Un estudio publicado en la revista The Lancet Child & Adolescent Health reveló que uno de cada doce niños ha sido víctima de explotación o abuso sexual en línea. La investigación, dirigida por el Dr. Xiangming Fang de la Universidad Estatal de Georgia, analizó datos de 123 estudios realizados entre 2010 y 2023. Los resultados indican que los menores están expuestos a diversas formas de abuso digital, incluyendo solicitudes en línea, extorsión sexual y difusión no consensuada de material íntimo.
El Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados y las Investigaciones de Seguridad Nacional de EE.UU. recibieron más de 36 millones de reportes de posible explotación sexual infantil en 2024. Kate Kennedy, directora de la campaña Know2Protect del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que estos casos representan solo una fracción del problema, ya que muchos incidentes no son denunciados.
Los expertos advierten que el acceso masivo a internet y los avances en tecnología digital han facilitado nuevas formas de explotación infantil. La facilidad con la que los menores pueden ser contactados en redes sociales y otras plataformas digitales ha incrementado la necesidad de estrategias de prevención y control.
Formas de explotación y abuso infantil en línea
Los investigadores de la Universidad Estatal de Georgia definieron la explotación sexual en línea como el intercambio de actos sexuales por dinero o recursos, lo que incluye alimentos, ropa, alojamiento o cualquier otro bien considerado valioso por el menor. Además, el estudio identificó la solicitud en línea como conversaciones de contenido sexual que pueden derivar en el intercambio de imágenes o videos de carácter sexual. Este tipo de interacciones pueden provenir tanto de adultos como de compañeros del mismo grupo etario.
La extorsión sexual y el uso de deepfakes
La extorsión sexual es otra de las formas de abuso identificadas, en la que se emplean amenazas para obtener dinero, tarjetas de regalo u otros favores sexuales. También se mencionó la difusión no consensuada de imágenes íntimas, que puede ocurrir cuando una persona es fotografiada o grabada sin su consentimiento, ya sea mientras está intoxicada, inconsciente o distraída. Asimismo, el informe señaló que los avances tecnológicos han permitido la creación de imágenes falsas mediante inteligencia artificial, conocidas como deepfakes, que pueden ser utilizadas para la explotación infantil.
Redes sociales y la exposición a contenido sexual
El Dr. Fang advirtió que la exposición involuntaria a contenido sexual es común al navegar por redes sociales. Según el estudio, el uso de tecnología digital y la expansión del acceso a internet, especialmente en países en desarrollo, han incrementado el riesgo para los menores. Fang calificó la explotación infantil en línea como una crisis de salud pública que supera en prevalencia a problemas como el asma, la obesidad y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Medidas de prevención y educación digital
La profesora asociada de comunicación en la Universidad Fairleigh Dickinson, Kara Alaimo, señaló que la educación digital es fundamental para prevenir estos delitos. Destacó que los niños que desconocen los riesgos y no tienen supervisión adecuada tienen mayor probabilidad de convertirse en víctimas. Además, mencionó que algunas plataformas, como Instagram, han implementado funciones para que los padres supervisen con quién interactúan sus hijos sin acceder al contenido de sus conversaciones.
Recursos de apoyo para víctimas de abuso en línea
La Dra. Deborah Fry, profesora de investigación en protección infantil en la Universidad de Edimburgo, señaló que es esencial que los menores sepan que pueden acudir a sus familias en busca de apoyo si son víctimas de abuso en línea. También destacó la importancia de que los cuidadores estén informados sobre los recursos disponibles, como la Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto (RAINN) y el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.
La necesidad de una respuesta global
El Dr. Fang afirmó que la proliferación de contenido abusivo en línea ha convertido a internet en un espacio donde los niños son explotados a una escala alarmante. Según sus declaraciones, el abuso continúa cada vez que una imagen de esta naturaleza es vista y no eliminada. El estudio enfatiza la necesidad de tratar la explotación infantil en línea como un problema de salud pública y establecer estrategias de prevención.