Los incendios forestales en Los Ángeles han reducido a cenizas miles de hogares y desplazado a innumerables familias. En medio del caos, un nuevo problema ha surgido: el aumento desmesurado de los alquileres, a pesar de las leyes que prohíben la especulación en tiempos de crisis. Mientras miles de residentes buscan refugio, algunos propietarios inescrupulosos han incrementado los precios de sus viviendas muy por encima del límite legal, duplicando o incluso triplicando las tarifas previas.
Los incendios forestales han arrasado vastas zonas de Malibú, Pacific Palisades, Altadena y otros barrios de Los Ángeles, dejando en ruinas alrededor de 12.000 estructuras, según estimaciones oficiales. Familias enteras han perdido sus hogares de la noche a la mañana, obligadas a buscar una vivienda en un mercado que, en lugar de ofrecer alivio, se ha vuelto aún más cruel.
“Las personas están tan asustadas y desesperadas por conseguir una casa que simplemente están tirando el dinero a la basura”, dijo Laura Kate Jones, agente inmobiliaria en Los Ángeles, durante una entrevista con The New York Times.
Alquileres disparados: aumentos del 100% o más
La ley de California prohíbe aumentar el alquiler en más de un 10% tras la declaración de estado de emergencia impuesta por el gobernador Gavin Newsom, pero muchos propietarios han ignorado esta restricción. Según la agente inmobiliaria Samira Tapia, de los 400 listados revisados, casi 100 propiedades excedían el umbral permitido.
Algunos casos son especialmente alarmantes:
- Santa Mónica: una casa de cinco habitaciones que se alquilaba por $12.500 al mes el año pasado ahora cuesta $28.000, un aumento del 124%, según una publicación de Blue Sky de la periodista Lisa Guerrero.
- North Hollywood: una propiedad subió de $4.900 a $5.700 en una sola noche.
Los incrementos no se limitan a las zonas de lujo; incluso viviendas modestas han visto aumentos exorbitantes, dejando a los afectados con pocas opciones.
Una práctica sancionada por la ley
El gobernador Newsom declaró el estado de emergencia la semana pasada, lo que activó automáticamente la ley contra la especulación de precios. Además, el fiscal general de California, Rob Bonta, advirtió a través de un comunicado emitido el 7 de enero, el día que se desató el infierno en California, que su oficina investigará activamente estas violaciones y tomará medidas legales contra los infractores.
Las sanciones pueden incluir:
- Multas de hasta $10.000 por infracción.
- Posibles penas de prisión para los propietarios que se beneficien ilegalmente de la crisis.
“Si ve una especulación de precios, o si ha sido víctima de ella, lo aliento a que presente de inmediato una queja ante mi oficina en línea en oag.ca.gov/report o se comunique con el departamento de policía o la oficina del alguacil de su localidad”, escribió Bonta.
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, lanzó una línea de denuncias para que los ciudadanos reporten aumentos abusivos. “Llame a @MyLA311 para denunciar los aumentos ilegales de alquileres y precios. No toleraremos eso”, publicó Bass en X.
Además, organizaciones como Strategic Actions for a Just Economy han comenzado a recopilar datos sobre alquileres inflados, documentando direcciones y fechas de incremento para ayudar a las autoridades a tomar medidas.
Chelsea Kirk, directora de políticas y defensa de la asociación sin fines de lucro, declaró durante un diálogo con el Times que anticipa que los incendios generarán mayor presión en el mercado de vivienda de Los Ángeles.
Rachel Bogardus Drew, directora senior de investigación en Enterprise Community Partners, una organización sin fines de lucro especializada en vivienda asequible, afirmó que existirá una desesperación por parte de las personas que necesitan vivienda, lo que, a su vez, se convertirá en “una oportunidad para que los propietarios se aprovechen de ello”.