Luigi Mangione recibe apoyo mientras está en prisión: le enviaron 87 cartas y donativos por USD 150.000

Luigi Mangione, un joven de 26 años con un perfil que oscila entre lo trágico y lo polémico, captó la atención de la opinión pública tras su detención por el asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare. El incidente ocurrió el 4 de diciembre en Manhattan, marcando un episodio oscuro para la industria de la salud en Estados Unidos.

Mangione fue arrestado el 9 de diciembre en un restaurante de comida rápida en Pensilvania. Inicialmente recluido en el Centro Penitenciario Estatal de Huntingdon, fue trasladado posteriormente a Nueva York para enfrentar cargos graves, entre ellos asesinato en primer grado en apoyo del terrorismo y múltiples cargos de asesinato en segundo grado. Además, enfrenta acusaciones federales relacionadas con posesión de armas, falsificación de documentos y acecho.

A pesar de la naturaleza de las acusaciones, su caso generó un inusual apoyo en cierto sector de la ciudadanía, situando su figura en el centro de un debate sobre los límites de la justicia y la percepción de los actos extremos como expresión de descontento social.

La detención de Luigi Mangione desencadenó un sorprendente fenómeno de apoyo público, tanto en la vida real como en el ámbito digital. Un portavoz del Departamento Penitenciario de Pensilvania reportó a The Independent que el acusado recibió una cantidad notable de correspondencia: 87 cartas, 54 correos electrónicos y 163 depósitos bancarios para que pueda adquirir productos básicos en prisión.

Este apoyo llegó acompañado de donaciones que superan los USD 150.000, recaudados a través de plataformas en línea para financiar su defensa legal, tal como reportó Forbes y ABC News.

El respaldo a Mangione no se limita a donaciones económicas. En internet, su figura es objeto de campañas virales, con productos como camisetas y carteles estampados con su imagen y el lema “Free Luigi” (“Liberen a Luigi”).

Eventos organizados por sus seguidores, como fiestas temáticas y manifestaciones fuera de los centros penitenciarios, destacan la devoción de sus admiradores. En redes sociales, usuarios han compartido mensajes de apoyo, a menudo acompañados de críticas al sistema sanitario estadounidense, sugiriendo que el presunto crimen es una forma de protesta simbólica.

Estos gestos, aunque controvertidos, reflejan una división social más profunda. Mientras algunos consideran sus actos como inaceptables, una encuesta del Emerson College muestra que el 41% de los jóvenes votantes estadounidenses perciben el asesinato de Brian Thompson como “aceptable” o “algo aceptable”, evidenciando un choque de valores que enmarca este caso.

El asesinato del CEO de UnitedHealthcare, fue interpretado como una expresión de frustración hacia el sistema sanitario estadounidense. Según las autoridades, Mangione dejó un manifiesto manuscrito en el que explicaba su descontento con el estado actual del sistema, al que calificó como el “más caro del mundo” y lo acusó de ocupar un puesto bajo en esperanza de vida a nivel global.

En el documento, el hombre se disculpó por cualquier daño colateral causado, pero justificó sus actos señalando que los responsables del sistema eran “parásitos que se lo merecían”.

La historia personal del sujeto añade un matiz al contexto. Según un amigo cercano, el sospechoso había manifestado su frustración tras una lesión medular reciente que le dificultaba mantener relaciones personales, afectando su bienestar emocional.

Además, no poseía seguro médico con UnitedHealthcare, la empresa dirigida por su víctima, y no mantenía contacto con su familia en el momento del crimen. Sus padres incluso contrataron a un investigador privado para localizarlo antes del incidente.

En respuesta al incidente, Andrew Witty, consejero delegado de UnitedHealth Group, publicó un artículo de opinión en The New York Times donde reconoció las deficiencias del sistema. En sus declaraciones, el directivo describió al sistema sanitario como “un mosaico construido a lo largo de décadas” que no cumple con las expectativas de los ciudadanos, y abogó por una reforma que lo haga más accesible y funcional.