto que refleja diferencias fundamentales sobre la autonomía local frente al poder federal.

Migrantes en Chicago enfrentan un
Migrantes en Chicago enfrentan un panorama legal incierto tras la demanda del Departamento de Justicia de Trump contra las leyes locales que protegen a estas comunidades. (EFE/EPA/Sarah Yenesel)

El impacto de las leyes locales en la aplicación federal de inmigración

Según el Departamento de Justicia, más de 13.000 migrantes indocumentados fueron arrestados por autoridades de inmigración en Illinois entre 2016 y 2025. Sin embargo, las leyes locales, como la Illinois TRUST Act, han limitado significativamente la cooperación entre las agencias locales y federales, lo que ha generado tensiones continuas. Esta legislación prohíbe a las fuerzas del orden locales compartir información clave con las autoridades federales de inmigración, salvo en casos relacionados con delitos graves. Para la administración Trump, esta falta de colaboración supone un obstáculo directo a la detención y deportación de personas que residen de forma irregular en el país.

La Illinois TRUST Act, promulgada en 2017 con el apoyo de un gobernador republicano, se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción. La ley establece que las agencias estatales y locales no pueden detener a una persona únicamente por una solicitud de retención migratoria de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) sin una orden judicial. En un comunicado, la oficina del gobernador de Illinois, JB Pritzker, defendió la legislación, afirmando que está en plena conformidad con las leyes federales y que su objetivo principal es permitir que las fuerzas del orden se centren en la lucha contra el crimen, en lugar de actuar como agentes de inmigración.

“El TRUST Act refleja los valores de Illinois y fortalece la relación entre las comunidades migrantes y la policía, lo que contribuye a una mayor seguridad para todos”, señaló la oficina del gobernador. Además, se argumentó que la cooperación obligatoria con las autoridades migratorias podría generar desconfianza entre las comunidades migrantes, lo que dificultaría la denuncia de delitos y la colaboración con la policía local.

Por su parte, el sheriff del condado de Cook enfatizó que su oficina no establece políticas migratorias, sino que opera bajo las leyes locales y estatales vigentes. En un comunicado, se destacó un caso reciente en el que se notificó a ICE sobre la liberación de un detenido con una orden de arresto federal, quien finalmente fue entregado a las autoridades migratorias. “Nuestra obligación es con la seguridad de la comunidad y el cumplimiento de la ley, en todos los niveles”, afirmó el sheriff, subrayando que su oficina continuará colaborando con las autoridades federales cuando existan órdenes judiciales válidas.

El gobernador de Illinois, JB
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, defendió las leyes estatales de inmigración, afirmando que priorizan la seguridad de las comunidades locales. (REUTERS/Mike Segar)

Respuestas de las autoridades locales y el contexto legal de la demanda

El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, también reaccionó con firmeza ante la demanda, reafirmando el compromiso de la ciudad como un lugar acogedor para todos sus residentes, independientemente de su estatus migratorio. En un comunicado, Johnson sostuvo que “la seguridad de los habitantes de Chicago sigue siendo una prioridad”, y añadió que la ciudad defenderá sus valores frente a los intentos del gobierno federal por imponer políticas migratorias que considera contrarias a los derechos de sus comunidades.

El contexto de esta demanda está estrechamente vinculado a las directrices de la administración Trump en materia de inmigración. Un día antes de la presentación de la demanda, la fiscal general Pam Bondi ordenó suspender los fondos federales destinados a las jurisdicciones que, según su criterio, interfieren de manera ilegal con las operaciones de las fuerzas del orden federales. En un memorando dirigido a los fiscales de todo el país, Bondi instó a tomar medidas legales contra aquellos estados y localidades que no cumplan con las políticas migratorias del gobierno federal.

El documento hace referencia a la Cláusula de Supremacía de la Constitución de Estados Unidos, que establece que las leyes federales prevalecen sobre las estatales y locales. Según el Departamento de Justicia, las leyes de Illinois y Chicago violan esta cláusula al impedir la implementación de políticas migratorias federales. Emil Bove, fiscal general adjunto en funciones, sostuvo en un memorando de enero que las autoridades locales están obligadas a cumplir con las iniciativas federales en materia de inmigración, independientemente de las políticas locales que puedan existir.

El alcalde de Chicago, Brandon
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, reiteró el compromiso de la ciudad de proteger a sus residentes, independientemente de su estatus migratorio. (REUTERS/Vincent Alban)

Operativos federales y el futuro de la disputa legal

En las semanas previas a la presentación de la demanda, altos funcionarios del Departamento de Justicia, incluido Emil Bove, viajaron a Chicago para supervisar personalmente las operaciones de aplicación de la ley migratoria en la ciudad. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio de la administración de Trump para reforzar la aplicación de sus políticas migratorias en todo el país, especialmente en jurisdicciones que han adoptado posturas de protección hacia los migrantes.

La disputa legal entre el gobierno federal y las autoridades de Illinois y Chicago promete ser prolongada y compleja. Mientras el Departamento de Justicia busca que un juez invalide las leyes locales que considera obstructivas, las autoridades estatales y municipales han dejado claro que están dispuestas a defender sus normativas en los tribunales. El gobernador Pritzker aseguró recientemente que Illinois continuará legislando para proteger a sus residentes, independientemente de su estatus migratorio, y que luchará contra cualquier intento de “erosionar la autonomía estatal”.

Este enfrentamiento legal no solo pone de manifiesto las tensiones entre distintos niveles de gobierno en Estados Unidos, sino que también plantea cuestiones fundamentales sobre el equilibrio de poderes y el alcance de la autoridad federal en cuestiones de inmigración. A medida que avance el proceso judicial, se espera que tenga implicaciones significativas tanto para la política migratoria del país como para la relación entre el gobierno federal y los estados que adoptan políticas contrarias a sus directrices.

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