La industria de los cítricos en Florida enfrenta su peor crisis en más de un siglo: esta es la razón

Proyecciones apuntan a un descenso del 33%, situando la producción en su punto más bajo en más de 100 años, con graves implicaciones económicas

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La producción de cítricos cae
La producción de cítricos cae un 33% respecto a la temporada anterior. (REUTERS/Joe Skipper)

La industria citrícola de Florida, que ya venía enfrentando años de dificultades, se encuentra al borde de un nuevo mínimo histórico. Según informó NBC News, la proyección para la cosecha de la temporada 2024-2025 anticipa una caída del 19,64 % en comparación con las estimaciones previas al impacto del huracán Milton en octubre. Este descenso no solo representa un golpe significativo para los productores, sino que también coloca a la industria en su nivel más bajo desde la temporada 1918-1919, hace más de un siglo.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), las cifras actualizadas para la producción de naranjas y pomelos se mantuvieron sin cambios respecto a las proyecciones de diciembre, las primeras realizadas tras el paso del huracán Milton.

Sin embargo, los cultivos especializados, como mandarinas y tangelos, sufrieron un ajuste a la baja del 14 %. Estas cifras reflejan el impacto acumulativo de los desastres naturales y otros factores que han afectado a la región en los últimos años.

Un sector golpeado por huracanes y enfermedades

El huracán Milton, que azotó las principales zonas productoras de cítricos en octubre, es solo el más reciente de una serie de fenómenos meteorológicos que han devastado la industria. Según detalló NBC News, el huracán Ian, ocurrido en 2022, ya había dejado una marca profunda en la producción, y los efectos combinados de ambos eventos han sido catastróficos.

Además de los daños directos causados por los huracanes, los productores enfrentan desafíos adicionales, como el avance de la urbanización y la presión del crecimiento residencial y comercial en áreas tradicionalmente agrícolas.

Otro factor crítico es la propagación de Huanglongbing (HLB), una enfermedad bacteriana conocida como “enverdecimiento de los cítricos”. Este padecimiento, que afecta la calidad y cantidad de la fruta, ha sido una constante amenaza para los cultivos de Florida durante años. La combinación de estos factores ha llevado a una disminución sostenida en la producción, que ya había alcanzado un mínimo de 94 años en la temporada 2023-2024.

El USDA mantiene proyecciones estables
El USDA mantiene proyecciones estables para naranjas y pomelos después del huracán. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Proyecciones y reacciones de la industria

A pesar de las sombrías cifras, algunos líderes de la industria encuentran motivos para un optimismo moderado. Matt Joyner, vicepresidente ejecutivo y director general de Florida Citrus Mutual, señaló que el hecho de que las proyecciones para naranjas y pomelos no hayan disminuido desde diciembre puede interpretarse como una pequeña victoria.

“Anticipaba que podríamos ver otra ligera tendencia a la baja”, comentó Joyner. “No es mucho mejor, pero mantenernos estables es una victoria en este momento”, añadió para el medio.

Sin embargo, la estabilidad en las cifras no oculta la gravedad de la situación. La caída proyectada del 33 % en comparación con la temporada anterior subraya la magnitud de los desafíos que enfrenta el sector. Esta disminución no solo afecta a los productores, sino también a las economías locales que dependen de la industria citrícola, desde trabajadores agrícolas hasta empresas de transporte y distribución.

Un futuro incierto para los cítricos de Florida

El panorama para el estado sigue siendo imposible de predecir con certeza. Con un importante productor preparándose para abandonar el negocio, según reportó NBC News, la capacidad del sector para recuperarse de estos golpes consecutivos está en duda. La combinación de desastres naturales, enfermedades y presiones externas plantea interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de la producción de cítricos en el estado.

A medida que los productores enfrentan esta crisis, las soluciones a largo plazo parecen cada vez más necesarias. La implementación de tecnologías agrícolas avanzadas, el desarrollo de variedades resistentes a enfermedades y la adaptación a un entorno climático cambiante podrían ser claves para garantizar la supervivencia de esta industria histórica.

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