Donald Trump, en uno de sus primeros actos tras asumir la presidencia este lunes 20 de enero, firmó una orden ejecutiva que pospone por 75 días la aplicación de una ley federal que prohíbe el uso de TikTok en Estados Unidos. Esta decisión se produce apenas un día después de que la normativa entrara en vigor en el país, generando incertidumbre sobre si la medida presidencial tiene la capacidad legal de anular la ley.
Según informó The New York Times, la orden ejecutiva instruye al fiscal general a no tomar acciones para hacer cumplir la prohibición, argumentando que la administración necesita tiempo para evaluar el curso de acción más adecuado. Trump declaró que su intención es buscar una solución que proteja la seguridad nacional mientras se preserva una plataforma utilizada por 170 millones de estadounidenses.
La ley que prohíbe TikTok, firmada por el expresidente Joe Biden en abril del año pasado, exige que la aplicación, propiedad de la empresa china ByteDance, sea vendida a un propietario no chino para poder operar en Estados Unidos. La normativa fue aprobada por el Congreso con amplio respaldo bipartidista, en respuesta a preocupaciones de seguridad nacional. Legisladores y expertos temen que el gobierno chino pueda utilizar TikTok para recopilar datos de usuarios estadounidenses o difundir propaganda.
La legislación también establece sanciones financieras para las tiendas de aplicaciones y los proveedores de servicios en la nube que continúen trabajando con TikTok. Aunque la ley permite una extensión de 90 días si se demuestra un progreso significativo en la venta de la aplicación, no está claro si esta opción sigue disponible, dado que la normativa ya está en vigor.
Una suspensión temporal
El fin de semana, TikTok dejó de estar disponible para los usuarios en Estados Unidos, desapareciendo de las tiendas de aplicaciones de Apple y Google el sábado por la noche. Aunque el servicio fue restaurado el domingo tras el anuncio de Trump en su red social Truth Social sobre su intención de emitir una orden ejecutiva, la aplicación sigue sin estar disponible para nuevos usuarios en las plataformas de descarga.
La incertidumbre generada por la prohibición y su posterior suspensión temporal tiene implicaciones significativas para los millones de creadores de contenido, pequeñas empresas e influencers que dependen de TikTok como fuente de ingresos. Además, la situación pone en el centro del debate el papel de las grandes empresas tecnológicas, como Apple y Google, en la implementación de políticas gubernamentales que afectan a sus plataformas.
En declaraciones realizadas mientras firmaba la orden ejecutiva, Trump expresó que Estados Unidos debería recibir “la mitad de TikTok” si se logra un acuerdo para la venta de la aplicación, sugiriendo que la plataforma podría tener un valor de un billón de dólares. Este comentario refleja un cambio notable en la postura del mandatario hacia TikTok, ya que durante su primer mandato, en 2020, intentó prohibirla y presionó para que fuera adquirida por una empresa estadounidense.
En los últimos meses, Trump ha adoptado una actitud más favorable hacia la plataforma, incluso uniéndose a la misma en junio. En una entrevista televisiva en marzo de 2024, afirmó que los jóvenes “se volverían locos” sin la aplicación, reconociendo su impacto en la cultura popular y en la vida cotidiana de millones de usuarios.
La orden ejecutiva de Trump podría enfrentar una serie de desafíos legales, ya que algunos expertos cuestionan si un presidente tiene la autoridad para detener la aplicación de una ley federal. Según The New York Times, las empresas afectadas por la normativa podrían considerar que la orden no las protege de posibles responsabilidades legales. Además, la decisión de Trump de intervenir en la implementación de la ley ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre el poder ejecutivo y el legislativo en Estados Unidos.
TikTok, por su parte, ha argumentado que la ley viola los derechos de libertad de expresión de sus usuarios y los propios derechos de la empresa bajo la Primera Enmienda. Aunque la Corte de Apelaciones del Circuito de D.C. falló en contra de la plataforma en diciembre, la compañía apeló ante la Corte Suprema, que también respaldó la validez de la ley.