¿Megaferias en su apogeo o al borde de la transformación? Las preguntas que deja Art Basel Miami Beach 2024

Las ventas con que cerró la gran feria de galerías reflejan un mercado robusto, pero también una disyuntiva. En medio de avances digitales y preguntas sobre sostenibilidad, esta clase de eventos enfrenta una redefinición de su papel. Un debate que agita el arte contemporáneo

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El costo de exclusividad de
El costo de exclusividad de las megaferias como Art Basel Miami Beach podría limitar las nuevas voces. (María Friggeri)

Art Basel Miami Beach 2024 ha demostrado, una vez más, por qué sigue siendo el epicentro del mercado de arte contemporáneo en las Américas. Con más de 280 galerías de todo el mundo y una multitud de coleccionistas, curadores y artistas, la feria ha cumplido su promesa de ser el espacio para las grandes transacciones y el debate de las tendencias artísticas más relevantes. Todo eso hemos visto en esta edición. Pero en los pasillos del Centro de Convenciones de Miami Beach también se ha percibido una pregunta que excede esa promesa: ¿están las megaferias de arte, como Basel, en su apogeo, o enfrentan un futuro incierto?

Uno de los grandes temas que marcó este evento es la tensión entre la innovación tecnológica y la tradición artística. Las primeras ventas de la feria dejaron claro que el mercado permanece lucrativo para los artistas del segmento high-end, cuyas obras continúan dominando las subastas y las transacciones privadas. A la vez, cierto auge del arte digital presentó una cara novedosa.

Es en este cruce de caminos donde se abre la pregunta sobre el futuro de las megaferias. Cuando las obras físicas de los grandes maestros continúan como la base del mercado de alto nivel, la inclusión de nuevas formas de arte, como el digital, ¿podría ser más que un espacio de expresión artística? ¿Podría ser un reflejo de una transformación del mercado que abandonaría las convenciones de los espacios físicos, cada vez más definido por la convergencia de lo virtual, lo físico y lo interactivo?

La homogeneización como riesgo

En tiempos de incertidumbre global,
En tiempos de incertidumbre global, las ferias como Basel enfrentan el dilema de la sostenibilidad. (Micky Vice)

El debate sobre el futuro de espacios como Basel también se centra en la sostenibilidad de este modelo en el contexto de una economía global incierta. Las ventas de Art Basel Miami Beach 2024 mostraron que el mercado se mentiene sólido, con cifras importantes en las primeras transacciones. Sin embargo, Jerry Saltz, en un artículo para New York Magazine, señaló que las megaferias, al centrarse en la exclusividad y la comercialización de artistas reconocidos, podrían estar contribuyendo a la homogeneización del arte, lo cual las alejaría de lo que alguna vez fue su propósito: la disrupcción, la experimentación.

Los críticos del concepto de la megaferia como escaparate comercial sugieren que perdió valor para la reflexión cultural y se convirtió en una plataforma de lujo y marketing. Según esta perspectiva, Basel, con su enfoque global y sus precios elevados, podría estar desconectándose de las realidades del mercado emergente y de las preocupaciones sociales que hoy definen el arte contemporáneo. Hoy los creadores trabajan cuestiones sociales muy relevantes como el cambio climático y la desigualdad, pero ¿llegan sus voces al debate crítico en las megaferias, o no califican por no ser aptas para vitrina de lujo?

Preguntas sobre el modelo híbrido

La transición hacia un modelo híbrido de megaferia es una de las propuestas que resonaron este año. La digitalización del arte, que ya ha sido protagonista en ediciones recientes, permite que el arte se exhiba en plataformas globales sin barreras físicas y posibilita así que los artistas interactúen con una audiencia mucho más amplia. Art Basel ha comenzado a integrar de manera más formal la plataforma digital con su feria física, y permitió que los coleccionistas y los compradores accedieran a las obras en línea a la vez que en las actividades en el Miami Beach Convention Center. Pero el modelo híbrido también tiene sus detractores, los que preguntan qué pasa con la experiencia de la obra en vivo: ¿seguirá siendo un criterio esencial para su valor?

La integración de plataformas virtuales
La integración de plataformas virtuales e inteligencia artificial augura un cambio en las megaferias de arte. (María Friggeri)

Algunos expertos predicen que el futuro de las megaferias podría ir hacia una hibridación de eventos físicos y virtuales. A medida que la inteligencia artificial y las realidades extendidas (XR) se integren más en las prácticas artísticas, las megaferias podrían transformarse en espacios de experimentación interactiva, donde los espectadores puedan, en efecto, interactúan con la pieza, aunque de maneras distintas de las que estamos acostumbrados. Tanya Bonakdar, una galerista de Nueva York, sugirió en una entrevista con The New York Times que las galerías podrían evolucionar hacia “espacios de inmersión”, donde las experiencias físicas y digitales se fusionen para ofrecer algo que va más allá de la compra de una obra.

Exclusividad vs. acceso

La exclusividad de las megaferias como Basel puede hacer que el arte se convierta en algo cada vez más inaccesible. No hablo ya de los precios o de la creación de una burbuja de lujo en torno a ciertos artistas y galerías, tema que surge en cada conversación sobre la democratización del arte: me refiero al acceso restringido de Art Basel Miami Beach y a sus precios elevados para las entradas de los días abiertos al público. Estos hechos plantean otra pregunta alrededor del concepto de megaferias: ¿deberían encontrar formas de ser más inclusivas y permitir que una audiencia más amplia, más allá de los coleccionistas millonarios, tenga acceso al arte contemporáneo?

¿Cómo evolucionarán las megaferias como
¿Cómo evolucionarán las megaferias como Art Basel para seguir relevante en el arte contemporáneo? (Micky Vice)

Art Basel Miami Beach 2024 cumplió con todas las expectativas y trajo las Américas su mezcla de lujo, tecnología y tradición, pero también recibió comentarios sobre su desconexión de las realidades sociales y los nuevos modos de consumo digital. Es decir, sobre las contradicciones entre su papel comercial y su papel cultural.

A medida que el mercado de arte cambia, ¿qué pasará con las megaferias? ¿Se adaptarán para seguir marcando tendencias o languidecerán como instituciones estáticas? El futuro de los eventos como Basel podría depender de su capacidad para responder a estos nuevos desafíos: integrar la innovación digital y la sostenibilidad sin perder de vista su misión cultural.

Lucas Kokogian tiene 15 años de experiencia en el mercado del arte latinoamericano. Su casa de subasta Azur, en Buenos Aires, es líder en el mercado. Con el mismo nombre abrió otras sedes en Madrid, Berlín, Nueva York, Miami y, hace poco, Montevideo.

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