Donald Trump ha jurado como el 47° presidente de Estados Unidos, y lo hizo con su mano sobre la Biblia de Abraham Lincoln, un objeto histórico con un profundo significado para el país. Este libro sagrado fue utilizado por primera vez en la investidura de Lincoln en 1861, en un momento en el que la nación estaba al borde de la Guerra Civil. Desde entonces, solo ha sido empleada en dos ocasiones más: por Barack Obama en sus tomas de posesión de 2009 y 2013, y por el mismo Donald Trump en 2017, convirtiéndose en un símbolo de continuidad histórica en el traspaso del poder.
La Biblia de Lincoln, una edición de 1853 de la King James Version, fue adquirida apresuradamente por William Thomas Carroll, secretario de la Corte Suprema, ya que la Biblia personal de Lincoln no llegó a tiempo desde Springfield, Illinois. Está encuadernada en terciopelo burdeos con detalles metálicos y lleva en su contraportada un gran sello azul con la inscripción del día en que se utilizó por primera vez. Mark Dimunation, jefe de la sección de libros raros de la Biblioteca del Congreso, señaló al Washington Post que esta Biblia tiene un “peso emocional e histórico” porque representa un momento crucial para la nación y su democracia.
El uso de esta Biblia en la investidura de Trump requerió medidas especiales de conservación, tal como sucedió en 2017. Elmer Eusman, jefe de conservación de la Biblioteca del Congreso, explicó al New York Times que se han tomaron precauciones para proteger el objeto durante la ceremonia. En 2009, cuando Obama la utilizó, se diseñó una caja protectora especial, y para la toma de posesión de Trump de 2017, se añadió una cubierta de Mylar para evitar posibles daños por humedad debido a que en ese año la ceremonia fue al aire libre.
Una tradición desde el primer presidente
La elección de esta Biblia refuerza la tradición de emplear textos sagrados en las investiduras presidenciales. Aunque la Constitución de EEUU. no exige el uso de una Biblia para el juramento, la práctica comenzó con George Washington en 1789 y ha sido mantenida por la mayoría de los mandatarios. Algunos, sin embargo, han optado por alternativas: John Quincy Adams prestó juramento sobre un libro de leyes en 1825 y Theodore Roosevelt asumió la presidencia sin ninguna Biblia tras el asesinato de William McKinley en 1901.
Además de la Biblia de Lincoln, tal como en primer juramento, Trump usó una segunda Biblia con un fuerte valor sentimental: una Revised Standard Version de 1953 que le regaló su madre en 1955 para conmemorar su graduación de la Sunday Church Primary School en la First Presbyterian Church de Jamaica, Nueva York. Este ejemplar tiene su nombre grabado en la portada y contiene firmas de funcionarios de su iglesia, lo que lo convierte en un objeto personal de gran significado para él, reportó AP.
El juramento de Trump tuvo lugar en el interior del Capitolio, específicamente en la rotonda, donde se ubicó un busto de Martin Luther King Jr., en coincidencia con el día festivo que conmemora su legado. Esta coincidencia adquiere un significado simbólico, especialmente dado que el expresidente Barack Obama, el primer presidente afroamericano, también usó la Biblia de Lincoln en sus ceremonias de investidura.
La Biblia de Abraham Lincoln
La Biblia de Lincoln es un ejemplar de la King James Version, impreso en 1853 por Oxford University Press. Su tamaño es de aproximadamente 15 x 10 cm y tiene un grosor de 1,25 cm, lo que la hace relativamente compacta en comparación con otras Biblias ceremoniales. Su encuadernación en terciopelo burdeos con detalles metálicos le otorga un aspecto distintivo y elegante. Actualmente, la Biblioteca del Congreso es la encargada de su conservación, y ha implementado medidas especiales para protegerla, asegurando que se mantenga en buen estado a pesar de su antigüedad y de haber sido utilizada en cuatro investiduras presidenciales, incluyendo 2025, informó The New York Times.
El motivo por el que Abraham Lincoln no utilizó su propia Biblia en su toma de posesión en 1861 fue una cuestión logística. Según narra The Washington Post, cuando llegó a Washington D.C., su equipaje personal, que incluía su Biblia familiar, aún estaba en tránsito desde su hogar en Springfield, Illinois. Para solucionar el problema, el secretario de la Corte Suprema, William Thomas Carroll, adquirió rápidamente un nuevo ejemplar para que pudiera ser utilizado en la ceremonia. Desde entonces, esta Biblia se convirtió en un objeto histórico y simbólico en la política estadounidense, siendo resguardada por la Biblioteca del Congreso y usada solo en ocasiones excepcionales.