Un equipo de investigadores de la NASA, en colaboración con científicos de la Universidad Estatal de Michigan, ha identificado siete nuevos cometas oscuros, duplicando la cantidad conocida de estos objetos peculiares en el sistema solar. Este descubrimiento, publicado el 9 de diciembre de 2024 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ofrece una nueva perspectiva sobre la diversidad y las características de estos cuerpos celestes.
Los cometas oscuros, una categoría relativamente reciente, son objetos que combinan características de asteroides y cometas. Aunque visualmente se asemejan a los primeros, presentan comportamientos dinámicos como cambios de trayectoria que sugieren actividad cometaria. Según información divulgada por la NASA en su página oficial, estos hallazgos son fundamentales para entender el origen y la evolución de los materiales en el sistema solar.
La investigación revela que los cometas oscuros se dividen en dos tipos principales: los que habitan en el sistema solar exterior, más grandes y con órbitas excéntricas, y los del sistema solar interior, más pequeños y con trayectorias casi circulares. Los científicos creen que su estudio podría arrojar luz sobre el papel de estos objetos en la formación de planetas y la aparición de condiciones para la vida en la Tierra.
¿Qué son los cometas oscuros y cómo fueron descubiertos?
Los cometas oscuros fueron identificados por primera vez en 2016, cuando el asteroide 2003 RM mostró una desviación inesperada en su órbita. Según Proceedings of the National Academy of Sciences, esta anomalía no podía explicarse únicamente por fuerzas gravitatorias o por el conocido efecto Yarkovsky, que implica la emisión de calor desde la superficie de un objeto.
Davide Farnocchia, investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, señaló que este comportamiento indicaba la presencia de material volátil desprendiéndose del objeto, un fenómeno característico de los cometas. Sin embargo, no se observó una cola cometaria, lo que llevó a los científicos a clasificarlo como un cuerpo intermedio entre asteroides y cometas.
En 2017, el descubrimiento del objeto interestelar ‘Oumuamua reforzó el interés por este tipo de fenómenos. Aunque provenía de fuera del sistema solar, presentó comportamientos similares a los de los cometas oscuros, como cambios de trayectoria que podrían explicarse por la expulsión de gases volátiles.
Clasificación de los tipos de cometas oscuros
La nueva investigación publicada por la NASA y la Universidad Estatal de Michigan establece dos categorías principales de cometas oscuros basadas en su ubicación y características:
Cometas oscuros exteriores:
- Residen en el sistema solar exterior.
- Poseen órbitas altamente excéntricas.
- Tienen grandes dimensiones, que alcanzan cientos de metros o más.
- Según la NASA, estos objetos comparten similitudes con los cometas de la familia Júpiter.
Cometas oscuros interiores:
- Se encuentran en el sistema solar interior, cerca de planetas como la Tierra y Marte.
Tienen órbitas casi circulares. - Son más pequeños, con tamaños que no superan las decenas de metros.
Esta clasificación permite a los astrónomos abordar preguntas sobre su composición, formación y rol en la evolución del sistema solar, como indicó el autor principal del estudio, Darryl Seligman, en Proceedings of the National Academy of Sciences.
¿Por qué son importantes los cometas oscuros para la ciencia?
Los cometas oscuros ofrecen información clave sobre los materiales volátiles que podrían haber contribuido al desarrollo de la vida en la Tierra. Según el JPL, su composición, que probablemente incluye hielo y otros compuestos, podría explicar cómo elementos esenciales fueron transportados a planetas interiores durante la formación del sistema solar.
Además, su estudio plantea preguntas sobre su origen y la aceleración anómala que exhiben. Estos fenómenos aún no se comprenden completamente y podrían estar relacionados con procesos dinámicos que se remontan a la formación del sistema solar, según el artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Hallazgos recientes sobre cometas y objetos celestes
Los cometas oscuros son parte de un campo de investigación en constante evolución. En abril de 2024, el Telescopio Espacial James Webb detectó vapor de agua en el cometa 238P/Read, lo que confirmó la presencia de hielo en cuerpos del cinturón principal. Este descubrimiento, aunque no directamente relacionado con los cometas oscuros, refuerza la importancia de estudiar objetos pequeños para entender la dinámica y evolución del sistema solar.
La NASA ha destacado que estos avances contribuyen a priorizar futuras misiones destinadas a analizar más profundamente los cuerpos menores del sistema solar.