La Niña ya está aquí: esto es lo que se espera para el clima en Estados Unidos

El fenómeno climático, asociado con temperaturas oceánicas frías en el Pacífico, podría alterar los patrones meteorológicos en diversas regiones durante el invierno y la primavera

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La Niña, confirmada en enero
La Niña, confirmada en enero de 2025, se perfila como una de las fases más débiles en años recientes, según NOAA. (Jesús Avilés/Infobae)

La Niña, un fenómeno climático asociado con temperaturas inferiores a las normales en el Pacífico ecuatorial, ha sido oficialmente confirmado por el Centro de Predicción Climática (CPC) de NOAA en enero de 2025. Tras meses de pronósticos que indicaban su posible llegada, este evento se perfila como una de las fases más débiles registradas en los últimos años, lo que podría limitar su impacto en las condiciones meteorológicas de invierno y primavera.

Según CNN, La Niña ha tardado en desarrollarse, emergiendo apenas en diciembre de 2024. Este retraso ha reducido su influencia durante los meses más críticos del invierno, cuando el fenómeno suele alcanzar su mayor intensidad. A pesar de ello, NOAA estima que La Niña podría persistir hasta abril, aunque es probable que regrese a condiciones neutrales en primavera.

La llegada de La Niña ocurre en un contexto de temperaturas globales extremadamente altas durante 2024, lo que ha dificultado el desarrollo completo del fenómeno. Estas condiciones atípicas podrían generar patrones climáticos menos predecibles en lo que resta de invierno y principios de primavera.

¿Qué es La Niña y cómo afecta al clima global?

La Niña forma parte del fenómeno conocido como Oscilación del Sur de El Niño (ENSO), que también incluye a El Niño y condiciones neutrales. Según Forbes, se caracteriza por un enfriamiento de al menos 0,5 grados Celsius en la superficie del Océano Pacífico central y oriental, lo que altera los patrones de viento y las corrientes atmosféricas. Estas alteraciones pueden generar eventos climáticos predecibles, aunque la intensidad del fenómeno influye directamente en la magnitud de sus impactos.

El CPC de NOAA explicó que, durante una fase de La Niña, el chorro polar se desplaza hacia el norte, lo que incrementa la probabilidad de precipitaciones en el noroeste de Estados Unidos y disminuye la lluvia en las regiones del sur. Asimismo, el noreste y el medio oeste tienden a registrar inviernos más fríos y húmedos.

El noreste de Estados Unidos
El noreste de Estados Unidos enfrenta nevadas intensas y condiciones peligrosas en carreteras, asociadas con el aumento de precipitaciones provocado por el fenómeno de La Niña. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Impactos de La Niña en las regiones de Estados Unidos

Precipitaciones y nevadas en el norte y el medio oeste

Los datos del Centro Regional de Clima del Sureste, citados por CNN, señalan que ciudades del medio oeste como St. Louis, Indianápolis y Cincinnati han experimentado uno de los inviernos más lluviosos en lo que va del año. Estas condiciones son consistentes con los efectos tradicionales de La Niña, que aumenta las precipitaciones y la probabilidad de nevadas en el norte del país.

Según FOX Weather, los estados del noroeste, incluyendo Washington y Oregón, también enfrentan condiciones más húmedas de lo habitual. En contraste, el suroeste y partes del sureste muestran un patrón más seco, lo que coincide con las predicciones del CPC.

Contrastes en California

California, uno de los estados más afectados por La Niña, presenta un panorama diverso. Mientras que el norte del estado ha recibido lluvias significativas, el sur permanece extremadamente seco. CNN informó que esta sequedad ha exacerbado el riesgo de incendios forestales, como los registrados en Pacific Palisades y otras áreas del condado de Los Ángeles. La agencia AP confirmó que estos incendios han destruido miles de estructuras y han obligado a evacuaciones masivas.

Ciudades del medio oeste de
Ciudades del medio oeste de EE.UU. registran inviernos más lluviosos, reflejando efectos tradicionales de La Niña, reportó CNN. (Jesús Avilés/ Infobae)

La influencia tardía de La Niña

Emily Becker, investigadora de la Universidad de Miami y coautora del blog de NOAA sobre ENSO, explicó a CNN que La Niña comenzó a mostrar signos en la atmósfera desde el otoño de 2024. Sin embargo, las temperaturas oceánicas no alcanzaron los niveles característicos del fenómeno hasta finales de diciembre. Esta llegada tardía ha reducido su impacto potencial, ya que el invierno es la época en la que el fenómeno suele ser más influyente.

Forbes señaló que esta debilidad también se debe a las altas temperaturas globales de 2024, un año marcado por niveles récord de calor en la atmósfera y los océanos. Estas condiciones dificultaron el enfriamiento necesario para que La Niña se desarrollara plenamente.

Proyecciones para el resto del invierno

Según NOAA, las tendencias meteorológicas para el resto del invierno y principios de primavera podrían continuar mostrando patrones típicos de La Niña. Esto incluye temperaturas más cálidas en el sur y condiciones más húmedas en el norte y el medio oeste. Sin embargo, FOX Weather advirtió que la debilidad del fenómeno podría permitir la influencia de otros factores climáticos, generando mayor variabilidad.

CNN destacó que, entre enero y marzo, el noreste podría enfrentar nevadas adicionales debido a la combinación de temperaturas frías y altas precipitaciones. Mientras tanto, el suroeste y el sureste probablemente mantendrán un patrón más seco.

El noroeste de Estados Unidos
El noroeste de Estados Unidos enfrenta más precipitaciones mientras el suroeste experimenta sequedad, según FOX Weather. (Jesús Avilés/ Infobae)

Contexto histórico y consideraciones

NOAA explicó que los eventos de La Niña y El Niño ocurren cada tres a cinco años en promedio, aunque su duración e intensidad varían. La fase más larga de La Niña registrada se extendió por 37 meses entre 1973 y 1976. Sin embargo, eventos débiles como el actual suelen tener un impacto menor, permitiendo que otros patrones atmosféricos influyan en el clima regional.

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