Tragedia aérea en Washington revive el dolor del desastre de 1961 que enlutó al patinaje artístico

No es la primera vez que un siniestro aéreo golpea al deporte, truncando el legado de grandes atletas

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Fotografías de los atletas Jinna
Fotografías de los atletas Jinna Han y Spencer Lane, y de los entrenadores Vadim Naumov y Evgenia Shishkova, todos ellos fallecidos en el accidente del vuelo 5342 de American Eagle en Washington, DC, expuestas en el Club de Patinaje de Boston en Norwood, Massachusetts. (REUTERS/Brian Snyder)

El mundo del patinaje artístico enfrenta una tragedia que ha conmocionado a su comunidad. Un accidente aéreo ocurrido el miércoles por la noche en Washington, D.C. dejó múltiples víctimas, entre ellas campeones mundiales, jóvenes promesas y sus familiares. Según CNN, el siniestro involucró un avión de American Airlines y un helicóptero militar Black Hawk, que colisionaron en pleno vuelo. No hubo sobrevivientes.

De acuerdo con un comunicado de U.S. Figure Skating, las víctimas regresaban del Campamento Nacional de Desarrollo, realizado en conjunto con los Campeonatos Nacionales de Patinaje Artístico de Estados Unidos en Wichita, Kansas. La organización expresó su consternación y señaló: “Estos atletas, entrenadores y familiares eran parte integral de nuestra comunidad. Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y acompañamos a las familias de las víctimas en su dolor”.

El número exacto de fallecidos vinculados al patinaje artístico no ha sido confirmado por U.S. Figure Skating, pero el Skating Club of Boston informó que entre ellos se encuentran una pareja de campeones mundiales, dos jóvenes patinadores y sus madres.

Un barco de búsqueda y
Un barco de búsqueda y rescate opera a lo largo del río Potomac cerca del lugar del accidente después de que el vuelo 5342 de American Eagle colisionara con un helicóptero mientras se aproximaba al aeropuerto nacional Ronald Reagan de Washington y se estrellara en el río Potomac. (REUTERS/Carlos Barria)

Un accidente que revive la tragedia de 1961

El siniestro ha traído a la memoria el desastre aéreo de 1961, cuando un avión que transportaba a todo el equipo estadounidense de patinaje artístico al Campeonato Mundial en Praga, Checoslovaquia, se estrelló en Bélgica. En aquel accidente murieron 73 personas, incluidos 18 patinadores, sus entrenadores y figuras clave del deporte, lo que dejó un vacío en la disciplina durante décadas.

En esta ocasión, la pérdida incluye a Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales de 1994, quienes marcaron una época con su estilo innovador. Tras emigrar a Estados Unidos en los años 90, se dedicaron a entrenar a nuevas generaciones. Ambos eran padres de Maxim Naumov, patinador de 23 años que recientemente obtuvo el cuarto lugar en los Campeonatos Nacionales de Estados Unidos.

El Skating Club of Boston, al que pertenecían Shishkova, Naumov y su hijo, también perdió a otros miembros destacados en el accidente. La tragedia impactará los Campeonatos Mundiales de Patinaje Artístico programados para marzo en Boston, un evento que ahora se desarrollará en medio del luto.

ARCHIVO – Los rusos Evgenia
ARCHIVO – Los rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov se presentan en el evento de parejas de la competencia internacional de patinaje sobre hielo Trofeo NHK en Nagoya, en el centro de Japón, el 9 de diciembre de 1995. (AP Foto/Shizuo Kambayashi, File)

Jóvenes promesas del patinaje entre las víctimas

Entre los fallecidos también se encuentran Jinna Han, de 13 años, y Spencer Lane, de 16 años, dos patinadores en ascenso dentro de la escena estadounidense. Según el Skating Club of Boston, ambos asistieron al Campamento Nacional de Desarrollo para entrenar con figuras de élite tras los Campeonatos Nacionales.

Jinna, quien en 2023 superó la prueba de habilidades más avanzada de U.S. Figure Skating, era reconocida por su madurez y talento. Doug Zeghibe, director ejecutivo del club, destacó su crecimiento y la describió como “una gran competidora, una gran intérprete y una gran niña”.

Spencer, por su parte, había ganado recientemente la competencia seccional del Este en la categoría intermedia. Antes del accidente, compartió en redes sociales una imagen del ala del avión con la inscripción “ICT -> DCA”, en referencia a los aeropuertos de Wichita y Washington.

