Cuando David llegó a Nueva York, traía consigo una maleta, una meta clara y 15 años de experiencia en hotelería y turismo. Apenas seis días después asumió un puesto de gran calibre: la gerencia general de Mistura Peruana #4, un reconocido restaurante de gastronomía peruana en la ciudad.
Antes de emigrar, David trabajó en el prestigioso JW Marriott Hotel Caracas, un lugar que, según él, se convirtió en su mejor escuela. “El servicio (al cliente) es primordial”, explicó en una entrevista en 2024 con el creador de contenido latino “El Cowboy TV”.
Durante años, perfeccionó su habilidad para ofrecer experiencias memorables a los clientes, aprendiendo los más altos estándares en hospitalidad. Él había dejado de trabajar, entre sus planes no se encontraba seguirse dedicando a la industria hotelera o al servicio al cliente, sin embargo, la vida le tenía preparada una sorpresa mucho más grande.
El llamado que lo llevó a Nueva York
David relató que antes de que se le presentara esta oportunidad, el estaba retirado. “Dije: ‘no voy a trabajar más en restaurantes. No voy a trabajar más nada. Voy a dedicarme a estar con mis hijos’”, afirmó.
El dueño de Mistura Peruana #4 trató durante mucho tiempo de convencerlo de viajar a Nueva York para trabajar para él. De pronto, un día “de la noche a la mañana”, se decidió por emprender una aventura única.
Apenas pisó suelo neoyorquino, se incorporó al equipo de Mistura Peruana #4, un restaurante especializado en gastronomía peruana auténtica. En cuestión de días, demostró su capacidad de liderazgo y su profundo conocimiento del sector, lo que llevó a los propietarios a confiarle la gerencia general.
Mistura Peruana #4 se ha convertido en un referente de la cocina del país sudamericano en Nueva York. El restaurante no solo destaca por la calidad de sus ingredientes, sino también por su equipo de trabajo, donde varios de los cocineros son venezolanos formados en escuelas gastronómicas peruanas, según confirmó David durante su entrevista en aquel entonces con “El Cowboy TV”.
“Gracias a Dios tenemos un buen equipo. Cuando llegué aquí, me conseguí un equipo que de verdad son amigos. Se llevan bien. Eso es lo mejor. Cuando todo el mundo se lleva bien”, confesó David, quien entonces se convirtió en el responsable de garantizar que cada plato mantenga los más altos estándares de calidad y autenticidad.
Bajo su liderazgo, el restaurante fortaleció su presencia en un mercado altamente competitivo, logrando un equilibrio entre tradición, innovación y excelencia en el servicio.
Oportunidades que no se le presentan a cualquiera
El ascenso meteórico de David no pasó desapercibido. Su historia, compartida en redes sociales, rápidamente captó la atención de miles de usuarios que lo ven como un ejemplo de perseverancia y profesionalismo. En los comentarios del video del creador de contenido de YouTube, muchos espectadores le desearon suerte y “mucho éxito” al venezolano.
Por su parte, en el video David expresó saber las duras condiciones a las que se enfrentan muchas personas con metas y sueños que buscan cumplir al migrar a Estados Unidos.
“Yo me veo las noticias y veo tanta gente que viene con una ilusión, una esperanza y no es lo que consiguen y se tienen que ir derrotados”, dijo David, quien sabe que su éxito no fue cuestión de suerte, sino el resultado de años de preparación y trabajo duro.
Mientras Mistura Peruana #4 sigue consolidándose como uno de los restaurantes más destacados de Nueva York, David aplicó las lecciones que aprendió en Venezuela, demostrando que la calidad y la pasión por el servicio no tienen fronteras.
“Una de las partes donde nosotros nos emocionamos es cuando el cliente disfruta su comida, cuando termina y dice ‘wow’, qué buena está esa comida”, añadió David.