La devastación causada por los incendios en Los Ángeles no solo ha dejado a su paso comunidades destruidas y familias desplazadas, sino que también ha provocado un golpe significativo a las finanzas públicas locales y estatales.
Según informó The Wall Street Journal, los efectos económicos de estos desastres naturales se extienden desde la caída en los ingresos fiscales hasta la incertidumbre en los mercados de bonos, mientras las autoridades enfrentan el desafío de financiar una reconstrucción que se prevé costosa y prolongada.
Los daños a las propiedades han reducido drásticamente los ingresos por impuestos prediales, ya que los propietarios de viviendas destruidas solo deben pagar impuestos sobre el valor del terreno, no sobre las estructuras perdidas. Además, las viviendas quemadas y las evacuaciones masivas han interrumpido el pago de servicios básicos como agua y electricidad, lo que agrava aún más la situación financiera de los gobiernos locales.
La ayuda estatal y federal en la reconstrucción
La experiencia de otras ciudades afectadas por incendios, como Santa Rosa en el norte de California, ilustra la magnitud del desafío.
Según datos de Los Angeles Times, esta ciudad, que perdió el 5% de sus viviendas en incendios hace siete años, aún trabaja en la reparación de infraestructura como carreteras y parques. Alan Alton, jefe de finanzas de Santa Rosa, explicó que la ciudad tuvo que recurrir a sus reservas financieras de manera significativa para cubrir los costos iniciales de la reconstrucción.
Aunque los reembolsos estatales y federales cubrieron más del 90% de los gastos de limpieza y reconstrucción, Santa Rosa enfrentó un déficit de aproximadamente 10 millones de dólares en ingresos por impuestos prediales, de los cuales el estado aportó 1,6 millones. Además, la ciudad recibió 95 millones de dólares como resultado de una demanda contra la empresa de servicios públicos PG&E.
En el caso de Los Ángeles, el gobierno federal, bajo la administración del expresidente Joe Biden, se comprometió a cubrir el 100% de los costos de respuesta durante los primeros seis meses a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Sin embargo, después de ese periodo, la FEMA solo reembolsará el 75% de los costos, a menos que se apruebe un aumento. Mientras tanto, las autoridades de Sacramento aún evalúan si compensarán las pérdidas en los ingresos por impuestos prediales en el área de Los Ángeles.
La educación y los mercados financieros
El déficit en los ingresos fiscales no solo afecta a los gobiernos locales, sino también a las instituciones educativas. Según publicó The Wall Street Journal, el sistema de financiamiento escolar en California depende de un fondo común que redistribuye los ingresos por impuestos prediales entre los distritos escolares. Las pérdidas en los distritos de Los Ángeles y Pasadena podrían reducir los recursos disponibles para otras escuelas y colegios comunitarios en todo el estado.
Por otro lado, los mercados de bonos también han sentido el impacto de los incendios. Un análisis de ICE Data Services reveló que cerca de 60.000 millones de dólares en bonos emitidos por gobiernos locales están respaldados, al menos en parte, por ingresos provenientes de áreas afectadas por los incendios. Esto ha provocado una caída en los precios de bonos destinados a financiar proyectos como el sistema de alcantarillado de Los Ángeles y la renovación de la biblioteca pública de Altadena.
Además, las empresas de servicios públicos enfrentan riesgos legales significativos. Según la legislación de California, las compañías pueden ser consideradas responsables de los daños causados por sus líneas eléctricas, incluso si no se demuestra negligencia. Tanto el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles como Southern California Edison podrían enfrentar demandas millonarias si se determina que sus equipos estuvieron involucrados en el origen de los incendios.
A pesar de las pérdidas, los desastres naturales pueden generar un aumento en ciertos ingresos fiscales. Según consignó The Wall Street Journal, los impuestos sobre materiales de construcción, estadías en hoteles y consumo en restaurantes podrían incrementarse durante el proceso de reconstrucción.
Además, las leyes fiscales de California, que limitan el aumento anual del valor imponible de las propiedades a un 2%, permiten que los valores se ajusten al precio de mercado únicamente cuando las propiedades cambian de dueño. Esto significa que, si muchos propietarios deciden vender en lugar de reconstruir, los ingresos fiscales podrían aumentar significativamente.