El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el lunes la convocatoria a un periodo extraordinario de sesiones legislativas para la semana del 27 de enero, con el objetivo de preparar al estado para implementar las políticas migratorias del presidente electo Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero. Sin embargo, la iniciativa enfrenta oposición, incluso dentro de las filas republicanas en el Congreso estatal.
DeSantis argumentó que el periodo extraordinario es necesario para garantizar que Florida apoye de inmediato las iniciativas de Trump, incluyendo medidas relacionadas con seguridad fronteriza, deportaciones y políticas antisantuario.
“Los funcionarios estatales y locales de Florida deben ayudar al gobierno de Trump a aplicar las leyes de inmigración de nuestra nación”, afirmó DeSantis. “Para hacer eso de forma efectiva, vamos a necesitar medidas para imponer deberes adicionales a los funcionarios locales y proporcionarles fondos”.
Entre las propuestas del gobernador se encuentra la asignación de decenas de millones de dólares en nuevos fondos para expandir las labores policiales estatales y locales, así como la posibilidad de activar la Guardia Nacional de Florida y la Guardia Estatal para tareas policiales. DeSantis también advirtió que suspenderá a los funcionarios que “se nieguen a realizar sus labores” de acuerdo con los nuevos requerimientos migratorios.
El gobernador subrayó que el estado debe asegurarse de que no existan incentivos para que las personas ingresen ilegalmente a Florida. “También es necesario tomar medidas para llevar ante la justicia a quienes violen nuestras políticas antisantuario”, añadió.
Resistencia desde el Congreso estatal
A pesar del control republicano en la Legislatura de Florida, la convocatoria de DeSantis enfrenta resistencia por parte de los líderes del Congreso estatal, quienes calificaron de “prematuro” e “irresponsable” realizar un periodo extraordinario sin contar con una dirección clara del gobierno federal entrante.
En una declaración conjunta, el presidente del Senado, Ben Albritton, y el presidente de la Cámara de Representantes, Danny Perez, señalaron que la falta de detalles específicos sobre las políticas migratorias de Trump hace inviable la convocatoria.
“Es completamente irresponsable adelantarse a cualquier anuncio que el presidente Trump haga, especialmente cuando una acción estatal desinformada o mal programada podría potencialmente perjudicar o impedir el éxito de los futuros intentos del presidente Trump de poner fin a la inmigración ilegal”, dijeron.
Aunque reconocieron su compromiso de apoyar al presidente electo, Albritton y Perez insistieron en que será la Legislatura, no el gobernador, quien determine el momento y contenido de las leyes a considerar.
La líder demócrata de la Cámara de Representantes de Florida, Fentrice Driskell, criticó la convocatoria de DeSantis, argumentando que el tema podría abordarse en el periodo legislativo ordinario, programado para comenzar el 4 de marzo.
“Durante el periodo extraordinario, el público y las partes interesadas tienen una capacidad limitada de opinión, y este es realmente un problema grande”, señaló Driskell.
Mientras tanto, en otros estados, algunos gobernadores demócratas están organizando movimientos de resistencia ante las posibles políticas federales de Trump, enfocándose en proteger derechos como el aborto y los derechos transgénero. Sin embargo, otros han optado por un enfoque más conciliador para trabajar con la nueva administración.
A medida que se aproxima el periodo extraordinario, el debate en Florida promete ser intenso, con divisiones entre quienes buscan implementar de inmediato las políticas migratorias de Trump y quienes prefieren esperar una dirección más clara desde Washington.
(Con información de The Associated Press)