Bill Gates, conocido mundialmente por ser el magnate el fundador de Microsoft, ha transitado un camino que lo llevó de ser un joven prodigio de la tecnología a convertirse en uno de los filántropos más influyentes del mundo. Su vida está marcada por anécdotas que reflejan tanto ingenio como un carácter único, desde su juventud hasta su papel actual en la lucha por mejorar la salud global.
Como prueba de lo anterior, la anécdota que contó durante un diálogo reciente con CBS News, donde admitió haber sido arrestado a los 21 años.
“Me multaron tres veces por exceso de velocidad cuando conducía desde Albuquerque hasta Seattle. En ese único viaje. Pero es uno largo”, subrayó mientras dejaba escapar una sonrisa.
El momento en que supo que era diferente
El medio detalló que Gates dejó Harvard para enfocarse en un proyecto que cambiaría el mundo: la creación de software que impulsaría la revolución informática. En lugar de construir computadoras, su visión se centró en desarrollar los programas que las harían funcionar.
Este enfoque lo llevó a lanzar Windows 95, un sistema operativo que marcó un antes y un después en la industria tecnológica. Para entonces, Gates ya era un multimillonario en sus 30 años y una figura central en el mundo de la tecnología.
A pesar de su éxito, Gates tomó la decisión de dejar el cargo de director ejecutivo de Microsoft hace más de 25 años. Según explicó a CBS News, una de sus mayores preocupaciones era el impacto que su salida podría tener en la compañía. “¿Qué pasaría si me iba y la empresa iba muy mal? Me sentiría terrible y no sabría si debería regresar o no”, comentó. Sin embargo, destacó que sus sucesores han hecho un trabajo excepcional, lo que le permitió enfocarse en otros proyectos.
Durante el lanzamiento de su software, Gates afirmó que “Windows ‘95 es tan fácil que hasta un presentador de un programa de entrevistas podía entenderlo”.
En su entrevista con el medio, el hombre detrás de Microsoft admitió que sus habilidades sociales se desarrollaron “muy lentamente”. “Así que, a excepción de algunos chicos parecidos a mí, no tenía muchos amigos”.
CBS News reporta que Gates sabía ser diferente. Sus padres y profesores también lo tenían claro. Explicó que ahora, cuando se concentra, en algunas ocasiones comienza a balancearse, algo que suele molestar a la gente sin que él se dé cuenta. “Ni siquiera he superado ese tipo de comportamiento. Es un hábito. Quiero decir, (mis padres) me pusieron en un caballito de madera para ayudarme a dormir, me pusieron en una cuna. Así que, definitivamente, es culpa de ellos”, admitió.
“Quiero decir, incluso hoy en día no existe ninguna medicina mágica que elimine la parte mala y te permita conservar la parte buena”, acotó el millonario.
Un legado que trasciende el mundo de la tecnología
En la actualidad, Gates es reconocido principalmente por su labor filantrópica. Ha donado cerca de 80.000 millones de dólares a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, según reportó CBS News. La mayor parte de estos fondos proviene de su propio patrimonio y se han destinado a iniciativas relacionadas con la salud global.
El compromiso de Gates con estas causas lo ha llevado a colaborar con figuras destacadas, como el músico Bono, quien le regaló un automóvil eléctrico Fiat RED por su cumpleaños. “Hemos estado trabajando juntos en este tema de la salud mundial durante mucho tiempo”, explicó Gates al medio.
Aunque para muchos siempre será “el hombre de Microsoft”, Gates ha demostrado que su impacto va mucho más allá de la tecnología. Su capacidad para identificar problemas globales y movilizar recursos para solucionarlos lo ha convertido en una figura clave en la lucha por un mundo más equitativo.
Tal como publicó CBS News, su transición de empresario a filántropo es un ejemplo de cómo el éxito puede ser utilizado para generar un cambio positivo en la sociedad.