Exagente de policía en Nueva York enfrenta cargos tras simular un tiroteo mientras estaba de servicio

La justicia investiga un presunto engaño que desató un amplio operativo policial y puso en duda la integridad de las fuerzas de seguridad

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El policía fingió haber sido
El policía fingió haber sido agredido. (EFE)

Un caso que ha sacudido a las autoridades de Nueva York involucra a un exagente de la policía estatal, Thomas J. Mascia Jr., quien se entregó a las autoridades el pasado lunes 27 de enero de 2025 tras ser acusado de haber simulado un tiroteo en el cumplimiento de su deber. Según informó People, el incidente, que inicialmente generó una intensa búsqueda policial, resultó ser un montaje elaborado por el propio Mascia, quien ahora enfrenta cargos por manipulación de pruebas, reporte falso de un incidente y mala conducta oficial.

El supuesto tiroteo ocurrió el 30 de octubre de 2024, cuando Mascia, de 27 años, reportó haber sido herido de bala en la pierna mientras inspeccionaba un vehículo averiado en la autopista Southern State Parkway, en North Massapequa, Nueva York. Según detalló People, el exagente afirmó que el disparo provenía de un hombre descrito como afroamericano o hispano de piel oscura, quien conducía un Dodge Charger negro. Este reporte desencadenó una búsqueda masiva del vehículo y del supuesto agresor, mientras Mascia era trasladado al hospital para recibir tratamiento por la herida.

El caso generó gran alarma en la comunidad y una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Durante las primeras horas de la investigación, agentes de la Policía Estatal de Nueva York establecieron puntos de control en carreteras cercanas y revisaron grabaciones de cámaras de tráfico en un intento por identificar el vehículo descrito. Además, se emitieron alertas a nivel estatal y se desplegaron helicópteros de vigilancia, lo que llevó a la paralización del tránsito en algunas zonas de Long Island mientras continuaba la búsqueda del presunto atacante.

El exagente de la Policía
El exagente de la Policía Estatal de Nueva York habría fabricado pruebas para simular un ataque mientras estaba de servicio. (Crédito: Ig/@nyspolice)

La investigación revela un montaje premeditado

Sin embargo, las autoridades pronto comenzaron a cuestionar la veracidad de los hechos. Según consignó People, la investigación reveló que Mascia había preparado la escena del crimen con antelación. Horas antes del supuesto ataque, colocó nueve casquillos de bala en el lugar y posteriormente se disparó a sí mismo en otra ubicación antes de regresar al sitio donde simuló el incidente. Este descubrimiento no solo desmintió su versión, sino que también puso en evidencia un acto deliberado para engañar a sus colegas y al público.

El lunes, durante una conferencia de prensa, el superintendente de la Policía Estatal de Nueva York, Steven G. James, y la fiscal del distrito del condado de Nassau, Anne T. Donnelly, anunciaron los cargos contra Mascia. Según explicaron, el exagente podría enfrentar una pena de prisión de entre uno y tres años. Además, se confirmó que Mascia renunció a su cargo en la policía estatal tras el escándalo.

El engaño cometido por Mascia generó preocupación entre las autoridades, ya que movilizó recursos significativos en la búsqueda de un sospechoso inexistente. Durante las primeras horas del operativo, se desplegaron unidades de patrullaje y helicópteros para rastrear la zona en busca del supuesto agresor, lo que representó un gasto considerable para el estado. Asimismo, el hecho de que Mascia describiera a su agresor como afroamericano o hispano ha reavivado el debate sobre el uso de perfiles raciales en reportes policiales, una práctica que ha sido ampliamente criticada por grupos defensores de los derechos civiles.

Implicaciones familiares: armas ilegales y antecedentes penales

El caso tomó un giro aún más complejo cuando las autoridades registraron la residencia de la familia Mascia, donde el exagente vivía con sus padres, Thomas Mascia Sr., de 62 años, y Dorothy Mascia, de 55 años. Durante el operativo, se incautaron un arma de estilo militar ilegal y 800.000 dólares en efectivo. Aunque el arma no estaba relacionada con el tiroteo simulado, su posesión resultó en cargos adicionales para los padres de Mascia.

Según informó People, Thomas Sr., un exoficial del Departamento de Policía de Nueva York, tiene un historial penal que incluye su destitución en 1993 tras ser acusado de operar una red de tráfico de cocaína. Como resultado de su condena, le está prohibido poseer armas de fuego, lo que agrava la situación legal de la familia. Tanto Thomas Sr. como Dorothy se entregaron a las autoridades y fueron liberados bajo fianza el mismo día.

La relación entre el pasado de Thomas Sr. y las acciones de su hijo ha sido objeto de especulación. Mientras algunos expertos sugieren que el historial criminal del padre pudo haber influido en la conducta de Mascia Jr., otros argumentan que la presión del cargo y problemas personales podrían haber sido factores determinantes en su decisión de falsificar el tiroteo.

El exagente de la Policía
El exagente de la Policía Estatal de Nueva York habría fabricado pruebas para simular un ataque mientras estaba de servicio. (Crédito: Ig/@nyspolice)

Motivaciones y antecedentes del acusado

Aunque las razones detrás de las acciones de Mascia no están del todo claras, la fiscal Donnelly calificó el engaño como un acto “inconcebible” que buscaba generar miedo en la comunidad. “Sabía el impacto que esto tendría, y aun así lo hizo”, declaró durante la conferencia de prensa. Según People, las autoridades no han podido determinar con certeza qué llevó a Mascia a orquestar este montaje, aunque su abogado, Jeffrey Lichtman, sugirió que el caso podría estar relacionado con problemas de salud mental no tratados.

Lichtman describió el incidente como una “tragedia” que ha afectado profundamente a toda la familia Mascia. Según el abogado, Thomas Jr. había sido evaluado previamente por cuestiones de salud mental en 2024, pero no se detectaron señales de alarma en ese momento. Además, People reportó que el exagente había sido sancionado al menos tres veces por conducción temeraria desde que se unió a la fuerza en 2019, lo que podría indicar un patrón de comportamiento problemático.

El impacto de este caso también ha generado debate sobre la importancia de la evaluación psicológica en los cuerpos policiales. Algunos críticos han señalado que no existen suficientes protocolos para detectar signos tempranos de estrés o inestabilidad en los agentes, lo que podría representar un riesgo tanto para ellos como para la seguridad pública.

Próximos pasos legales

El caso de Thomas J. Mascia Jr. y sus padres continuará desarrollándose en los tribunales. Según informó People, los tres están programados para comparecer nuevamente ante la justicia el miércoles 5 de febrero de 2025. Mientras tanto, el caso ha generado un debate sobre la importancia de abordar los problemas de salud mental dentro de las fuerzas del orden y las posibles consecuencias de ignorar señales de advertencia en el comportamiento de los agentes.

Este incidente no solo ha puesto en entredicho la credibilidad de un exmiembro de la policía estatal, sino que también ha expuesto problemas más amplios relacionados con la supervisión, la salud mental y la responsabilidad dentro de las instituciones encargadas de proteger a la comunidad.

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