Un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos perdió la vida en un tiroteo ocurrido el pasado lunes por la tarde en Coventry, Vermont, cerca de la frontera con Canadá. David Maland, veterano militar y servidor público con más de dos décadas de experiencia, fue asesinado durante un control de tráfico en la Interestatal 91, un hecho que también dejó un ciudadano alemán muerto y a otro sospechoso herido y bajo custodia. Según informó The Associated Press (AP), este es el primer fallecimiento de un agente de la Patrulla Fronteriza en cumplimiento del deber desde 2014.
El enfrentamiento tuvo lugar a unos 32 kilómetros (20 millas) de la frontera canadiense, en el condado de Orleans, una región conocida como el Reino del Noreste de Vermont. Como consecuencia del tiroteo, la autopista fue cerrada temporalmente, afectando la movilidad en esta comunidad de aproximadamente 27 mil habitantes. Esta zona, que incluye el cruce Derby Line–Rock Island, es un paso clave hacia la provincia canadiense de Quebec y alberga una significativa población francófona.
Las circunstancias exactas del tiroteo aún están bajo investigación, y las autoridades han mantenido en reserva detalles sobre los sospechosos y las motivaciones detrás del ataque. Sin embargo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) confirmó que Maland falleció en el cumplimiento de su deber.
Una vida dedicada al servicio público
David Maland, de 44 años, tenía una trayectoria marcada por el compromiso con la seguridad nacional. Según declaraciones de su familia recogidas por AP, Maland sirvió durante nueve años en las fuerzas armadas antes de unirse al gobierno federal, donde trabajó durante 15 años en distintas funciones de seguridad. Durante los ataques del 11 de septiembre de 2001, Maland estaba asignado al Pentágono, desde donde fue enviado a proteger a un subsecretario militar en un búnker de la Base Conjunta Anacostia-Bolling, en Washington D.C.
Además de su experiencia militar, Maland se desempeñó como manejador de perros K-9 en Texas, en la frontera con México, antes de ser transferido al sector norte. En Vermont, trabajaba en la estación de Newport, parte del Sector Swanton, que cubre aproximadamente 475 kilómetros (295 millas) de frontera entre Estados Unidos y Canadá, incluyendo áreas de Vermont, Nueva York y New Hampshire.
Un hombre que eligió el campo antes que el ascenso
A pesar de haber tenido oportunidades de ascender en su carrera, Maland decidió permanecer en el terreno como agente de primera línea. Su prima, Krista Knudsen, representante estatal de Minnesota, rindió homenaje a su memoria en el pleno de la Cámara de Representantes de Minnesota, destacando su compromiso con la protección de la nación. “Será recordado por su valentía y su dedicación a la seguridad de los estadounidenses”, afirmó Knudsen.
Maland y Knudsen crecieron juntos en Fairmont, Minnesota, donde él se graduó de la secundaria en 1999. Su familia expresó su dolor por la pérdida y reveló que estaba a punto de proponer matrimonio a su pareja. Su tía, Joan Maland, lo describió como un “hombre increíble” y un “ser humano excepcional”.
El peligro constante en la Patrulla Fronteriza
El asesinato de Maland subraya los riesgos que enfrentan los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, quienes trabajan en condiciones de alto riesgo tanto en el sur como en el norte del país. El último caso registrado de un agente caído en servicio ocurrió en 2014, cuando Javier Vega Jr. fue asesinado en Santa Mónica, Texas. Aunque inicialmente se consideró que Vega estaba fuera de servicio, en 2016 se determinó que su muerte ocurrió en el cumplimiento del deber.
Otros casos relevantes incluyen el asesinato de Brian Terry en 2010, cuyo caso reveló la fallida operación federal de tráfico de armas “Rápido y Furioso”, y la muerte de Nicholas J. Ivie en 2012, quien fue abatido en una zona remota cerca de Bisbee, Arizona. En 2017, el agente Isaac Morales murió tras ser apuñalado en Texas mientras estaba fuera de servicio.
Las muertes de agentes como Maland evidencian los desafíos de quienes trabajan en la seguridad fronteriza, enfrentando amenazas no solo en los cruces oficiales, sino también en zonas remotas donde operan traficantes de personas y contrabandistas.
Despedida con honores y dolor
La familia de Maland expresó su gratitud por su servicio y lamentó profundamente su pérdida. “Chris era un hombre increíble y será profundamente extrañado”, dijo Knudsen, utilizando el nombre con el que era conocido en su entorno más cercano. “Nuestra familia está destrozada. Murió en el cumplimiento del deber, protegiendo a nuestro país. Atesoraremos sus recuerdos y lamentaremos su sacrificio”.
El Sector Swanton de la Patrulla Fronteriza anunció que organizará un homenaje en su memoria, mientras que las autoridades siguen investigando los detalles del tiroteo en la Interestatal 91. La muerte de Maland representa una pérdida significativa para su familia, sus compañeros de trabajo y la comunidad fronteriza de Vermont, que ahora llora a un servidor público que dedicó su vida a la protección de Estados Unidos.