Helicóptero militar pudo haber volado más alto de lo permitido antes del choque fatal en Washington D.C.

Mientras continúan las investigaciones, poco a poco salen a la luz más detalles sobre el trágico accidente aéreo que se cobró la vida de 67 personas

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El accidente se cobró la
El accidente se cobró la vida de 67 personas. (REUTERS/Eduardo Munoz)

El accidente aéreo ocurrido hace una semana en las inmediaciones del río Potomac, cerca de Washington, DC, sigue generando interrogantes mientras las autoridades continúan investigando las causas del choque entre un helicóptero militar Sikorsky UH-60 Black Hawk y un avión comercial de American Airlines, que dejó un saldo de 67 víctimas mortales.

Según informó la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), datos recientes de radar terrestre indican que el helicóptero podría haber estado volando a una altitud superior a la permitida en el momento de la colisión.

De acuerdo con la información publicada por la NTSB y citada por CNN, los “datos de trayectoria de vuelo de mejor calidad” disponibles muestran que el helicóptero se encontraba a aproximadamente 91 metros altitud cuando ocurrió el impacto con el vuelo 5342, un Bombardier CRJ700, que se aproximaba al aeropuerto nacional Reagan.

Discrepancias en los datos de control aéreo complican la investigación

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La NTSB aseguró que el helicóptero Black Hawk volaba a casi 100 metros más de la altura permitida. (REUTERS/Eduardo Munoz)

Esta cifra contrasta con las regulaciones establecidas por la Administración Federal de Aviación (FAA), que limitan la altitud de vuelo en esa ruta específica a un máximo de 61 metros.

Aunque los datos de radar parecen indicar que el helicóptero superó la altitud permitida, la situación sigue siendo confusa debido a discrepancias en la información proporcionada por los sistemas de control aéreo. Según detalló la NTSB, el radar de la torre de control del aeropuerto Reagan mostraba que el Black Hawk volaba a 61 metros, mientras que el registrador de datos de vuelo del avión comercial indicaba que este último se encontraba a 99 metros en el momento del accidente. Estas diferencias han dificultado establecer con precisión las posiciones de ambas aeronaves antes del impacto.

El miembro de la junta de la NTSB, J. Todd Inman, señaló durante el fin de semana que los investigadores aún no han podido explicar estas inconsistencias. Además, la recuperación de los restos del helicóptero, que permanecen sumergidos en el río Potomac, es crucial para obtener datos adicionales que permitan esclarecer los hechos.

Suspensión de rutas y medidas preventivas tras el accidente

Las autoridades siguen investigando las
Las autoridades siguen investigando las razones detrás del incidente. (REUTERS/Eduardo Munoz)

El helicóptero involucrado en el incidente estaba basado en Fort Belvoir, Virginia, y realizaba un ejercicio de entrenamiento rutinario. Según los datos proporcionados por la FAA, las rutas asignadas a este tipo de operaciones están claramente delimitadas en los mapas de navegación aérea, y cualquier desviación de las altitudes establecidas podría representar un riesgo significativo para la seguridad.

La NTSB había programado varias conferencias de prensa para informar sobre los avances en la investigación, pero estas fueron canceladas tanto el lunes como el martes, lo que ha generado expectativas sobre los próximos pasos de la agencia. En su lugar, la NTSB emitió un comunicado en el que confirmó que los datos son los de mejor calidad, sin embargo, se redondean a “los 100 pies más cercanos”, lo que podría introducir un margen de error en las mediciones.

El análisis de los restos del helicóptero, una vez recuperados, será fundamental para corroborar la información obtenida hasta ahora y determinar si hubo fallos técnicos, errores humanos o una combinación de ambos factores. Mientras tanto, las familias de las víctimas y la comunidad aeronáutica esperan respuestas sobre cómo pudo ocurrir un accidente de esta magnitud en un espacio aéreo tan controlado como el de la capital estadounidense.

“Los investigadores de la NTSB continúan transcribiendo las grabadoras de voz de la cabina de ambos aviones. El trabajo de sincronización de la grabadora de datos de vuelo del Black Hawk y la grabadora de voz de la cabina está en curso”, concluyeron los miembros de la NTSB.

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