Los patinadores fallecidos regresaban del
Los patinadores fallecidos regresaban del Campamento Nacional de Desarrollo, un evento clave para la preparación de futuras estrellas del deporte. (Crédito: captura de pantalla / Ig / Spencer Lane)

El trágico vuelo que enlutó al patinaje artístico en 1961

El accidente aéreo de 1961 fue un desastre que marcó la historia del patinaje artístico en Estados Unidos. Ocurrió el 15 de febrero de 1961, cuando el vuelo Sabena 548, operado por la aerolínea belga Sabena, se estrelló en Bérgamo, Bélgica, mientras se dirigía a Bruselas. A bordo viajaba el equipo completo de patinaje artístico de Estados Unidos, junto con entrenadores, jueces y familiares, rumbo al Campeonato Mundial de Patinaje Artístico en Praga, Checoslovaquia.

Detalles del accidente:

  • La aeronave era un Boeing 707, que despegó de Nueva York con destino a Bruselas, donde los pasajeros harían una conexión hacia Praga.
  • Durante la aproximación al aeropuerto de Bruselas, el piloto reportó problemas mecánicos, pero no envió una señal de emergencia antes de que el avión cayera en un campo cercano a la localidad de Berg-Kampenhout.
  • No hubo sobrevivientes y la causa exacta del accidente nunca se determinó con certeza, aunque se sospecha de fallas mecánicas o un error del piloto.

Impacto en el patinaje artístico:

  • El accidente dejó un vacío generacional en el patinaje artístico estadounidense, ya que se perdieron atletas que habrían representado al país en futuras competencias.
  • El desastre influyó en la decisión de la Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo (ISU) de cancelar los Campeonatos Mundiales de 1961, como muestra de respeto a los fallecidos.

Este accidente sigue siendo una de las mayores tragedias en la historia del patinaje artístico y, hasta la fecha, es un recordatorio del impacto que un evento así puede tener en el desarrollo de un deporte.

El impacto emocional en la comunidad del patinaje

El dolor ha unido a la comunidad del patinaje en homenajes y muestras de solidaridad. Nancy Kerrigan, dos veces medallista olímpica, y Dr. Tenley Albright, la primera mujer estadounidense en ganar el oro olímpico en 1956, se reunieron en el Skating Club of Boston para recordar a las víctimas.

Albright, quien perdió a más de una docena de amigos en el accidente de 1961, expresó su desconcierto ante esta nueva tragedia. “No sé cómo manejar esto”, dijo la patinadora de 89 años, recordando que en aquel entonces no viajó a Praga porque cursaba su último año de medicina.

Kerrigan, visiblemente afectada, mencionó que conocía a algunos de los fallecidos. “Los niños aquí trabajan muy duro. Sus padres hacen grandes sacrificios para que puedan estar aquí. Siento un profundo dolor por los atletas, sus familias y por todos los que estaban en ese avión”, afirmó.

Vadim Naumov, Evgenia Shishkova y
Vadim Naumov, Evgenia Shishkova y Maxim Naumov (Crédito: Instagram @maxim.naumov_)

Un deporte marcado por tragedias aéreas

La catástrofe de esta semana revive el trauma del accidente de 1961, un suceso que aún resuena en la historia del patinaje artístico. Entre las víctimas de aquella tragedia estaban los campeones de danza sobre hielo Diane Carol Sherbloom y Larry Pierce, además de la entrenadora de renombre Maribel Yerxa Vinson-Owen y su hija, la patinadora olímpica Maribel Yerxa Owen.

En honor a los fallecidos de 1961, U.S. Figure Skating estableció un fondo conmemorativo que ha otorgado más de 20 millones de dólares en apoyo a atletas para cubrir gastos deportivos y educativos. Sin embargo, como destacó la analista de CNN, Christine Brennan, el deporte enfrenta una nueva tragedia de magnitud similar.

“Esta calamidad ha truncado las vidas y sueños de jóvenes atletas que aspiraban a representar a Estados Unidos en competencias internacionales y en los Juegos Olímpicos”, afirmó Brennan.

La comunidad del patinaje artístico, golpeada nuevamente por la tragedia, ahora se enfrenta al desafío de honrar la memoria de las víctimas mientras busca reconstruirse y seguir adelante en medio del dolor.

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