Cinco claves del discurso de despedida de Biden

A pocos días de dejar la Casa Blanca, el presidente Joe Biden reservó algunas sorpresas para su discurso de despedida el miércoles por la noche. En lugar de simplemente resumir su mandato, utilizó la oportunidad para emitir advertencias graves sobre el futuro y pedir cambios profundos en el documento fundacional del país.

El mandato de Biden termina el lunes, cuando será reemplazado por Donald Trump, a quien ha llamado una amenaza existencial para la nación. Aquí un vistazo a lo que probablemente fue el último gran discurso de una carrera política que abarca más de cinco décadas:

El presidente saliente aprovechó la oportunidad para entregar una serie de advertencias al pueblo estadounidense, al igual que lo hizo Dwight Eisenhower en 1961 cuando expresó preocupaciones sobre el “complejo industrial militar” en su discurso de despedida.

Biden dijo que “se está formando una oligarquía en Estados Unidos” a medida que el poder y el dinero se concentran más en manos de unos pocos. Criticó el “complejo industrial tecnológico” y las redes sociales, donde “la verdad es sofocada por mentiras contadas por poder y por lucro”. Instó al país a continuar enfrentando el cambio climático, diciendo: “No debemos ser intimidados para sacrificar el futuro.”

Fue una evaluación severa para un político que se enorgullece de su optimismo. Aún así, como para probar su punto sobre la desinformación, el director de comunicaciones entrante de Trump y el secretario de prensa afirmaron falsamente en redes sociales que el discurso de Biden era pregrabado.

Biden utilizó el discurso para anunciar una de sus propuestas más ambiciosas: una enmienda a la Constitución “para dejar claro que ningún presidente —ningún presidente— es inmune a los crímenes que comete mientras está en el cargo”.

La propuesta está relacionada con un fallo histórico de la Corte Suprema del verano pasado, cuando los jueces dijeron que los expresidentes tienen una amplia inmunidad por actos oficiales mientras están en la Casa Blanca. El fallo tuvo consecuencias legales importantes, reduciendo significativamente el caso contra Trump por intentar anular su derrota en 2020. Los cargos fueron desestimados tras la victoria de Trump en noviembre pasado porque los presidentes en funciones no pueden ser procesados.

Además del impacto del fallo en el caso de Trump, Biden ha estado profundamente preocupado por la posibilidad de que esto convierta a los mandatarios en reyes sin responsabilidad.

Biden tenía otras ideas, también. Dijo que debería haber impuestos más altos para los multimillonarios, reglas más estrictas sobre las contribuciones de campaña, límites de mandato de 18 años para los jueces de la Corte Suprema y prohibir la operación bursátil para los miembros del Congreso.

El discurso del miércoles por la noche fue uno de varios eventos que Biden estaba celebrando mientras concluye su tiempo en la Casa Blanca. Dio un discurso sobre política exterior en el Departamento de Estado el lunes, y ha concedido un puñado de entrevistas. También nombró nuevos monumentos nacionales, emitió nuevas reglas sobre el uso de inteligencia artificial en Estados Unidos y anunció que se había logrado un alto al fuego entre Israel y Hamas.

Su última aparición pública antes de la inauguración será el domingo en Carolina del Sur, donde visitará el Museo Internacional Afroestadounidense en Charleston. El estado fue una parte crucial de su búsqueda de la Casa Blanca hace cuatro años, ayudándole a asegurar la nominación demócrata.

Biden eligió hablar desde el Despacho Oval, el lugar más presidencial de los lugares presidenciales. Se sentó en el icónico escritorio Resolute, con fotos de su familia detrás de él. La primera dama Jill Biden, su hijo Hunter y otros miembros de la familia, incluido su nieto Beau de 4 años, estaban en la oficina mientras él pronunciaba su discurso.

No todos los presidentes dan el discurso en el mismo lugar. Barack Obama dio su discurso de despedida desde su casa en Chicago. George W. Bush habló desde la Sala Este. Trump nunca aceptó su derrota electoral hace cuatro años, pero entregó un discurso pregrabado que se hizo público el 19 de enero de 2021.

También en el Despacho Oval estaban la vicepresidenta Kamala Harris y su esposo, Doug Emhoff. Harris reemplazó a Biden al frente del boleto demócrata cuando él abandonó su candidatura a la reelección después de un desastroso desempeño en un debate. Biden respaldó a Harris y esperaba que ella lo reemplazara como la primera presidenta mujer del país.

En cambio, Harris estaba observando mientras Biden hablaba de una transición suave a la próxima administración.

Biden dijo que Harris fue “una gran compañera”, añadiendo que ella y Emhoff se habían vuelto “como familia”. Cuando dijo eso, Jill Biden alcanzó y apretó las manos de Harris.

(AP)