Critican al Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles por sus prácticas para prevenir incendios

En medio de los devastadores incendios forestales que han asolado grandes áreas de Los Ángeles, dejando, hasta el momento, 11 personas fallecidas y destruyendo miles de viviendas y edificios, han salido a la luz preocupaciones sobre las deficiencias en las medidas preventivas del Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles (LADWP, por sus siglas en inglés). Según un reportaje de The Wall Street Journal, la mayor empresa municipal de servicios públicos de Estados Unidos no ha implementado protocolos de seguridad ampliamente utilizados por otras compañías similares en California.

Entre las medidas que no se han adoptado se encuentra la práctica de realizar cortes preventivos de energía en zonas de alto riesgo durante tormentas de viento, una estrategia reconocida por su eficacia en la reducción de incendios relacionados con líneas eléctricas. Mientras fuertes vientos azotaban la región, el sistema de LADWP permaneció energizado, lo que contribuyó a cortes masivos de electricidad que afectaron a decenas de miles de clientes y causaron daños significativos.

Aunque las investigaciones sobre el origen de los incendios están en curso, el historial de California muestra que las líneas eléctricas han sido responsables de algunos de los siniestros más destructivos, lo que pone en tela de juicio la estrategia adoptada por la agencia municipal.

Una portavoz de LADWP aseguró que la empresa ha tomado medidas para mitigar riesgos, como desactivar la tecnología que permite restaurar automáticamente el suministro eléctrico tras interrupciones durante tormentas de viento. Según afirmó, esta decisión tiene como objetivo reducir la posibilidad de que se produzcan chispas mientras se garantiza el suministro de electricidad para servicios esenciales y emergencias. Sin embargo, expertos del sector han criticado estas acciones por considerarlas insuficientes.

Michael Wara, director del Programa de Políticas Climáticas y Energéticas de la Universidad de Stanford, señaló que LADWP opera de manera diferente a otras empresas de servicios públicos en el oeste de Estados Unidos, lo que podría aumentar el riesgo en un contexto de cambio climático y fenómenos climáticos extremos. Además, el informe más reciente de mitigación de incendios de LADWP reveló que la agencia carece de herramientas clave como redes de cámaras y estaciones meteorológicas para monitorear riesgos, como la velocidad del viento, que otras compañías del sector han implementado con éxito. Aproximadamente el 21% del territorio de servicio de LADWP se encuentra en áreas de alto riesgo de incendios, lo que subraya la urgencia de adoptar medidas más efectivas.

En contraste con LADWP, otras empresas de servicios públicos en California, como Southern California Edison (SCE), han adoptado un enfoque más preventivo para enfrentar el riesgo de incendios. Durante la misma semana en que se desataron los incendios en Los Ángeles, SCE realizó cortes de energía preventivos que afectaron a aproximadamente 178 mil clientes como parte de una medida conocida como “apagón por seguridad pública” (PSPS, por sus siglas en inglés).

Según Pedro Pizarro, director ejecutivo de Edison International, los apagones se justificaron por los fuertes vientos que complicaban las labores de los bomberos y aumentaban el riesgo de propagación rápida de las llamas. Además, SCE investiga si una de sus líneas de alta tensión pudo haber contribuido al inicio del Eaton Fire.

Por el contrario, LADWP argumenta que gran parte de su territorio de servicio es urbano y, por lo tanto, menos propenso a incendios, una posición que expertos como Wara consideran insostenible frente a la intensificación de las condiciones climáticas extremas.

Si bien los cortes de energía han demostrado ser efectivos para prevenir incendios, esta práctica no está exenta de problemas. Según The Wall Street Journal, los apagones pueden interrumpir servicios esenciales, como el suministro de agua, las telecomunicaciones y el transporte, además de poner en riesgo a personas que dependen de equipos médicos que funcionan con electricidad. También pueden generar pérdidas económicas al forzar el cierre temporal de negocios y complicar las evacuaciones.

LADWP ha indicado que sus medidas actuales buscan equilibrar la seguridad contra incendios con la necesidad de mantener la confiabilidad del suministro eléctrico en una ciudad densamente poblada como Los Ángeles. Sin embargo, críticos sostienen que este equilibrio puede inclinarse peligrosamente en favor del suministro a expensas de la seguridad.

Los incendios forestales en California y otras regiones del oeste de Estados Unidos han aumentado en frecuencia e intensidad debido al cambio climático, que ha provocado temperaturas más altas, sequías prolongadas y vientos extremos. Este panorama ha intensificado la presión sobre las empresas de servicios públicos para adoptar estrategias más robustas y adaptarse rápidamente a un entorno de riesgos en constante evolución.

Ejemplos de otras empresas ilustran las consecuencias de no actuar con celeridad. En 2020, la empresa PacifiCorp, que opera en Oregón, enfrentó demandas legales tras no realizar cortes preventivos antes de los incendios del Día del Trabajo, mientras que Hawaiian Electric acordó pagar casi 2 mil millones de dólares en acuerdos legales relacionados con el incendio de 2023 en Maui. Ambos casos subrayan cómo la falta de protocolos de cortes preventivos puede tener repercusiones legales y económicas significativas.

En este contexto, la falta de medidas más agresivas por parte de LADWP plantea preguntas críticas sobre la preparación de las empresas de servicios públicos para proteger a las comunidades que dependen de ellas. A medida que el cambio climático continúa agravando los riesgos, los expertos destacan la necesidad de implementar tecnologías avanzadas y estrategias preventivas más amplias para evitar tragedias futuras.