Hino Motors, la unidad de camiones de Toyota, acordó pagar USD 1,600 millones en sanciones y declararse culpable en Estados Unidos por manipular datos de emisiones en sus motores diésel, según informó el Departamento de Justicia de EE.UU. La empresa fue acusada de presentar información falsa para obtener certificaciones que le permitieran comercializar sus motores en el país entre 2010 y 2022.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), Hino deberá cumplir con una prohibición de cinco años para la importación de motores diésel y ejecutar un plan de cumplimiento y ética supervisado por las autoridades. Además, la compañía se comprometió a retirar y reparar ciertos modelos de camiones pesados con emisiones superiores a los límites permitidos.
El FBI calificó la conducta de la empresa como un “esquema prolongado para modificar y fabricar datos de emisiones”, con el objetivo de obtener ventajas comerciales sobre sus competidores y mejorar sus resultados financieros.
Fraude en emisiones: detalles del caso contra Hino Motors
El Departamento de Justicia de EE.UU. presentó cargos contra Hino en el Tribunal de Distrito de Detroit, acusándola de conspiración criminal por alterar pruebas de emisiones y consumo de combustible. Según la EPA, la empresa presentó solicitudes de certificación con datos manipulados, realizó pruebas de manera incorrecta y, en algunos casos, falsificó resultados sin llevar a cabo ensayos previos.
Como parte del acuerdo, Hino deberá pagar una multa penal de USD 521.76 millones y sanciones civiles por USD 442.5 millones a las agencias federales. Además, California recibirá una compensación de USD 236.5 millones debido a los daños ambientales provocados por los motores vendidos en el estado. La empresa también financiará un programa de mitigación ambiental de USD 155 millones para reemplazar motores en locomotoras y embarcaciones afectadas por el exceso de emisiones contaminantes.
Según un informe de 2022, elaborado por un panel independiente contratado por la propia compañía, la manipulación de pruebas de emisiones por parte de Hino se remonta al menos a 2003. De acuerdo con la Junta de Recursos del Aire de California, una revisión de datos realizada en 2019 reveló inconsistencias en las solicitudes de certificación de motores presentadas por la empresa.
Sanciones y prohibiciones: impacto en Toyota y Hino Motors
El acuerdo entre Hino y el gobierno de EE.UU. incluye una prohibición de cinco años para la importación de motores diésel fabricados por la empresa. Durante ese tiempo, Hino deberá implementar un programa de cumplimiento y ética, supervisado por las autoridades. Además, la compañía se comprometió a retirar y reparar camiones pesados fabricados entre 2017 y 2019, con un costo estimado de USD 144.2 millones.
El presidente de Hino Motors, Satoshi Ogiso, afirmó que la empresa ha reforzado sus controles internos y mejorado su sistema de supervisión para evitar futuras irregularidades. “Nos tomamos este acuerdo con seriedad y nos aseguraremos de que todas las medidas correctivas sean implementadas”, declaró en un comunicado oficial.
Según la EPA, el fraude cometido por Hino generó una cantidad significativa de contaminación atmosférica en EE.UU., y las sanciones impuestas buscan compensar los daños ambientales ocasionados. El fiscal general adjunto Todd Kim afirmó que “las acciones de Hino llevaron a vastas cantidades de emisiones contaminantes y fueron una violación grave de las leyes ambientales y de protección al consumidor”.
Escándalos de emisiones en la industria automotriz
El caso de Hino Motors se suma a otros escándalos de emisiones en la industria automotriz. En 2015, Volkswagen admitió haber instalado software en 11 millones de vehículos para manipular pruebas de emisiones, lo que resultó en multas y compensaciones por más de USD 30,000 millones. Marcas como Audi, Porsche, Seat y Skoda, pertenecientes al grupo Volkswagen, también estuvieron involucradas en el fraude conocido como “dieselgate”, según información de BBC News.
Las autoridades de EE.UU. han intensificado la supervisión sobre los fabricantes de motores diésel tras descubrir múltiples casos de manipulación de emisiones. Empresas como Hyundai y Kia también han enfrentado sanciones por prácticas similares, mientras que la EPA ha endurecido los requisitos de certificación para evitar nuevos fraudes.
Próximos pasos: aprobación judicial del acuerdo
El acuerdo alcanzado entre Hino Motors y el Departamento de Justicia de EE.UU. aún debe ser aprobado por un tribunal federal antes de entrar en vigor. Según fuentes oficiales, la empresa deberá continuar cooperando con las investigaciones y cumplir con las disposiciones impuestas por las autoridades ambientales y de justicia.
Las sanciones económicas y la prohibición de importación de motores diésel representan un desafío para la filial de Toyota, que deberá reformular su estrategia comercial en el mercado estadounidense. De acuerdo con expertos, la industria automotriz sigue bajo escrutinio, con regulaciones cada vez más estrictas para evitar nuevos fraudes en emisiones, de acuerdo con Business Standard.