Un vuelo de United Airlines con destino al Aeropuerto Internacional Washington-Dulles desde Lagos, Nigeria, tuvo que regresar de emergencia a su lugar de origen tras un problema técnico en la aeronave que dejó al menos 38 heridos, entre ellos seis personas hospitalizadas, según la Autoridad Federal de Aeropuertos del país africano (FAAN, en su siglas en inglés).
Este evento ha generado investigaciones conjuntas entre las autoridades de aviación de Estados Unidos y el país africano.
El vuelo UA613, operado por un Boeing 787-8, despegó del Aeropuerto Internacional Murtala Muhammed alrededor de la medianoche del viernes (hora local), pero se vio involucrado en un “movimiento inesperado de la aeronave” mientras volaba a una altitud aproximada de 11,000 metros.
Según datos del sitio especializado FlightRadar24, “el avión experimentó una abrupta disminución en su velocidad, cayendo de más de 926 kilómetros por hora (500 nudos) a tan solo 74 kilómetros por hora (40 nudos) en dos ocasiones consecutivas”.
Posteriormente, se registró una tercera disminución de velocidad más leve antes de que el avión cambiara su rumbo sobre territorio de Costa de Marfil y retornara a Lagos.
En declaraciones recopiladas por The Washington Post, un portavoz de la aerolínea mencionó que estos movimientos imprevistos llevaron a que “cuatro pasajeros y dos tripulantes sufrieran heridas graves, mientras que otros veintisiete pasajeros y cinco miembros de la tripulación resultaron con heridas menores”. Por otro lado, las personas hospitalizadas fueron dadas de alta poco después de su atención médica.
Uno de los pasajeros grabó un video durante el incidente que muestra un escenario caótico a bordo, con bandejas, alimentos y otros objetos esparcidos por el suelo de la aeronave. Según el medio, “United Airlines aseguró que la causa del incidente no se debió a turbulencias severas” y señaló que están trabajando “con las autoridades de aviación de Estados Unidos y Nigeria para determinar el origen del problema”.
Aunque el Boeing 787 es reconocido por ser una aeronave avanzada tecnológicamente, este incidente pone nuevamente el foco sobre los aviones fabricados por la empresa, una que ya ha enfrentado numerosos casos polémicos en el último año. Según CNN, este modelo en particular había protagonizado otro evento apenas días antes, durante un vuelo también desde Lagos hacia Washington. En esa ocasión, los datos de vuelo mostraron un descenso brusco de 304 metros 89 minutos después del despegue.
Michael Achimugu, director de Asuntos Públicos y Protección al Consumidor de la Autoridad de Aviación Civil de Nigeria (NCAA), confirmó el incidente a través de Radio Nigeria. Según declaraciones recogidas por este medio, Achimugu destacó que, afortunadamente, “no hubo muertes que lamentar” y añadió que los pasajeros afectados habían sido alojados en hoteles tras el suceso.
El piloto de esta última emergencia emitió una señal de socorro aproximadamente a la 1:20 a.m., y el avión aterrizó de manera segura en Lagos a las 3:22 a.m., según información proporcionada por la Autoridad Federal de Aeropuertos de Nigeria, citada en The Washington Post.
La aeronave transportaba a 245 pasajeros, ocho asistentes de vuelo y tres pilotos, informaron los portavoces de la aerolínea a CNN, quienes agregaron que están trabajando para reubicar a los viajeros en otros vuelos tras el percance.
Lo ocurrido también evoca otro incidente reciente del fabricante. Según CNN, un informe de la Administración Federal de Aviación (FAA) analizó un episodio sucedido en marzo con un vuelo de Latam Airlines en el que una “avería en el asiento del piloto empujó los controles de la aeronave hacia adelante, provocando una caída brusca de la nariz del avión”. Tras este evento, Boeing emitió recomendaciones para que las aerolíneas inspeccionaran los interruptores de los asientos de las cabinas de los modelos 787.
Hasta el momento, Boeing no ha emitido comentarios sobre el incidente más reciente con la aeronave de United Airlines.