El estado de Minnesota, en Estados Unidos, fue escenario de un caso impactante de abuso animal en el que sufrieron más de 250 animales, pero solamente 70 fueron rescatados de un supuesto refugio.
La operación reveló condiciones inhumanas para los animales y también la falta de recursos y regulación para abordar estas situaciones a gran escala.
Quienes vivían en la propiedad, un hombre y una mujer, fueron acusados de 10 cargos de tortura animal el pasado 9 de diciembre. Solicitaron una audiencia sobre la legalidad del traslado de los animales.
Condiciones deplorables: el inicio de la investigación
El caso comenzó el 21 de octubre, cuando las autoridades del condado de Beltrami, en Minnesota, recibieron un informe sobre un perro extremadamente desnutrido y otros animales mantenidos en jaulas insalubres.
Según la declaración de causa probable, los agentes encontraron las jaulas llenas de heces y otorgaron una semana a los propietarios para mejorar las condiciones.
El sheriff del condado, Jason Riggs, expresó su indignación ante el caso: “Obviamente espero que se haga justicia para esos animales”, sentenció a la agencia de noticias AP.
Al regresar el 29 de octubre, los agentes contaron más de 250 animales, incluidos perros, gatos y caballos, además de varios gatos deambulando por el granero.
Aunque se les dio nuevamente tiempo a los propietarios para resolver la situación, cuando las autoridades volvieron el 12 de noviembre, varios animales estaban desaparecidos, y otros mostraban señales alarmantes de maltrato severo.
AP reportó que, según aseguraron los investigadores del caso, incluso un propietario, un perro había sido sacrificado.
Además, los reportes de las autoridades indicaron que muchos animales estaban en condiciones extremas.
Los perros eran tan delgados que se podían ver sus costillas y huesos de la cadera, mientras que los gatos sufrían infecciones oculares severas y “tan poca masa muscular que eran inestables cuando se ponía de pie”.
Cuando finalmente se ejecutó una orden de allanamiento el 6 de diciembre, los agentes encontraron una pila de cenizas y huesos animales, de aproximadamente 1,2 metros de largo y 0,6 metros de profundidad.
El esfuerzo por salvar a los sobrevivientes
Los apenas 70 animales que lograron sobrevivir fueron trasladados a la Sociedad Protectora de Animales, pero el rescate implicó una operación compleja que demandó recursos significativos.
Sarah Bhimani, portavoz de la Sociedad Protectora de Animales, informó que se necesitaron 3.600 kilos de arena para gatos, 100 cajas de arena nuevas, 5.000 dólares en medicamentos y 1.000 dólares en alimentos con receta para cuidar a los sobrevivientes.
Además, se gastaron 700 dólares en equipos de protección para el personal de rescate, según informó AP.
Un gatito rescatado tenía la pelvis rota, mientras que otro, llamado Korok, corría el riesgo de perder ambos ojos, aseguró el director médico, Graham Brayshaw. A pesar de estas circunstancias, destacó la rápida recuperación de la mayoría de los animales.
“En general, lo único que necesitaban era un entorno realmente bueno o limpio para vivir y tener un buen acceso a alimentos, agua limpia y ese tipo de cosas”, explicó el médico, según AP.
Implicaciones legales y críticas a la legislación
El caso también destacó la insuficiencia de las leyes y recursos para prevenir y abordar estas situaciones.
Riggs admitió que el condado de Beltrami, con una población de aproximadamente 47.000 habitantes, no tiene la infraestructura para manejar casos de esta magnitud.
“Cuando hablamos de potencialmente más de 250 animales, simplemente no tenemos forma de planificar eso”, declaró el líder policial.
Por su parte, Kerry D’Amato, directora ejecutiva del refugio Pet Haven, criticó la lentitud del rescate y la falta de preparación de las autoridades.
Señaló que no existen leyes estatales para regular los rescates de animales en hogares de acogida. Además, destacó que la falta de preparación y equipamiento adecuado es una preocupación.
También hizo hincapié en la ausencia de leyes estatales que regulen los rescates de animales en hogares de acogida. “No se trata de señalar con el dedo a nadie, se trata de cómo podemos usar este trágico caso para mejorar las cosas en el estado de Minnesota. Si no lo hacemos, seguiremos viéndolo”, advirtió.
Según Riggs, es necesario evaluar si las regulaciones actuales cumplen con las necesidades del estado. “¿Estamos haciendo lo mejor para Minnesota con las leyes que tenemos actualmente?”, cuestionó.