FBI detuvo a estudiante acusado de planear un ataque terrorista contra el consulado israelí en Nueva York

El estudiante de la Universidad George Mason, Abdullah Ezzeldin Taha Mohamed Hassan, fue arrestado por el FBI bajo acusaciones graves relacionadas con un presunto plan de ataque masivo contra el consulado israelí en Nueva York, informó CNN.

Hassan, un ciudadano egipcio de 18 años que cursaba el primer año de la carrera de tecnología de la información, enfrenta múltiples cargos federales que incluyen la distribución de información sobre explosivos, dispositivos destructivos y armas de destrucción masiva, así como el intento de asesinato de personas protegidas internacionalmente.

El caso llamó la atención de las autoridades debido a un aviso sobre su actividad en redes sociales. Según documentos judiciales, el sujeto manejaba cuentas en plataformas como X, donde compartía contenido de alabanza a figuras extremistas como Osama bin Laden y Ayman Al Zawahiri. Además, promovía mensajes violentos contra la comunidad judía y operaba cuentas que respaldaban a organizaciones como ISIS y Al Qaeda.

Las investigaciones del FBI rastrearon estas publicaciones hasta dispositivos vinculados al acusado, confirmando su actividad en línea y su presencia en el campus universitario de Virginia.

La agencia desplegó una operación encubierta clave para frustrar los planes de Hassan. Un agente encubierto del FBI, haciéndose pasar por un simpatizante extremista, estableció contacto con Hassan, quien supuestamente intentó reclutar al agente para llevar a cabo el ataque.

Durante varios días de intercambio, Hassan proporcionó detalles meticulosos sobre el plan, incluyendo instrucciones para fabricar bombas, sugerencias de armamento como rifles de asalto y chalecos explosivos, e incluso el tamaño específico de los rodamientos metálicos para maximizar el daño del explosivo.

Entre las evidencias más contundentes, se encuentran los mensajes del acusado, que incluyen la dirección del consulado israelí en Manhattan, videos propagandísticos de ISIS que incitaban a la violencia contra judíos, y enlaces para adquirir materiales utilizados en atentados. Además, Hassan planeó rutas de escape detalladas, indicando vuelos específicos hacia África para evadir a las autoridades tras el ataque.

Tras la detención de Hassan, la Universidad George Mason emitió un comunicado confirmando que el estudiante, quien cursaba su primer año en tecnología de la información, había sido arrestado por el FBI y prohibido de manera inmediata el acceso a las instalaciones del campus.

Gregory Washington, presidente de la universidad, enfatizó en la declaración que se tomarán acciones adicionales según el código de conducta estudiantil mientras avancen los procedimientos judiciales.

La universidad también anunció el refuerzo de las patrullas policiales dentro del campus como parte de las medidas de seguridad. Este incremento responde no solo al caso de Hassan, sino también a un contexto de tensión tras incidentes anteriores relacionados con activismo estudiantil.

En semanas recientes, dos estudiantes involucradas en el grupo Students for Justice in Palestine fueron prohibidas de acceder al campus luego de un registro policial en su hogar, donde se encontraron armas y mensajes antisemitas. Aunque la universidad señaló que este caso no tiene conexión con el arresto de Hassan, el incidente ha generado debates sobre el manejo de la seguridad y el activismo estudiantil.

Abdullah Ezzeldin Taha Mohamed Hassan enfrenta un proceso judicial bajo cargos graves que podrían llevarlo a pasar hasta 20 años en prisión. Las pruebas presentadas por el FBI, que incluyen mensajes, videos y materiales de planificación, serán determinantes para el caso.

Aunque Hassan se encontraba en proceso de deportación antes de su arresto, este procedimiento ha sido suspendido hasta que el caso penal concluya. En caso de ser declarado culpable y recibir una condena de prisión, deberá cumplir su sentencia en Estados Unidos antes de que se reanuden los procedimientos de deportación.

La detención de Hassan y las implicaciones legales que enfrenta se enmarcan en un contexto de endurecimiento de las leyes antiterroristas en Estados Unidos, así como en un esfuerzo por responder a las crecientes amenazas contra comunidades específicas. Este caso también podría influir en el debate sobre la vigilancia de las actividades en línea y los límites de las libertades individuales en contextos de seguridad nacional.