Un “detector paranormal” lo asustó y creyó que su novia lo devoraría: ahora enfrenta cargos por asesinato

Un hombre en Pensilvania ha sido acusado de asesinato tras confesar que disparó a su pareja porque temía que ella y otras personas intentaran matarlo y comérselo. Jared Wolfe, de 46 años, enfrenta siete cargos, incluidos asesinato en primer y tercer grado, luego de que admitiera haber matado a Jane A. White, también de 46 años, en un suceso que ha conmocionado a la comunidad de Northumberland County.

El crimen ocurrió el pasado 3 de enero, cuando White fue hallada muerta en el lugar con una herida de bala en el pecho. Según documentos judiciales, Wolfe explicó a la policía que su miedo surgió después de usar un dispositivo que denominó como un “medidor paranormal”, el cual, según él, registró una lectura que lo llevó a creer que su vida estaba en peligro. La investigación ha revelado que, momentos antes del asesinato, ambos habían consumido marihuana en la casa de un amigo, aunque Wolfe declaró posteriormente que no estaba seguro de qué sustancia había fumado, según con los reportes de The Daily Item, PennLive y The News-Item; fuentes mencionadas por PEOPLE.

Los investigadores han señalado que Wolfe no tenía antecedentes de comportamiento violento previo ni reportes de problemas psicológicos registrados en el sistema judicial. Sin embargo, testimonios de personas cercanas indicaron que en los últimos meses había mostrado signos de paranoia y desconfianza extrema hacia quienes lo rodeaban. En mensajes publicados en redes sociales antes del crimen, Wolfe había mencionado temas relacionados con teorías de conspiración y fuerzas sobrenaturales, aunque no está claro si esto influyó directamente en su estado mental la noche del asesinato.

El incidente comenzó cuando Wolfe y White visitaron a un amigo, donde consumieron marihuana. Fue en esa casa donde Wolfe utilizó el mencionado “medidor paranormal” sobre una estatua, afirmando que la lectura obtenida indicaba que estaba en peligro. A partir de ese momento, su comportamiento se tornó errático y comenzó a manifestar miedo extremo, asegurando que White y las personas presentes querían asesinarlo y comérselo.

Según la declaración jurada de arresto, tras sentir esta amenaza, Wolfe abandonó la casa y fue hasta su vehículo para recuperar un arma de fuego. Luego, regresó y disparó a White en el pecho. La policía de Sunbury, encabezada por el oficial Trey Kurtz, respondió al llamado de emergencia y encontró el cuerpo de White en el lugar. El forense confirmó que la causa de muerte fue un disparo en el pecho y que la mujer falleció instantáneamente.

La muerte de White ha dejado un vacío irreparable en su familia, especialmente en sus dos hijos. Según el National Gun Violence Memorial, White era una mujer creativa y dedicada, conocida por su trabajo como artista y fotógrafa, además de su rol como madre y cuidadora. En su página conmemorativa, allegados han compartido mensajes recordando su calidez y talento.

“Era una madre y persona increíble. Su vida fue arrebatada sin ninguna razón”, se lee en una de las notas anónimas. Otro mensaje, escrito por uno de sus hijos, expresa: “Pienso en ti todos los días, mamá. Te amo muchísimo”. Su familia y amigos han organizado vigilias en su honor, exigiendo justicia y pidiendo mayor conciencia sobre la violencia doméstica.

Este miércoles 5 de febrero, un juez determinó que Jared Wolfe enfrentará juicio por los siete cargos presentados en su contra. De acuerdo con los documentos judiciales revisados por PEOPLE, entre las acusaciones figuran asesinato en primer y tercer grado, además de dos cargos de asalto agravado.

Hasta el momento, no se ha informado si Wolfe ha presentado una declaración de culpabilidad o inocencia. Su abogado defensor no ha respondido a las solicitudes de comentarios realizadas por los medios. La fiscalía argumenta que el acusado actuó de manera deliberada y que no hay pruebas que respalden su temor de ser atacado.

Por otro lado, la defensa podría argumentar que Wolfe sufrió un episodio de psicosis o paranoia extrema, posiblemente influenciado por el consumo de sustancias. Este factor será clave en la estrategia legal y podría determinar si el acusado es declarado culpable o si se considera que no estaba en pleno uso de sus facultades al momento del crimen.

El asesinato de Jane A. White ha reavivado el debate sobre la violencia doméstica y el fácil acceso a armas de fuego en Estados Unidos. Aunque las circunstancias del crimen son inusuales, la realidad es que muchas víctimas de violencia doméstica mueren a manos de sus parejas, especialmente cuando hay armas de fuego involucradas.

De acuerdo con el National Domestic Violence Hotline, la presencia de un arma en una relación abusiva incrementa el riesgo de homicidio en un 500%. Organizaciones de defensa de las víctimas han señalado que es necesario reforzar las leyes sobre el control de armas y mejorar el acceso a recursos para personas en riesgo.

Para quienes enfrenten situaciones de violencia doméstica, la Línea Nacional de Violencia Doméstica en Estados Unidos ofrece asistencia gratuita y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana, en más de 170 idiomas. Las personas pueden comunicarse al 1-800-799-7233 o visitar el sitio web thehotline.org para obtener ayuda.

El crimen de Jane A. White ha dejado una serie de interrogantes sobre la salud mental de Jared Wolfe y las circunstancias que lo llevaron a actuar de manera tan violenta. Aunque su confesión menciona un miedo irracional a ser asesinado y devorado, el proceso judicial deberá esclarecer si su estado mental puede ser considerado como un factor atenuante o si se le aplicará la pena máxima por homicidio.

Mientras tanto, la comunidad de Northumberland County sigue consternada por la tragedia y recordando a White como una mujer talentosa y amorosa cuya vida fue arrebatada de manera abrupta. Su familia y seres queridos continúan exigiendo justicia, esperando que este caso sirva para generar conciencia sobre la violencia de pareja y la necesidad de mejores medidas de prevención.